Ruta de los contrabandistas con el Dacia Duster Hybrid 140
El nuevo Duster Hybrid 140 CV simboliza perfectamente el nuevo planteamiento de Dacia, una marca que mantiene su oferta de modelos prácticos, robustos y con la mejor relación valor-precio, pero con un incremento del equipamiento, evitando, eso sí, elementos superfluos que encarecerían el precio. Y, de un tiempo a esta parte, con un diseño más atractivo y con tecnologías que el mercado demanda como, por ejemplo, la hibridación que, además, le proporciona la etiqueta Eco. Para probar el nuevo Duster Hybrid nos fuimos de ruta por pistas en los Pirineos para disfrutar de los paisajes de los Pirineos y entrar y salir de Andorra sin hacer cola en la aduana, como hacían, por otros motivos, evidentemente, los contrabandistas que antaño pasaban tabaco en mulas.
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Esta versión híbrida monta un motor de gasolina de 1,6 litros y 94 CV de potencia combinado con un motor eléctrico de 49 CV que contribuye a generar una potencia máxima de 143 CV y un segundo motor eléctrico que arranca el motor de gasolina y que sincroniza el giro de este último con la marcha a utilizar en cada momento eliminando así el mecanismo de embrague. El sistema dispone de una caja de cambios automática con cuatro velocidades para el motor de gasolina y dos para el eléctrico.
Con este sistema de propulsión, el Duster homologa una velocidad máxima de 160 km/h., acelera de 0 a 100 km/h. en 10,1 segundos y homologa un consumo combinado de 5 litros a los 100 km, un consumo bajo para un coche de 4,34 metros de largo que pesa 1.422 kilos. Los híbridos suelen ofrecer ventajas en consumo en la circulación urbana, pero también en carretera. Hoy lo comprobaremos y para eso nada mejor que poner rumbo al norte, desde Barcelona a Alins, un pequeño pueblo de la provincia de Lleida. Por delante, autovía hasta Cervera, carretera nacional hasta Sort, el famoso pueblo de la lotería y, desde allí, por la comarcal 13 hasta Alins.
En autopista se hace muy evidente la diferencia entre este nuevo Duster y su antecesor. Este coche está construido sobre una nueva plataforma del Grupo Renault, no solo más moderna, sino tecnológicamente más avanzada. Una de sus principales diferencias es la anchura, que no solo permite ofrecer más espacio interior, sino que ofrece al coche un comportamiento dinámico mucho más aplomado y seguro.
Además, se nota la evolución de la marca en otros aspectos muy significativos como la sonoridad interior (a ello contribuye la suavidad de la caja de cambios y la entrada en acción casi imperceptible del motor eléctrico en algunos momentos en sustitución del de gasolina para rebajar el consumo), los ajustes y acabados del habitáculo o el confort de los asientos. En carretera tiene un comportamiento adecuado. Las generosas llantas de 18 pulgadas con neumáticos 215 le proporcionan un buen agarre y aunque la suspensión es elástica, ya que debe proporcionar un buen compromiso en todoterreno, no tiene un balanceo excesivo. La dirección le proporciona una buena agilidad en curva y los 143 CV son suficientes para moverlo con solvencia.
De Alins a Andorra por la montaña de Tor
Visitar Alins, en la Vall Ferrera, es una oportunidad para conectar con la naturaleza y la historia de los Pirineos catalanes, además de descubrir rincones de gran belleza y tranquilidad. Alins es una localidad muy conocida en Cataluña porque tiene en su término el refugio de la Vall Farrera que es el lugar desde donde se parte para realizar la ascensión a la Pica d’Estats que es la cima más alta del territorio catalán con 3.143 metros. Nosotros no íbamos a subir a la Pica sino que nos desviamos hacia Tor.
Alins, como otras localidades cercanas a la frontera con Francia, fue históricamente un paso utilizado para el contrabando, especialmente durante la posguerra en España y la Segunda Guerra Mundial. El difícil acceso y la proximidad a la frontera facilitaban el tráfico de mercancías clandestinas. Hoy es un apacible pueblo de montaña, ideal para los amantes del senderismo y, en otoño, de los buscadores de setas. Para poner a prueba el Dacia Duster Hybrid, fuimos hasta uno de los lugares más conocidos de la zona, el pueblo de Tor.
