Sánchez sólo podrá gobernar subiendo la recaudación fiscal y tirando de los fondos UE tras el segundo ‘no’ a la senda de déficit.
El ‘no’ de Congreso a los objetivos de déficit y deuda del Gobierno hace casi imposible que se aprueben nuevos Presupuestos. Esto obliga a Sánchez a gobernar mediante un aumento de la recaudación fiscal y con la 31 mil millones lo que se espera del Fondos de la UE. Si se aprueba la nueva adenda que el Ejecutivo enviará a Bruselas.
Una vez que caiga en la segunda votación, camino de estabilidad propuesta, la ley nos obliga a gobernar con lo que existía hasta este momento. Esto significa continuar con lo enviado el año pasado a Bruselas, que recorta opciones de gasto para las CCAA en una décima del PIB, y aumenta en otra décima el margen para el Estado.
A pesar de su fracaso, María Jesús Montero. tendrá un incremento en la recaudación de más de 8% en 2026 (casi 350.000 millones) para gestionar los fondos públicos, un techo de gasto en máximos históricos de 212.026 millones y el maná que queda pendiente de llegar de la Próxima Generación.
Con estos millonarios mimbres para construir las arcas públicas, la intención declarada por el Ministro de autoridades fiscales es presentar un proyecto de Presupuestos lo antes posible, pese a no tener marcadas las nuevas referencias de déficit y deuda.
La situación es complicada para las CCAA, que estarán obligadas a disponer de un déficit cero en 2026, en comparación con el margen de 1,75 mil millones de números rojos que les ofrecía la propuesta del Gobierno.
Para todo el período 2026-2028 que marca el camino de la estabilidad, el margen se estrecha casi 5.5 mil millonescomo el ministro en el Congreso recordó (y reprochó) la oposición mostrada por PP, Vox y Junts.
Por suerte para el Ejecutivo, el techo de gasto No se somete a votación en el Congreso. Eso sí, Junts ya ha avisado de que no piensa apoyar los Presupuestos que presentará a principios de año.
Esto lleva al Gobierno a tercera prórroga presupuestaria consecutivasi algunos no son llamados antes elecciones generales. Con el margen dado por la recaudación y los Fondos de la UE, el Tesoro podrá gastar el efectivo del Estado según los programas del cuentas 2023los últimos que fueron aprobados, con las adaptaciones, aumentos y mejoras necesarias.
Con este escenario, ya previsto por el Ejecutivo, el Presidente Sánchez Ya ha mostrado en varias ocasiones su voluntad de seguir adelante aunque no haya unos Presupuestos aprobados para 2026, en la que ya se vislumbra como la parte final de la legislatura. Le basta con cerrar la gestión de los fondos de la UE.
«El gasto aumenta porque aumentan las pensiones, los salarios públicos, las inversiones en transición verde, la vivienda y las infraestructuras», entre otras cosas, argumentó la ministra en el Congreso al ratificar el techo previsto, pese a la falta de objetivos de déficit y deuda.
Los cálculos del Tesoro elevan incluso ese techo de gasto público en 4.000 millones (216.178 millones), gracias al aporte esperado de la Próxima Generación hasta agosto, mes en que finaliza el programa.
Adenda en proceso
Pero para que lleguen estos fondos será necesario que el Comisión Europea aceptar la nueva adenda final que Ministerio de Economía negocia en este momento, en el que los hitos y medidas a cumplir por el Gobierno se reducen drásticamente.
En la recta final del maná europeo se han condonado más de 60.000 millones de los créditos (que han quedado fuera del mercado), pero el objetivo es alcanzar 100% de las subvenciones a fondo perdido.
Los cuatro pagos previstos hasta ahora se reducirán a sólo dos, por un importe total de 31.000 millones de euros. Una solicitud se realizará en enero y la otra justo antes del verano, para llegar a tiempo.
Además, Bruselas debe aprobar nuevas condiciones en la adenda, que se han rebajado de 257 a apenas ciencon menores requisitos legales y políticos. De naturaleza cuantitativa en su mayor parte.
De hecho, la idea es eliminar de la lista final todo lo que implique entrada en vigor de leyes (más de media docena pendientes), debido a las dificultades que tiene el Gobierno para sacar adelante algunas de ellas en el Congreso en apenas ocho meses.
La nueva adenda evita todos los obstáculos que podrían imposibilitar la consecución de los objetivos previstos, que son recibir la totalidad de los fondos no reembolsables pendientes.
Sin un camino de estabilidad ni de Presupuestos, cualquier recorte en las partidas pendientes de la UE podría suponer un tremendo fracaso político para un Gobierno atrapado en su minoría parlamentaria.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí