Predecir quién gana y hacer mejor a un atleta es posible
A pesar de que el ADN se descubrió, en diferentes pasos, hace ya muchas décadas, sigue siendo uno de los grandes desconocidos para la ciencia. Su complejidad parece hoy infinita porque muchas de sus múltiples funciones se siguen estudiando día tras día. Hoy por hoy conocemos su estructura básica de doble hélice y que contiene el código genético.
Sin embargo, todavía hay muchas preguntas por resolver. Y lo que es más importante, sobre todo fuera de los laboratorios, desconocemos la gran importancia que tiene en nuestras vidas. De este hecho fundamental trata de convencer al mundo David Varillas junto a todo su equipo. Este experto en genética y fisiología dedica su vida a conocer el ADN y la importancia que tiene tanto para el deporte como para la sociedad.
Sus múltiples descubrimientos en este campo han ayudado a arrojar luz a este sombrío universo. Hasta ahora, la mayoría de sus publicaciones iban dirigidas hacia los deportistas de élite, los cuales mediante sus hallazgos son capaces de mejorar su rendimiento, siempre, eso sí, dentro de la ley, para marcar la diferencia frente a sus adversarios.
Pero es una realidad que Varillas y todo su equipo se han dado cuenta de que ayudar a los atletas no está para nada alejado de ayudar al ciudadano de a pie. Y que la clave está en un simple test genético, algo a lo que seguramente la inmensa mayoría de personas que leemos estas letras no nos hemos sometido nunca.
Por ello, este profesor e investigador de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) explica que con un simple tubo de saliva no sólo se podrían evitar miles de lesiones deportivas, sino también detectar a tiempo riesgos como la hipertensión, la obesidad o incluso la muerte súbita antes de los 40 años.
Varillas explica que hacerse un test genético debería ser «tan común y esencial como tomarse la tensión». Sin embargo, su gran beneficio es que basta con hacerlo una vez en la vida para que sus beneficios duren décadas. Ahora, su trabajo, sobre el que se sitúan los ojos del mundo, se centra en la recepción de dos patentes pioneras para aplicar la genética al rendimiento físico y la prevención médica.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con este experto en genética y biología molecular para tratar de cerca estos avances y para medir cómo podrían cambiar el deporte mundial y, a la vez, cómo podrían ser útiles para una sociedad que cada vez vive más preocupada por las múltiples enfermedades que nos acechan. Incluso a edades cada vez más tempranas, las cuales muchas de ellas podrían detectarse con un simple test.
Las ‘patentes milagrosas’
La propuesta de David Varillas a toda la sociedad es clara: hacerse un test genético debería ser algo común. Sin embargo, es necesario que comprendamos el proceso desde el principio para saber si esto es algo a nuestro alcance o si incluso se trata de algo dentro de la legalidad y de la moralidad.
Lo primero que debemos saber es que un test genético es un análisis médico que identifica cambios en los genes, cromosomas o proteínas de una persona. Y son tan útiles porque pueden confirmar o descartar un trastorno genético, ayudar a determinar la predisposición a ciertas enfermedades como el cáncer o evaluar el riesgo de transmitir un gen a nuestros hijos.
Hasta hace no mucho tiempo, el problema era que todo este universo era muy costoso. Sin embargo, actualmente el coste de secuenciar el genoma es similar al de una resonancia magnética, una prueba mucho más común para todos. Derribado el mito de que el problema ya no es el acceso, se llega a la conclusión de que la barrera está en la interpretación de los datos obtenidos.
No obstante, hallazgos como las patentes del profesor Varillas resuelven esta encrucijada traduciendo la información genética en indicadores claros para médicos, entrenadores y nutricionistas. Estas dos patentes recibidas son ‘Marcadores de rendimiento muscular’ y ‘Marcadores de eficiencia metabólica’.
Una de las fases de la atención con test genético.
Y su ventaja es que permiten analizar hasta 5.000 variantes genéticas con una simple muestra de saliva, frente a las 200 que ofrecen otras soluciones comerciales. Sin embargo, llegar hasta ellas no ha sido un proceso fácil tal y como explica el profesor Varillas a EL ESPAÑOL. «Una vez las formulas, vas a la Agencia Nacional de Patentes y montas, digámoslo así, un protocolo de patentes con el que confirmas que es algo novedoso, que es verídico y que se puede transferir».