La carretera que va de Alins a Tor es una maravilla. En realidad, no es una carretera, sino una estrecha pista de montaña encementada para facilitar el tráfico durante todo el año, aunque en invierno, si nieva, el pueblo queda aislado. Es una carretera que va siguiendo el curso del río de la Noguera de la Vall Farrera que es un afluente del Noguera, del Segre y del Ebro y que va serpenteando en medio de bosques y de rocas por un valle realmente estrecho.
Existe una leyenda popular que habla de un tesoro escondido en las montañas cercanas a Tor, posiblemente vinculado con los contrabandistas o con historias más antiguas. Aunque no hay evidencias reales de la existencia de dicho tesoro, esta leyenda añade una capa más de misterio al lugar. La montaña de Tor es de propiedad privada y la pista es también privada, aunque abierta al tráfico siempre que se respete la velocidad máxima de 10 km/h y no se abandone la propia pista. La carretera se convierte en pista de tierra dos kilómetros antes de llegar al pequeño pueblo de Tor que deberemos dejar atrás camino de Andorra.
Tor sería completamente desconocido de no ser por un crimen que sucedió allí por la propiedad de la montaña que circunda al pueblo y que se ha hecho muy conocido por un programa de la televisión catalana, del periodista Carles Porta que se emitió más tarde en una televisión española. Eso hizo que el pueblo se convirtiera en una atracción turística con gente que buscaba el morbo de conocer el lugar donde se produjo el crimen. Esto ha hecho que los habitantes del pueblo estén cansados de ese turismo y del hecho de que el pueblo, con lo bonito que es, se conozca solo por ese crimen. En cualquier caso, hay que pasar por aquí y nosotros no nos detenemos y continuamos por la pista camino de Andorra.
Desde Tor tomamos la pista que nos va a llevar a Andorra. Es una pista forestal de alta montaña, con pendientes pronunciadas, curvas cerradas, roderas provocadas por el paso de vehículos en épocas con barro y zonas más o menos rotas. En definitiva, un menú que no asustaría a ningún 4×4, incluyendo la propia versión 4×4 del Duster, disponible con el motor de gasolina híbrido ligero de 130 CV, y que también superamos con esta variante de dos ruedas motrices híbrida.
El Duster Hybrid en pista
Para ello, este Duster nos ayudará con algunas de sus características, tanto físicas como mecánicas. En primer lugar, con los 143 CV y la entrega inmediata de potencia desde bajas revoluciones que aporta el motor eléctrico, pero también con sus ángulos característicos. El de ataque es de 24 grados, con la protección delantera a modo de patín, útil si encontramos barro, el ventral es de 23 grados y el de salida, de 36, realmente bueno. Pero lo mejor es que contamos con una altura al suelo de casi 21 cm.
La pista nos lleva hasta el Port de Cabús, justo en la frontera entre España y Andorra. Desde aquí seguiremos, ya en territorio andorrano, hasta la estación de esquí de Pal. La mayoría de las estaciones de esquí en los Pirineos están en áreas de alta montaña con vegetación escasa o nula, pero Pal destaca por tener pistas que serpentean entre frondosos bosques de pinos, lo que ofrece una experiencia diferente y muy atractiva para los esquiadores.
Ya estamos en Andorra, sobre asfalto ya que justo en la frontera se produce el cambio. Ha subido el consumo con toda la pista de tierra en subida circulando despacio y en pendiente positiva. Estamos en 5,7 litros a los 100. El motor eléctrico apoya, pero sin poder recargarse. Bajando sí recarga a tope, de modo que el consumo volverá a bajar. Hay una circunstancia que conviene explicar. Hay algunos híbridos que subiendo puertos de montaña se quedan sin la batería ya que esta se agota. No es el caso del Duster. Este es un sistema híbrido en el que la parte eléctrica siempre está disponible. Esto sucede porque cuando la batería llega a un cuarto, el coche la recarga utilizando el motor de combustión para, de este modo, cuando necesitemos aceleraciones puntuales o la ayuda del eléctrico la tendremos siempre.
Desde Pal llegamos hasta La Massana, donde finalizaba la primera parte de nuestra ruta. Desde La Massana bajamos hasta Andorra la Vella, la capital del país pirenaico. Con una extensión de aproximadamente 468 km², Andorra es uno de los estados más pequeños del mundo. Su singularidad radica en su combinación de una estructura política única, un entorno natural espectacular y su estatus de destino turístico y comercial. Es un país que mezcla tradiciones antiguas con una vida moderna y multicultural, todo enmarcado en los imponentes picos pirenaicos.
