Opel Grandland Electric AWD 325: Primera prueba
El Grandland es el «buque insignia» de la gama actual de la empresa alemana. Es un SUV de 4,65 metros de largo, por tanto Se sitúa justo a medio camino entre un Peugeot 3008 (4,54 metros) y un 5008 (4,79 metros).modelos con los que comparte plataforma (STLA Medium).
Hasta ahora estaba disponible con la versión híbrida de 145 CV; otro híbrido enchufable, de 195 CV; y dos eléctricos (Grandland Electric), con 213 CV (batería de 73 kWh) y 231 CV (batería de 97 kWh y hasta 694 kilómetros de autonomía). Ahora agrega una tercera versión propulsada exclusivamente por electricidad, que tiene como gran aliciente la incorporación de un segundo motor en el eje traseropor tanto tiene tracción total (el resto de Grandlands son tracción delantera) y una potencia total de 325 CV. Y pudimos probarlo.
El Grandland Electric AWD sólo se vende asociado a la configuración más completa disponible, denominada Ultimate, disponible también en la versión híbrida 1.2 de 145 CV; No así en el resto de la gama. Esto también es digno de mención Esta versión incorpora la batería de 73 kW, no la de 97 kWh de la versión Long Rangeesencialmente por problemas de espacio. De esta forma, su autonomía es de 489 kilómetros, lo que lo convierte en el único Grandland eléctrico por debajo de los 500 kilómetros. Esta segunda unidad eléctrica afecta también al maletero, que pasa de 550 a 485 litros.
Externamente, el Grandland Electric AWD se diferencia de todos los demás hermanos de la gama por sus llantas bitono de 20 pulgadas. También aparecen inserciones aerodinámicamente optimizadas en los parachoques delantero y trasero, lo que reduce aún más la resistencia al viento. Gracias a estos elementos es la versión con menor resistencia al aire, con un coeficiente (Cd) de sólo 0,278. También es el que ofrece mayor capacidad de remolque: hasta 1.350 kilogramos con frenos.
Así va el Opel Grandland Eléctrico AWD
Una de las características más destacables de este modelo bimotor es la incorporación de un cuarto modo de conducción denominado AWD, que se suma a los habituales (Eco, Normal y Sport). Cuando se seleccionan, los dos motores funcionan continuamente, con la potencia distribuida uniformemente a las cuatro ruedas, asegurando un agarre óptimo, especialmente en superficies resbaladizas. Los sistemas ESP y de control de tracción adoptan ajustes específicos para mejorar el agarre. Máxima potencia y par están disponibles.


También equipa amortiguadores selectivos de frecuencia, que se caracterizan por disponer de un segundo circuito hidráulico en la cámara del amortiguador para adaptar mecánicamente la fuerza en relación a la frecuencia.
En la práctica, este Grandland Electric AWD ofrece menos balanceo de la carrocería y, por tanto, una sensación más directa. Evidentemente sus prestaciones son las mejores de la gama, aunque el empuje es sensiblemente mayor sólo seleccionando el modo Sport o AWD. En cualquier caso, no es un coche especialmente rápido si lo comparamos con alternativas similares como el Ford Mustang Mach-E Premium AWD de 329 CV, que cubre la prueba de aceleración de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos, frente a los 6,1 segundos del Opel. Un Skoda Enyaq RS, con 340 CV, presenta un valor aún mejor: 5,4 segundos.
Por lo demás mantiene las cualidades del resto de la gama, como la gran suavidad de marcha y el elevado confort de marcha, que no se ve afectado por los cambios de suspensión. En definitiva, esta versión está recomendada para quienes pretenden circular con mayor o menos regularidad por terrenos con poca adherencia, o para quienes pretenden arrastrar un remolque.
Galería de imágenes de la primera prueba del Opel Grandland Electric AWD
Foto de : Opel












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