Schopenhauer se negaba a sí mismo y negaba la vida y el cuerpo. Para mí, afirmar la vida y el cuerpo es la única vía auténtica


Todos hemos experimentado grandes decepciones en la vida adulta. Personas a las que admirábamos fervientemente durante los primeros años de nuestra vida y, sin embargo, una vez alcanzadas la madurez, resultaron ser auténticas decepciones. Para Friedrich Nietzscheconsiderado por muchos como «el último filósofo», Esta gran decepción fue Arthur Schopenhauer.
En su juventud, mientras se dedicaba a la filología clásica, Nietzsche encontró las ideas de Schopenhauer y las encontró profundamente reveladoras. Pero con el paso de los años descubrimos refutando al que una vez fue su maestro. La vida, aseguró Nietzsche, no era un camino de negación, como proponía el filósofo del pesimismo, sino una afirmación continua.
El filósofo de la negación
En el estudio de la filosofía, ahora se describe a Schopenhauer como el negador continuo y a Nietzsche como el afirmador continuo. Mientras que el primero nos pedía que dijeramos “no”, el segundo nos animaba a decir “sí”. Pero ¿qué significan este afirmador y este negador?
Para entenderlo debemos comenzar por resumir, a grandes rasgos, la proposición de Schopenhauer, conocida con el nombre de El “filósofo pesimista”. En su opinión, el ser humano está condenado a sufrir por su propia voluntad. El deseo de ser, la voluntad de hacer, es lo que nos condena a sufrir. Y la única manera de evitar el sufrimiento es adoptar el ascetismo.
En otras palabras, privarnos de todos los placeres materiales, abandona todo deseo. Para Schopenhauer, había que renunciar incluso a las relaciones humanas, vivir una vida aislada y restringida si se quería ser verdaderamente feliz. O lo que es lo mismo: Di “no” a la voluntad, di “no” a toda experiencia. el humano ajeno a la contemplación.
El filósofo de la afirmación
Durante los primeros años de su vida, Nietzsche llegó a estar de acuerdo con estas ideas. expuesto por Schopenhauer. Pero fue después de un viaje a Italia, donde descubrió el ritmo mediterráneo, la forma de vida de los europeos del sur, que el joven pensador rompió con el que fue su maestro. También rompe con otro gran referente de su vida: Richard Wagner.
El joven filósofo, que no tuvo una vida fácil, confronta a Schopenhauer y convierte su “voluntad” en “voluntad de poder”. La vida, afirma el pensador, no está hecha para decir no. De lo contrario, La felicidad es decir “sí”. Aceptando el sufrimiento y haciéndonos más fuertes con él. Disfrutando de los placeres. Creando tu propia moralidad. La compasión y la autocompasión dan escalofríos a Nietzsche. No quiere un mundo complaciente, sino capaz de diseñar sus propias reglas éticas.
Para lograrlo, nos decía Nietzsche, debemos volver a la corporalidad. Si para Schopenahauer la vida debe vivirse desde la mente, y ante el mínimo estímulo posible, Nietzsche se revela y nos dice todo lo contrario: la verdad se encuentra en el cuerpo. “Hay más razón en tu cuerpo que en tu mejor sabiduría. » escribiría alemán en Así habló Zaratustra.
Escucha las emociones
En un mundo donde nos resulta tan fácil desconectarnos del cuerpo, donde nos dominan las exigencias excesivas, la autocensura, la hiperproductividad y el miedo al error, el lado de Nietzsche puede ser mucho más beneficioso que el de Schopenhauer. Y aunque nunca viene mal un llamado a la calma, conectar con nuestras sensaciones físicas Esta puede ser la clave para cambiar el curso de nuestras vidas.
Al menos, si nos atenemos a lo que descubrió. psicología Desde el lejano siglo XIX hasta nuestros días, la evidencia habla por sí sola. La teoría de Nietzsche tiene todo para ganar, porque hoy Sabemos que las emociones se regulan mejor cuando se las escucha.no cuando son reprimidos; que el cuerpo es un elemento clave de la salud mental, desde la respiración hasta la postura; que es imprescindible dejar de luchar contra la infelicidad para vivir según valores; y el cuerpo siempre lleva la cuenta, por lo que la integración corporal es esencial para la curación.
Di “sí” a la vida
Di “sí” a la vidacomo nos preguntaba Nietzsche, es la verdadera clave de la felicidad. Y para aplicar su filosofía, todo lo que necesitas hacer es:
-Escucha al cuerpo. Pasa de la mente al cuerpo dedicando unos minutos a respirar conscientemente. Ejercicios como respirar, tomar conciencia de su cuerpo o salir a caminar pueden devolverle la conciencia.
-No luches con tus emociones. Obsérvalos sin interpretarlos como fracasos. Tus emociones son señales, no amenazas.
-Cultiva una forma de placer que te haga sentir bien. Nietzsche vio en los pequeños placeres la capacidad de reafirmar la vida, de multiplicar nuestro poder personal. Ya sea leer, cocinar, bailar o crear, todo sirve para vivir en plenitud.
-A atreverse. Hacer cosas que te mareen un poco, y no por imprudencia, sino porque la vida se expande cuando cruzamos nuestros propios límites.
-Encuentra tu “sí”. Esa pequeña cosa que te impulsa, aunque sea mínima, aunque sea insignificante, es lo que te cambia la vida. Busca tu “sí” y lucha por ellos sin miedo.
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