Por qué la IA nunca podrá sustituir a un piloto humano en la cabina de vuelo

Por lo general, se dice que no hay invención buena o mala, pero que todo depende del uso hecho en él. Si transferimos esta reflexión al campo de la inteligencia artificial (IA) y su aplicación en el campo de la aviación, sin duda Debemos afirmar que puede ser una poderosa herramienta de soporte. Para pilotos en la operación de vuelo.
Pero sería un error inconcebible dejar de considerarlo un complemento pensar que podría reemplazar a uno de los dos pilotos.
La historia de la aviación ha sido una historia de innovación constante. Dado que la informática irrumpió en la cabina de vuelo en los años 70, Cada avance tecnológico tiene el objetivo final de aumentar la seguridad.
Hoy, la IA se usa, por ejemplo, en la optimización de rutas, utilizando algoritmos capaces de analizar el clima, el tráfico y la navegación para calcular rutas más seguras y eficientes, reduciendo tanto el tiempo de vuelo como el consumo de combustible.
«La presencia humana continuará siendo insustituible, porque como sofisticada que puede volverse, la IA carece de algo esencial: instinto humano y juicio»
La gestión del tráfico aéreo también ha mejorado, lo que permite rutas y altitudes de tiempo real para evitar la congestión y aumentar la eficiencia en las pistas de aterrizaje. Ha facilitado la detección y prevención de posibles conflictos Entre las aeronaves, como trayectorias convergentes, que aumentan la seguridad en el espacio aéreo.
Y ha optimizado los sistemas de piloto automático en el estado de aviones de arte que utilizan el reconocimiento de patrones para identificar situaciones y ajustar los parámetros de vuelo en consecuencia, haciendo correcciones automáticas que pueden evitar errores humanos.
Todas estas aplicaciones tienen un objetivo común: aprovechar al máximo la tecnología a favor de la seguridad aérea. Pero La presencia humana continuará siendo insustituible, Porque tan sofisticado que puede ser, la IA carece de algo esencial: instinto humano y juicio. Hay habilidades emocionales y cognitivas que no se pueden replicar.
La toma de decisiones en vuelo no es un proceso algorítmico. No se trata solo de seguir protocolos, sino de interpretar situaciones en las que IA no tiene referencias y no sabemos cómo reaccionará (seguramente no lo haría como un piloto entrenado). Una máquina puede simular, calcular, pero no improvisar con los criterios humanos.
«El colectivo piloto mundial considera una aberración y un ataque contra la seguridad aérea, la propuesta de algunos fabricantes de la industria aeronáutica europea para dejar un solo piloto en la cabina de vuelo»
Por todas estas razones, el colectivo piloto mundial considera una aberración y un ataque contra la seguridad aérea, la propuesta de algunos fabricantes de la industria aeronáutica europea para dejar un solo piloto en la cabina de vuelo y reemplazar el copiloto con una inteligencia artificial.
Hay yonfinidad de ejemplos de accidentes e incidentes en la historia de la aviación en la que la presencia de dos pilotos En la cabina era crucial evitar un extremo trágico.
Invitamos al lector a ver la película ‘Sully’ (2016), Eso cuenta la historia de aterrador en el río Hudson de un avión de las vías respiratorias de EE. UU. Que terminó sin víctimas gracias al hecho de que sus dos pilotos, después de perder el empuje de los dos motores, decidieron, por su experiencia y su instinto, actuar y tomar una decisión extremadamente compleja; Algo que una IA nunca podría hacer.
También podemos citar un caso reciente que ocurrió en España, en el que El comandante de un avión fue atacado por una tarántula Justo en el momento crítico de despegue, circulando en la pista a toda velocidad.
«La carga de trabajo se multiplica exponencialmente cuando un piloto está solo»
Aunque pudo mantener el control de la aeronave, su grito alertó al co -piloto, lo que inmediatamente tomó el mando. Ningún algoritmo podría haber detectado la escalada de araña por el brazo e interpretando ese grito. No hay una red neuronal que, dada una situación sin precedentes, actúe con la creatividad humana.
Los defensores de las operaciones con reducción de la tripulación argumentan que la automatización ha alcanzado tal nivel que prescindir de un segundo piloto sería viable y seguro. Sin embargo, la realidad operativa en la cabina niega esta noción.
La redundancia es una de las claves para la seguridad del aire. Y no se trata solo de sistemas técnicos duplicados, sino de la presencia de dos cerebros humanos que trabajan en conjunto, capaces de detectar errores de la otra, distribuir tareas, respondiendo a eventos imprevistos.
La carga de trabajo se multiplica exponencialmente cuando un piloto está solo. LLa fatiga, el estrés y la posibilidad de una incapacitación repentina se convierten en amenazas crítica
Organizaciones como la Asociación Europea de Pilotos (ECA) y la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Aerolíneas (IFALPA) han sido claros: reducir el número de pilotos en la cabina es inaceptable desde el punto de vista de la seguridad.
«El vuelo de un avión comercial no es una simulación controlada, es una operación compleja y dinámica, sujeta a variables imposibles de prever»
La ecuación «2 pilotos + automatización» es la que salva vidas. El otro, «1 piloto + ia», es un compromiso imprudente que pone en riesgo lo que más importa: la vida de los pasajeros.
El vuelo de un avión comercial no es una simulación controlada, Es una operación compleja y dinámica, sujeto a variables imposibles de prever. Y en ese entorno, solo el juicio humano puede garantizar que cada despegue culmine con un aterrizaje seguro.
Por todas estas razones, siempre que la tecnología no logre coincidir: la seguridad ofrecida por la presencia de dos pilotos capacitados, descansados, comprometidos y coordinados, la IA no podrá, ni debe reemplazarlos.
*** Fernando Miragaya es presidente de la Unión Piloto de la Línea Aérea Española (Sepla)
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