No sé cuándo se abrirá el ‘bypass’
La plataforma sobre la que se construirán los dos carriles en el desvío del argayo de la Autopista del Huerna (AP-66) está casi lista, después de que se hayan despejado las rocas removidas por la voladura llevada a cabo este pasado viernes por Perforaciones del Noroeste, contratada por Aucalsa. Los técnicos descartan más voladuras para ampliar la plataforma, por lo que los trabajos para hacer los dos carriles no tendrían por qué demorarse mucho más. Cabe señalar que, en el caso del argayo que se produjo a medio kilómetro del que se ha producido ahora, en enero de 2006, se abrió un desvío en tan solo 29 horas, aunque también es verdad que el desprendimiento tenía un menor volumen.
En la plataforma se colocará una pantalla dinámica, un resguardo y el desvío propiamente dicho con un carril por sentido, para permitir tanto el paso de vehículos como los trabajos para despejar el material derrumbado. Los carriles estarán separados por una barrera de hormigón, y tendrán una anchura mayor de lo normal, unos 4 metros cada uno, para permitir el paso de las quitanieves que despejarán la carretera en caso de nevadas. Los trabajos para habilitar el desvío temporal y resolver el desprendimiento corren a cargo de Aucalsa, la concesionaria de la autopista, bajo la supervisión del Ministerio de Transportes.
Todo indica que las obras para consolidar la ladera derrumbada se prolongarán durante bastantes meses. Los expertos consideran que podrían incluir la voladura de la parte superior del argayo, que está descalzada, esto es, sin sustentación, por lo que hay riesgo de que se derrumbe. No obstante, teóricamente, la obra en el Huerna tiene menos complicación que, por poner un ejemplo, el argayo de Casazorrina, cuyas obras aún continúan.
Mientras tanto, el tráfico del Huerna se está desviando por la carretera de Pajares (N-630), sin que se hayan producido grandes retenciones de tráfico. El viaje se alarga durante al menos una hora y media más, debido a que los camiones deben desplazarse con mayor lentitud, al tener que franquear desniveles de más del 20 por ciento. En la carretera se han producido algunos accidentes, aunque de poca relevancia.
El ministro Óscar Puente evita pillarse los dedos: «No sé cuándo se abrirá el ‘bypass’»
Ni siquiera el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, se atreve a dar un plazo para la terminación de los trabajos. Este lunes fue entrevistado en un programa de radio y así lo expresó. «No sé cuándo se abrirán los dos carriles del ‘bypass’», confesó. «Esta semana se han dinamitado las rocas más grandes. Estamos intentado habilitar un ‘bypass’ para hacer luego el resto de la obra definitiva, con buenos parámetros de seguridad», indicó el ministro.
Por otro lado, los integrantes del grupo de investigación Geocantábrica, de la Universidad de Oviedo, han propuesto para mitigar los daños causados por las inestabilidades de ladera o argayos una gestión proactiva en lugar de reactiva y la prevención frente a reparación.
Más en concreto, los investigadores destacan que sería deseable rentabilizar los mapas de susceptibilidad existentes frente a estas inestabilidades, actualizándolos con cartografías geomorfológicas, modelos digitales del terreno y estudios del macizo rocoso.
Estos mapas, según subrayan los investigadores de la Universidad de Oviedo, contribuirían a reflejar las zonas más propensas al desencadenamiento de argayos. Esta información espacial se podría combinar con datos temporales como precipitaciones y humedad del suelo, y así podríamos aproximarnos a la predicción temporal y establecer un sistema de alerta temprana, como los que se emiten en relación con los incendios forestales.
Los investigadores que trabajan en argayos en la institución académica asturiana forman parte del grupo de investigación Geocantábrica coordinado por Montserrat Jiménez Sánchez, reconocido oficialmente desde 2018.
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Algunos miembros de este grupo llevan trabajando en procesos de inestabilidades de ladera desde los años 90 y continúan con esta labor en la actualidad. Sus principales líneas de trabajo son geomorfología y geodinámica externa, por un lado, y geotecnia y geomecánica. El trabajo de estos investigadores ha permitido que haya disponible una Base de Datos de Argayos del Principado de Asturias, BAPA, incluye alrededor de 3.000 argayos ocurridos en la región desde 1980 a 2019. En ese periodo de 39 años, los argayos causaron 28 accidentes mortales y, al menos, 70 heridos. La Base no se ha actualizado desde 2019.
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