«En este caso, se puede transferir a la salud y al deporte para dar un conocimiento hasta ahora inexistente. Eso es lo que nosotros planteamos cuando mandamos estas patentes». Un resultado que requiere lógicamente de un gran trabajo de investigación. «Me junté con los compañeros de la universidad, que son los responsables de patentes, y estuvimos viendo todos mis campos de investigación. Y vimos que teníamos un vacío, porque hicimos revisión de todas las patentes habidas de genética, rendimiento, etcétera».
«Y había un vacío en unos genes o en una especie de marcadores genéticos que solventaban, mediante un perfil genético, la falta de conocimiento que había hasta ahora. Esto es, damos una nueva información y nuevos datos en un perfil hasta ahora desconocido para transferirlo a la salud y al rendimiento en los deportistas de élite«.
Ahora, Varillas y su equipo tienen luz verde para continuar con su proyecto, pero han sido muchos meses de estrés y trabajo: «Lo presentamos a la Agencia Nacional de Patentes, nos mandaron una revisión para explicar mejor algunos conceptos y desde que la hemos presentado hasta que nos la han concedido han pasado dos años«.
A pesar de que el camino hasta aquí ha sido laborioso, Varillas explica cómo su descubrimiento puede marcar un antes y un después de una manera muy sencilla para quien sepa, y quiera, aprovecharlo. Es la fórmula del ‘bote de saliva’: «Ahora mismo todos los test genéticos que se suelen hacer en tema de lesiones deportivas u otros temas de salud, con una simple muestra de saliva se puede conseguir toda la información que quieras«.
Tener controlado a un deportista para hacerle evolucionar es más ‘sencillo’ que nunca: «Puedes irte a perfiles que te pueden predefinir lesiones deportivas, perfiles que te lleven a detectar la posibilidad de enfermedades cardíacas, riesgo de muerte súbita… Por tanto, con una muestra de saliva es muy fácil encontrar todos los conceptos que están definidos en estas patentes».
¿Por qué no nos hacemos test genéticos?
Si hacerse un test genético es tan fácil y tan útil, parece obvio hacerse esta pregunta. Y David Varillas responde: «En primer lugar, por el desconocimiento. Como te he dicho, esto es algo nuevo, mucha gente no lo conoce y sobre todo en el tema de la medicina los médicos no están acostumbrados a trabajar con genética, están acostumbrados a manejar bioquímicas, datos clínicos, historias clínicas, y de eso sí tienen muchísimo conocimiento».
«Pero el tema de la genética nos queda un poco lejos para poder aplicarlo, es como otra herramienta más que pudiera dar el 100% de todo lo que hasta ahora ofrecen la salud y las condiciones innatas de cada persona. Ese es el mayor hándicap que tenemos. No hay mucho conocimiento en genética y, sobre todo, no hay mucha gente que esté especializada en genética y aplicación de esa genética a problemas de salud, hipertensión, problemas cardíacos, lesiones deportivas…».
Por culpa de este desconocimiento nos estamos quedando a las puertas del verdadero éxito, tanto en el deporte como en la vida. «Ese 10% del rendimiento ligado a la genética puede ser la diferencia entre ganar una medalla o quedarse fuera del podio… y en salud, puede ser la diferencia entre enfermar o mantenerse sano. Eso es lo que con todo este conocimiento queremos solventar y notificar a la sociedad. Estamos comenzando un nuevo camino».
Una vez identificado el problema, hay que intentar ponerle solución para que en el futuro tengamos respuestas y no preguntas. «Yo veo que hay falta de grados en genética» -explica David Varillas- «porque solamente hay tres universidades en España que tienen grado de genética. Una de ellas es la Autónoma de Barcelona, la San Pablo CEU aquí en Madrid y nosotros en la Francisco de Vitoria».
No hay una formación muy extensa en los grados de medicina, de fisioterapia o de ciencias del deporte sobre la genética.
Por ahora, Varillas ve en España un problema de falta de preparación: «Un médico está especializado en lo que está especializado, pero no hay una formación muy extensa en los grados de medicina, de fisioterapia o de ciencias del deporte en el cual aborden la genética como un campo novedoso para poder aplicarlo». Y según este experto, ahí está la clave de todo o de casi todo.
Viajando a un futuro hipotético en el que España fuera pionera en la inclusión de test genéticos, David Varillas asegura que no sería necesario que nuestro país se asemejara a Gattaca para que una persona se sometiera a uno de estos test. «Si esto se pudiera realizar en el Sistema Nacional de Salud, pues en un centro de salud, con un tubo, echar una muestra de saliva y llevarlo a un laboratorio que tuviera un convenio para poder realizar todos estos estudios y obtener los resultados, igual que cuando te hacen una analítica de orina».
