pura esencia de Córdoba donde beber y comer muy bien



Seneca Tavern: Donde los alternativos «el grosero»
Muy temprano, pero menos, a las 9:00 a.m. – Antonio abre esta taberna. «Antonio, ¿qué más?» Le pedimos que grabe sus apellidos. «Antonio Lucio Anneo Seneca Magón Delgado», bromea muy en serio su nombre con el del filósofo de Córdoba que lo da al establecimiento y al lugar donde se encuentra (Seneca Square, 4) Desde 1874. Séneca, la verdadera, se supone que debe vivir allí o cerca de él hace 2020 años. Es por eso que hay una fuente al lado de la taberna con un capitel corintio que sirve como taza para el proveedor, una inscripción –Corduba, Sophiae Phons– y un Estatua de mármol de un togado sin voluntad Lo que llama Cordoba El junior. Togotus no es Seneca, pero si ese fuera el caso, no podría estar en un lugar mejor, el que amaba el vino: «Lava nuestras preocupaciones, limpia el alma a las más profundas y, entre otras virtudes, asegura la curación de la tristeza», escribió, pegado a una taberna donde Huele que se asfixia a Peseta Fine, un viejo oro apilado, con Pedro Ximénez en oro Dulce y el platino fino que duerme, como un rey, en las 26 botas de la bodega de 1700. En la década de 1920 del siglo pasado, la Peña legítima se reunió en esta taberna, a la que Julio Romero de Torres llevó a los invitados a Valle-Inclán, Azorín, Ortega y Baroja. La lista de los que han fallecido aquí: Fernando de los Ríos, Martínez Barrio, Largo Caballero, Zuloaga, Lorca, Pemán, Antonio Maineren, Ginés Lébana, Gala Antonio … ¿Y comer qué es, aparte de lo típico? Antonio recomienda el Pericón de Almodóvar del Río, un croquetón hecho por su esposa, Toñi, siguiendo una receta familiar secreta. Y así secreto: Internet no dice Pio del Pericón.
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