“No sabemos cuál es su techo”
El ciclista realizó una gran temporada en 2025: 20 victorias, incluido su cuarto Tour de Francia y su quinto Il Lombardia consecutivo. Luego, en 2024, Sola sucede a Iñigo San Millán y guía al esloveno hacia una gesta única: conquistar el Giro, el Tour y el Mundial en un mismo año.
El director de rendimiento del equipo, Jeroen Swart, está de acuerdo, aunque con matices. “Todavía hay espacio, pero cada vez es más pequeño”, admite. «Hace dos años no sabíamos cuánto podía mejorar y ha hecho mucho. Ahora el progreso será más sutil. Lo importante es mantener este alto nivel».
El plan 2026 mantiene la fórmula que funciona. Pogacar abrirá su recorrido en la Strade Bianche y conectará con Milán-San Remo, Flandes, Roubaix, Flèche Wallonne y Liège-Bastogne-Liège antes del Tour de Romandía. “Sólo ajustamos pequeños detalles”, afirma Sola. “Cuando algo va bien, es mejor no tocarlo demasiado”.
Lejos de los experimentos, en los Emiratos Árabes Unidos se centran en la simplicidad. «No estamos haciendo nada sofisticado», bromea Swart. «Todo lo que hacemos está en los libros. Pero ejecutamos los conceptos básicos a la perfección. Ese es el secreto».
El sudafricano destaca también lo que hace de Pogacar un corredor diferente: su capacidad de recuperación. «Ya lo vimos en 2019, con las pruebas metabolómicas. En el Tour, generalmente rinde mejor en la tercera semana, cuando los demás bajan. Se recupera del esfuerzo a una velocidad increíble. Por eso es tan especial».
En 2026, el mexicano Isaac del Toro vivirá su primer Tour junto al esloveno. El equipo ve este como el próximo gran proyecto. Pero Pogacar sigue marcando la pauta, evolucionando en un territorio sin fronteras, donde nadie, ni siquiera él, sabe dónde está el final del camino.
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