Qué sucede en nuestro cerebro cuando leemos «ofertas y descuentos», según la neurociencia


Comienza una de las temporadas de mayor gasto y consumo del año, si no la más importante. Con la llegada de Viernes negro y lunes cibernéticoMillones de personas aprovechan la oportunidad para hacer sus primeras compras navideñas o buscan una promoción especial sobre algo que quizás ni siquiera sabían que necesitaban.
Detrás la palabra «oferta» Hay más de una oportunidad. Es algo que nos hace felices. Los expertos en marketing lo saben muy bien y saben aprovecharlo. Pero ¿a qué se debe esta satisfacción en las compras? BIEN un cóctel de dopamina bastante serio.


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Así reacciona nuestro cerebro a las ofertas
Nuestro cerebro está programado para buscar el placer y evitar el dolor. Una parte clave de esto es el sistema de recompensas. Se trata de un circuito por el que circula la dopamina, una de las hormonas del bienestar, y que incluye una zona del cerebro llamada núcleo accumbens, región muy ligada a el sentimiento de «me gusta esto, quiero más».
Cuando vemos algo que interpretamos como una oportunidad (un precio tachado, un “3×2”, un “70% de descuento”), el cerebro lo interpreta como una posible recompensa futura. la espera por conseguir algo “mejor de lo normal” desencadena la actividad en estas áreas de dopamina incluso antes de comprar algo.
Experimentos de neurociencia demostró que, en general, la anticipación de una recompensa puede generar más dopamina que la recompensa misma. Por eso muchas veces te gusta cazar más» la oferta en lugar de usar lo que compraste más tarde.
Los precios más bajos reducen el “dolor”
Hay una famosa encuesta realizada por neurocientífico Brian Knutsonde la Universidad de Stanford (California) y su equipo. Estudiaron el cerebro durante sus carreras mediante resonancia magnética.
Vieron que al comprar se activaba la zona de recompensa. Pero cuando llega el momento de pagar la ínsula apagada y encendida otra vez Área del cerebro vinculada al malestar y al riesgo..
Comprar es un equilibrio entre este placer y este malestar. Bueno resulta el descuento inclina la balanza– Reduce la molestia de pagar y da más peso a la señal de recompensa. De esta forma, la persona toma una decisión con mayor facilidad.
Otras investigaciones en neuroeconomía han demostrado que cómo presentar el precio (si lo ve antes o después del producto, si está anclado a un precio «original» superior, etc.) también cambia la forma en que se activan estas redes costo-beneficio.
La adicción a las compras está aumentando
Ir de compras no es malo en sí mismo. Es una satisfacción específica, que no da la verdadera felicidad, pero que entretiene y nos regala pequeñas satisfacciones momentáneas.
Sin embargo, para algunos, comprar deja de ser un simple placer y se convierte en una un impulso difícil de controlarconductas que pueden afectar la salud mental, la economía y las relaciones personales.
Este comportamiento se llama oniomanía. Es un trastorno que se desarrolla especialmente entre los jóvenes. Casi un 30% adultos jóvenes exhiben conductas de compra compulsivas, particularmente mujeres entre 30 y 45 años.
«Al igual que otras adicciones, como el consumo de alcohol o cocaína, provoca un alivio momentáneo, pero luego aparecen la culpa, la ansiedad y las consecuencias negativas a nivel económico, social y emocional. Es una adicción menos conocida, pero igual de peligrosa», explica. psicóloga maría quevedode la Clínica RECAL, Madrid.
No necesitas comprar
las plataformas de Las compras online mejoran estos comportamientos a través de estrategias psicológicas: “destacan productos como ‘best-sellers’, crean sensación de escasez con ofertas temporales y utilizan publicidad personalizada», explica Quevedo.
Lo interesante que nos puede ayudar antes de caer en este ciclo de adicción es que no es necesario finalizar la compra sentir satisfacción. “Buscar y comparar los productos que te gustan y luego meterlos en la cesta virtual ya libera mucha dopamina”, explica. neurocientífica Emilia RedolarProfesor de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC).
En muchos casos, tras disfrutar del proceso, los compradores dejan la lista de productos en el carrito. No los borran y vuelven a ellos en los días siguientes para recuperar esa sensación de satisfacción.
«El placer dura mientras los productos estén en la cesta.y unos días después también. De hecho, cuando acabamos adquiriendo un producto, esa sensación de placer disminuye”, explica el profesor Redolar.
Estrategias para comprar menos
Otras formas recomendadas por los psicólogos para frenar las ganas de comprar son:
1. Espere 24 horas antes de comprar
Este margen reduce el pico de dopamina y permite que entren en juego criterios más racionales.
2. Haz una lista antes mira las ofertas
Así que la recompensa no es “comprar lo que es barato”, sino “encontrar algo que ya necesitas por menos”.
3. Evite comprar en momentos de ruptura emocional
Evite comprar en momentos de ruptura emocional: la tristeza, la ira o el aburrimiento nos hacen utilizar las compras como anestésico, reforzando circuitos similares a los de otras adicciones.
4. No memorices el mapa
No realices la compra con un solo clic. Oblígate a ingresar el número cada vez que compres algo.
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