«Eso en principio sería factible y viable, lo que pasa que es un coste adicional al Sistema Nacional de Salud». Sin embargo, el profesor Varillas introduce en la ecuación la diferencia entre inversión y gasto. «La clave es el coste-efectividad de todo ello. La hipertensión arterial te la diagnostican cuando ya tienes hipertensión, pero con la genética podemos adelantarnos a esa hipertensión».
«Entonces, adelantándonos con los marcadores genéticos o un perfil genético, podemos evitar todo el coste de pastillas del Sistema Nacional de Salud para el tratamiento de esa persona que ya ha desarrollado hipertensión arterial. Buenos hábitos de comida, buenos hábitos de ejercicio, una alimentación lo mejor posible para evitar realmente lo que luego tiene un coste al sistema muy elevado por no prevenir».
Y ahora sí, jugando a predecir el futuro, es difícil imaginar cuándo nos atreveremos a dar ese paso. «Creo que todavía estamos lejos. Primero tenemos que concienciar a la sociedad. Hay mucha gente que está reticente a conocer sus datos genéticos, que es normal. Muchos médicos, por código ético, no pueden tener información genética de las personas«.
«Yo todavía lo veo un poco lejano, pero con todos estos datos que estamos intentando descubrir y aportándolos mediante estas patentes para el uso en empresas, es una gotita malaya que va cayendo sobre la semilla que se va sembrando que ayuda mucho a que todos conozcan la importancia y el significado de todo esto. No creo que sea para uno o dos años, diría que en torno a cinco o seis podremos hacerlo y, sobre todo, cuando el coste de estos perfiles genéticos por parte de empresas privadas que los realizan sean más baratos».
Test genéticos para ganar medallas
Sin embargo, si hay un universo en el que parece que las crisis siempre son menores y en el que todo vale con tal de llegar primero, ese es el deporte. Por ello, en este universo los test genéticos están mucho más implantados que en la sociedad a pesar de que la inmensa mayoría de los aficionados lo desconozcan. E incluso muchos ‘expertos’ que aseguran conocerlo, no saben trazar la línea que lo separa o lo une con el dopaje. Porque el ‘dopaje genético’, tal y como ya ha publicado este medio, existe, pero también una manera legal de obtener esas ganancias.
«En el deporte estos test son bastante importantes. Estamos llevándolo a cabo en deportistas y hemos visto resultados en los dos años que llevamos haciéndolo con mi empresa Sportnomics. Por ejemplo, resultados increíbles de jugadores de fútbol que antes se lesionaban mucho, no podían coger la forma y ahora, con el uso de estos test, hemos trabajado junto a esos equipos deportivos para ampliarles su capacidad de rendimiento«.
«El resultado es que ahora juegan más partidos, no se lesionan tanto y consiguen contratos laborales de mayor cuantía para su progresión. Esa es la señal que nos dice que esto funciona y que se puede implantar en el deporte. Pero no solo conociendo esta genética, sino con un equipo multidisciplinar asesorado que puede trabajar de forma individual y personal para conseguir el mejor rendimiento deportivo de esos futbolistas».
A pesar de que los resultados son demostrables, todavía estos test no están muy implantados en la élite. Sin embargo, ya hay instituciones muy relevantes que se están interesando por este universo: «Nos han llegado noticias de que la UEFA quiere implantar un modelo de análisis genéticos, pero no de genoma completo, sino de algunos perfiles en equipos que juegan competiciones europeas».
Jugadores del FC Barcelona y de Olympiacos antes de un partido de la Champions League.
Reuters
Por ahora, en España ya hay tres instituciones que han dado pasos hacia delante en este campo como son el FC Barcelona, el Athletic Club y el Movistar Team. Pero otros países también avanzan en esta carrera por llegar a ‘una nueva Luna’. «De momento no nos ha llegado interés de fuera, pero sabemos que en Estados Unidos, en el fútbol americano, sí se está haciendo mucho. Tienen equipos privados allí y en este mundo estos estudios ya son bastante comunes entre todos los jugadores».
Un test genético para predecir lesiones y para establecer el momento y el lugar de rendimiento más óptimo de un deportista parece casi brujería, pero sólo es ciencia a pesar de la incredulidad que muchos sigue mostrando: «A veces nos miran como diciendo ‘qué me estás contando’ y otros con cara de ‘esto es interesante, nos gusta, lo vamos a hacer’. Al final, los que se muestran interesados acaban haciendo al menos una prueba piloto para encontrar el sentido de todo lo que comentamos«.
