REAL SPORTING DE GIJÓN MIGUEL ÁNGEL RAMÍREZ REAL ZARAGOZA CRISIS
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El Sporting se reencontrará este sábado con el entrenador que más cerca le situó de Primera en las últimas seis temporadas. Los rojiblancos visitan al Zaragoza de Miguel Ángel Ramírez, rival con urgencias incluso mayores. Decimoquinto, con tres puntos menos que el Sporting, el entrenador canario, cuestionado por la grada desde su llegada en diciembre, ha sumado 6 de 21 puntos posibles. Una dinámica en la que todavía no ha podido ver ganar a su equipo en La Romareda. El conjunto de Albés, igualmente exigido para mantener el hilo de esperanza del play-off (situado ya a nueve puntos), se encontrará con un ambiente crispado en torno al cuadro maño y a su entrenador. Tarde de nervios, con todo lo que eso implica en uno y otro lado.
El fútbol ha querido que Sporting y Zaragoza hayan tenido vidas paralelas en los últimos años, más allá de ser dos clubes con arraigo en Primera que llevan años demasiadas temporadas intentando escapar de Segunda. Orlegi llegó a Gijón después de no prosperar su intención de comprar el club maño. Los dos conjuntos optaron después a ser sede mundialista con El Molinón quedándose en el camino y La Romareda sacando adelante el proyecto de un nuevo campo y una nueva ciudad deportiva. Y por si fuera poco, la renuncia de Víctor Fernández al banquillo inició la apuesta por Miguel Ángel Ramírez, quien tras acordar su marcha del fútbol qatarí volvía a España seis meses después de caer eliminado en el play-off de ascenso a Primera con el Sporting.
El canario se está encontrando en Zaragoza mucho de lo vivido en Gijón durante sus primeros meses. Quizá de manera más acusada. En su primer partido en La Romareda ya escuchó cánticos solicitando su salida, lo que resume el clima tras suceder a un muy respetado Víctor Fernández (en el Sporting relevó a un histórico como Abelardo) parte de ese proceso de adaptación que necesitó en el Sporting para acabar convenciendo a buena parte de la afición. Los resultados y los cambios de sistema, han tensado más la cuerda. Al menos, entre el zaragocismo. La propiedad mantiene la confianza en sus métodos, también en su visión de cara al futuro. Su experiencia y participación en las obras de reforma de Mareo están siendo escuchadas dentro del proyecto para la nueva ciudad deportiva del conjunto maño. Eso sí, en el fútbol, sin victorias, todo tiene un límite. Ramírez lo sabe. “Ahora hay que sacar seis de seis en casa. No vale otra cosa”, afirmó tras empatar sobre la bocina ante un Granada que jugó con diez sesenta minutos y antes de recibir al Sporting. Cauto, habitualmente, en sus declaraciones, el mensaje es sintomático de la situación.
Con contrato para lo que queda de temporada y la siguiente, misma duración que en Gijón, al de Agaete le ha tocado reconstruir una plantilla con seis salidas en enero (entre ellas el máximo goleador, Iván Azón) y tres entradas, Raúl Guti, Arriaga y Dani Gómez. También sortear una plaga de lesiones musculares que recuerdan mucho a lo vivido en el Sporting durante su primer curso. Alejado del ruido de la capital, reside en un pueblo cerca de Ontiñena, a casi de una hora de Zaragoza en coche, ni mucho menos ha huido de la presión. Como en Gijón, su cuidado con las relaciones personales le han llevado a contar con un vestuario entregado a su cuerpo técnico (con él repiten Endika Gaviña y Cristóbal Fuentes). Ese vínculo es su gran fortaleza y la gran amenaza para un Sporting que quiere mantener viva la pelea por los puestos altos a costa de incendiar La Romareda.
Mientras Rubén Albés tendrá las bajas seguras de Queipo, Otero y Bernal, el técnico recupera a Olaetxea y pierde al sancionado Maras para el partido de este sábado, además de estar pendiente de la evolucióno de Róber Pier, que se retiró lesionado ante el Almería. Miguel Ángel Ramírez, por su parte, no tendrá a Lluis López y Nieto, podrá volver a contar con Dani Gómez, tras cumplir sanción, y tiene a varios futbolistas entre algodones. Muy difícil, o más bien prácticamente descartada, está la presencia de Toni Moya. Raúl Guti podría volver a tener algún minuto, aunque está pendiente de unas últimas pruebas para valorar su recuperación de una lesión muscular, mientras que Luna está a un paso de recibir el alta. El Sporting se encontrará en Zaragoza la tormenta perfecta para jugar con las apreturas y exigencias de un rival con el cuchillo entre los dientes.
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