En las siempre congestionadas calles de Andorra, el Duster se encuentra también a gusto y es aquí donde los beneficios de la hibridación en forma de bajo consumo se notan mucho más. En tráfico lento, con muchos parones y avanzando a baja velocidad, las retenciones y frenadas permiten tener siempre cargada a tope la batería con energía que se usa para circular de manera constante. Es insólito el tiempo que este coche funciona en modo eléctrico. Recupera muy fácilmente y recarga muy rápidamente la batería y usa la energía eléctrica durante mucho rato.
La vuelta, también por pistas
Llegamos a Andorra por pistas y volveremos a tierras catalanas también por ellas, aunque esta vez, con un recorrido diferente que empieza en Sant Julià de Loira que es la última población andorrana en dirección a la frontera y a la Seu d’Urgell, en Lleida, desde donde sale una carretera que es la de la subida a La Rabassa donde hace tiempo se celebraba una subida en cuesta y donde ahora encuentras siempre ciclistas entrenando. Es una carretera buena, ancha, que discurre entre un bosque de modo que incluso en verano facilita el entrenamiento ciclista. La carretera nos lleva a la cota 2.000 donde está la estación de esquí de fondo de La Rabassa y la parte alta del parque Naturland, un parque de actividades para la familia. Desde allí cogeremos la pista que nos llevará de nuevo hacia España sin pasar por la aduana.
A pesar de ser un 4×2 este Dacia nos ofrece también los menús de información offroad donde vemos los ángulos longitudinal y transversal en que se encuentra el coche en su avance. También tenemos control de descensos para las bajadas. Se trata de una función del control de tracción que frena las ruedas para mantener una velocidad estable para que el conductor deba únicamente preocuparse del volante. La velocidad de bajada la podemos adaptar al terreno mediante los mandos del control de velocidad. Hay que tener en cuenta, además, que el Duster dispone de cámara tanto delante como detrás y en los laterales que nos ayudarán a maniobrar o a superar algunos obstáculos fuera de carretera.
Para un uso familiar, el coche ofrece algunos de esos elementos que facilitan la vida a bordo sin encarecer el precio final. Las barras de techo, por ejemplo. Para facilitar el montaje de portabicis, portaesquís o cofres de techo, las barras del Duster, situadas longitudinalmente, pueden situarse transversalmente evitando así tener que comprar las barras transversales. Una idea tan sencilla como inteligente.
Desde el Coll de la Rabassa entraremos rápidamente en territorio español. Aquí, el paisaje cambia y entre llanos de montaña y pequeñas zonas de bosque nos encontramos algunos coches abandonados tal vez usados por contrabandistas que, tras averiarse, los dejaron en zonas remotas. La ruta, más difícil que la del día anterior, ya que está mucho más rota, es más estrecha y hay muchas más piedras, nos lleva al refugio del Coll Midas y, desde allí hacia la localidad de Bescarán. En este caso, al ser en bajada, resulta menos complicada, pero hay que tener mucho ojo, sobre todo con no pinchar una rueda. Despacito y con tranquilidad.
Bescarán y Estamariu antes de llegar a la carretera de la Seu d’Urgell son pueblos ideales para disfrutar de la arquitectura tradicional pirenaica y visitar sus iglesias románicas, rodeados de paisajes naturales excepcionales.El regreso lo efectuaremos por el Túnel del Cadí y por autopista desde Berga hasta nuestro destino, en Barcelona. Y, al llegar, os damos los datos finales del viaje: recorrido total de 711 km (incluye recogida del coche e idas y venidas para grabar) con un consumo medio de 5,2 litros. En el recorrido de bajada desde Andorra y saliendo por La Rabassa, el consumo fue de 4,8. Y lo más interesante, de los 711 km, 333 en modo eléctrico.
He de reconocer que esta prueba era complicada. El Duster HYBRID 140, con su tracción delantera no parecía el más apropiado para superar pistas de montaña en plenos Pirineos en otoño, pero ya habéis visto que sí, que se desenvuelve sin problemas incluso en pistas algo complicadas. Para los que vayan a realizar este tipo de actividades a menudo, eso sí, Dacia ofrece la versión 4×4 de 130 CV de gasolina que mantiene la practicidad y la polivalencia de este HYBRID 140. Y por supuesto, nuestra intención es que conocierais un poco más esta zona de los Pirineos y estas rutas que empleaban antaño los contrabandistas y que hoy nos permiten disfrutar de vistas extraordinarias y lugares fantásticos, a apenas dos horas de Barcelona, y con Andorra como destino ideal en cualquier época del año.
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