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Nunca hemos tenido empresas tan poderosas

Nunca hemos tenido empresas tan poderosas
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  • Publishedagosto 4, 2025




Daron Acemoglu, reconocido economista y profesor turco-estadounidense en el Instituto de Massachusetts (MIT), es una de las voces más relevantes en el análisis económico actual. Galardonado el Premio Fronter Border de la Fundación BBVA e indicado como el Premio Nobel de Economía por esta Cámara, su trabajo ha sido fundamental para comprender el Dinámica del capitalismo contemporáneo.

Después de examinar las razones detrás del éxito o el fracaso de las naciones en su trabajo seminal Por qué las naciones fallanAcemoglu ahora ha dirigido su atención a un actor que considera aún más decisivo que los propios estados: el Grandes empresas de tecnología.

La preocupación del economista trasciende lo puramente monetario, ingresando al campo institucional y democráticoDada la capacidad de estas corporaciones para influir en los pilares de la sociedad moderna.

El preocupante surgimiento de la «plutocracia algorítmica»

El profesor Acemoglu argumenta que gigantes como Google, Amazon, Meta o Microsoft no solo amasan beneficios económicos considerables, sino también. Ellos ejercen control sobre aspectos fundamentales de la vida contemporánea. Estas entidades definen «las fibras de nuestra sociedad», determinando cómo se establecen las relaciones personales y se toman decisiones políticas y sociales, como se indica en la vanguardia.

El modelo de negocio dominante de estas compañías se ha establecido, en su opinión, en un «Economía de vigilancia» Eso erosiona los derechos fundamentales. La inteligencia artificial, en particular, ha sido orientada por grandes tecnológicas hacia la consolidación de su poder, a través de la recopilación masiva de datos y la oferta de productos que aumentan la dependencia de los usuarios.

Esta situación ha resultado en el desarrollo tecnológico, que prometió expandir las oportunidades para todos, ha terminado concentrando Poder y riqueza En manos de algunas corporaciones que, según Acemoglu, no pagan cuentas antes de la sociedad en general.

El economista advierte que esta acumulación de poder pone en riesgo el equilibrio democrático. Cuando un número limitado de empresas dicta lo que se consume, lo que se lee o cómo se gestionan los servicios públicos, no se está operando en una economía de libre mercado, sino en lo que él llama un «Plutocracia algorítmica».

Una hoja de ruta para reorientar el curso tecnológico

Lejos de adoptar una postura catastrófica, Acemoglu insiste en que todavía existe la posibilidad de corregir el curso. Su propuesta es clara: es imperativo redirigir la tecnología hacia objetivos que beneficien a la mayoría de la población y Restaurar mecanismos de control democrático.

En su libro reciente Poder y progresoEscrito junto con Simon Johnson, el economista enfatiza que la historia ofrece múltiples ejemplos en los que el avance técnico no garantizó automáticamente mejoras sociales. El progreso tecnológico, sostiene, puede ser una bendición o una maldición, dependiendo de cómo administrar y gobernar.

Por lo tanto, Acemoglu aboga por una regulación más estricta y para fortalecer la función del estado como garante del interés público. La sociedad precisa de los gobiernos sólidos, los ciudadanos informados y un debate democrático Sobre la dirección ¿Qué debería tomar la tecnología?

Ante el entusiasmo inicial por la expansión de Internet, las redes sociales e inteligencia artificial, Acemoglu ofrece una perspectiva crítica pero con esperanza. Todavía estamos a tiempo, concluye, para construir un infraestructura digital Eso fortalece las libertades en lugar de limitarlas.



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