Y el resultado es absolutamente increíble, como sacado de una película de ciencia ficción, pero ‘cambiando’ la realidad por una mejor: «Obtenemos tu genoma completo, le damos unos rasgos y con esos rasgos te sacamos una puntuación, que eso es un cálculo que también hemos desarrollado en la patente.
«A partir de ahí, se muestra un riesgo que te predispone positivamente o negativamente a tener más lesiones, mejor eficiencia metabólica o mejor capacidad de recuperación. Y con ello se puede actuar para planificar competiciones, entrenamientos, cargas…». En resumidas cuentas, llevar al deportista a su mejor nivel, sin sobreentrenarle ni provocarle un riesgo o daño, de una manera más eficiente. Más y mejor en menos tiempo, como por arte de magia.
Pero no, detrás de estos resultados tan positivos no hay magia, sino mucho trabajo detrás de profesionales como David Varillas. Y también un talento especial. La suya es una labor muy apreciada dentro del campo de los genetistas y de los biólogos moleculares, y que suele quedar grande a otros profesionales que circulan por este universo, pero que carecen del conocimiento y la formación necesarias para hacerlo evolucionar.
Precisamente, evolución es lo que se busca con la implantación generalizada de los test genéticos en el deporte para obtener mejores resultados. Y es que al final, en la élite todo se reduce a una única cosa: ganar. La pregunta del millón está clara, si estos avances permiten alcanzar un margen de mejora suficiente como para marcar la diferencia y cruzar la delgada línea que separa el éxito del fracaso, la victoria de la derrota o la medalla de la decepción.
Y la respuesta para el experto David Varillas es clara: «Se puede llegar a predecir un poco mejor, sí. No es que vaya a ganar uno y otro no, pero podemos dar con la tecla para que ese deportista sea mejor e incluso dé un mayor rendimiento».
Es la fórmula de ese 10% que marca la diferencia cuando todos son unos elegidos, como sucede en el máximo nivel. El profesor de la Universidad Francisco de Vitoria expone además un caso muy claro en la élite del ciclismo, universo que conoce a la perfección.
«El mayor ejemplo que te he comentado son los hermanos Yates (Simon -de Visma Lise a bike- y Adam -de UAE Team Emirates-). Son gemelos, tienen la misma genética, pero ¿por qué uno es mejor y el otro no tanto?«.
«Porque quizá uno entrena de una manera más adecuada, con un entrenador que conoce perfectamente su organismo, y el otro con otro sistema, en un equipo en el que está condicionado a ser gregario y no jefe de filas. Toda esa expresión de la genética es lo que te lleva a ser ganador o no».
Muchos dicen que la genética no vale para nada. Hay gente que sigue viviendo en los años 50.
Frente a esta potente revelación, Varillas asegura a EL ESPAÑOL que también se encuentra con muchos incrédulos y negacionistas de su trabajo y de sus resultados, quienes en muchas ocasiones son profesionales incapaces de comprender y desarrollar hallazgos como los de sus patentes, llamadas a cambiar no sólo el deporte, sino también la sociedad.
«Muchos dicen que la genética no vale para nada, que esto no sirve, que si a un jugador hay que entrenarle, que hay que hacerle de todo para que sea bueno… como en los años 50. Todavía nos seguimos encontrando gente que vive mentalmente en esa época, cuando no había todos estos avances de la ciencia. Y también nos encontramos con mucha gente que no lo dice directamente, pero se les ve en la cara mientras les explicamos esto».
Prevención de lesiones, mejoras de rendimiento y, en resumidas cuentas, sacar lo mejor de un deportista para que obtenga esa ganancia que marca la diferencia. Sin embargo, tal y como confiesa Varillas, el verdadero éxito no está en las competiciones deportivas, sino en la calle. Es ahí donde se podrían cambiar muchas vidas con ese famoso ‘bote con saliva’.
«Llevándolo al tema de la salud, la realización de estos test nos puede llevar a conocer diferentes perfiles de personas en los que se puede ver que tienen riesgo, por ejemplo, con sus antecedentes familiares de hipertensión, hipercolesterolemia… Y con estos test genéticos podemos decir si también tienen esos antecedentes personales o pueden tenerlos, y ayudarles a cambiar sus hábitos».
«Como hacíamos con los entrenamientos de esos deportistas, evitar cuando tienen 30 o 40 años que esas enfermedades se expresen en esa persona al tener 60 o 70». Y es que no hay que olvidar que salud y deporte están muchas veces más ligadas de lo que podamos llegar a imaginar.
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