La Real alcanzó este compromiso pocos días después de que los accionistas ratificaran su confianza en el Consejo de Administración que preside Jokin Aperribay con el 98% de los votos a favor. Eso sí, el propio presidente admitió que los resultados deportivos del año pasado fueron «malos» y que el equipo «todavía no ha conseguido remontarlos».

Eso es precisamente lo que intentará conseguir el conjunto donostiarra: dar la vuelta a la situación del equipo tras dos derrotas, la última en un mal partido ante el Alavés, con el objetivo de empezar a mirar hacia arriba.

Para ello, tendrá que volver a parecerse al equipo del último mes y medio que logró estar cinco partidos de liga sin perder.

Por su parte, el Girona acude a San Sebastián con la obligación de recuperar la victoria para justificarse y no alejarse de la permanencia, ahora a dos puntos.