Rusia y Ucrania intercambian cada noche ataques con drones que tienen entre sus principales objetivos infraestructuras energéticas en ambas retaguardias.

Desde la pasada tarde, Rusia ha lanzado un total de 137 drones contra territorio ucraniano de largo alcance, como informó la Fuerza Aérea de Ucrania en su informe del viernes. Del total de estos drones, unos 90 eran dispositivos no tripulados kamikaze Shahed.

Las defensas ucranianas han neutralizado 80 del total de drones, mientras que otros 57 han alcanzado trece lugares diferentes no especificados por la Fuerza Aérea de Ucrania.

Los masivos ataques rusos a centrales eléctricas y otras infraestructuras del sector energético ucraniano han obligado a Kiev a introducir apagones programados diarios en el país debido al déficit de generación provocado por los bombardeos.

Por su parte, las defensas antiaéreas rusas derribadas anoche 41 drones ucranianos en cinco regiones del país y la anexada península de Crimea, informó este viernes el Ministerio de Defensa ruso. «Anoche, entre las 23:00 horas del 4 de diciembre y las 7:00 horas (GMT+3) del 5 de diciembre, las defensas antiaéreas interceptaron y destruyeron 41 drones ucranianos», indica el informe militar publicado en Telegram.

Defensa precisó que nueve dispositivos no tripulados fueron derribados sobre Crimea, anexada por Moscú en 2014, y el mismo número sobre la región de Samara, a más de 800 kilómetros del punto más cercano de la frontera con Ucrania.

Los otros drones fueron derribados en las regiones de Saratov (ocho), Volgogrado (siete), Rostov (siete) y Krasnodar (una).

Debido a los ataques con drones, Los aeropuertos de nueve ciudades del país (Samara, Ulyanovsk, Penza, Kransnodar, Sochi, Mineralnie Vodi, Vladikavkaz, Grozny y Magás) suspendieron temporalmente sus operaciones. para garantizar la seguridad de los vuelos, según la agencia oficial rusa TASS.

Ucrania lanza diariamente drones de ataque contra territorio ruso, con el objetivo de dañar su sistema energético y en particular sus capacidades de procesamiento de petróleo, dañar la logística del Ejército ruso y privar a Rusia de esta importante fuente de financiación.

Rusia responde con ataques masivos con drones y misiles contra el sistema energético ucraniano que amenazan con dejar a Ucrania sin electricidad ni calefacción el próximo invierno.