Si alguien me pone en duda por quedarme fuera del Dakar, tiene un problema
Se salieron 10 centímetros del camino y se chocaron una piedra. Salieron catapultados e hicieron la ‘croqueta’ con el coche. Por suerte no iban rápido y, más allá de algunos desperfectos en el coche, no les pasó nada. Eso sí, la FIA decidió que por dos milímetros la barra de encima del cubículo del piloto no cumplía las normas, y Laia Sanz (Corbera de Llobregat, 1985), junto a su copiloto Maurizio Gerini, quedaron fuera del Dakar en la primera etapa. Cumplía Sanz 15 participaciones en la carrera más dura del mundo, y por primera vez, no pudo terminarla. Ahora, ya en casa, recuerda lo vivido este mes de enero.
Han pasado unos días ya. En perspectiva, ¿cómo recuerda la retirada?
Fue un palo. Los primeros días fueron muy difíciles. Recuerdo la primera noche, que no pude ni dormir. Haces el esfuerzo de terminar la etapa, de arreglar el coche. El equipo dijo que se podía arreglar todo. El coche mecánicamente estaba muy bien, era más un tema de fibras y el cristal. Y vino la FIA y nos dijo que no nos dejaban salir. No pude dormir. La mañana siguiente, cuando todos salían, era una sensación muy rara. Era la primera vez que me pasaba.
¿Con el tiempo se ve distinto?
Cuando volví a casa, los primeros días también fueron mal. Ahora he cogido un poco de perspectiva y lo he asumido, pero fue duro. Pensaba: «Debía estar allí». Ya estoy más animada y preparando el siguiente Dakar.
¿Cómo vivió su el accidente al volante?
Es que casi ni le llamaría accidente. Hicimos una ‘croqueta’ suave. Si hasta me dio tiempo de pensar: «No, no, no, no». Fue como a cámara lenta. Estuvimos un momento a dos ruedas y al final volcamos. Íbamos muy lentos. Nos estábamos tomando la etapa con calma porque no teníamos tablet, y se nos había roto el cambio. Sin correr, vamos. Estábamos rodeados de polvo porque nos acababa de pasar un piloto y no vimos una piedra.
¿Cuándo salió del coche, qué piensó?
Primero, que era una liada. Miramos si podíamos seguir. Muy mal rollo. Era la primera etapa y hacia el final. Le dimos la vuelta al coche y vimos que mecánicamente podíamos solucionarlo, y pudimos terminar la etapa. Te vienen muchas cosas a la mente. Con todo el esfuerzo hecho… Y este año, además, que me había costado especialmente estar en la línea de salida, que te pase esto… Es como… ¿Qué más? Pero son cosas que pasan. A los mejores del Dakar también les pasa.
Cuando llegó al vivac, ¿qué le dijeron los mecánicos?
Que había trabajo esa noche para el coche. Empezamos a mirarlo con ellos y entonces vino la FIA. Vino el primer comisario y nos dijo que no podíamos salir. Luego vino un segundo, que era su jefe, y entonces se lo empezó a mirar mucho. Ahí tuve esperanzas. Que no dijera nada era bueno, porque ellos son de los que directamente dicen que no. Estuvo más de media hora y hubo un momento en que estuvo a punto de decir que sí. Pero finalmente nos dijeron que no, pero que le diéramos media hora que se lo tenía que terminar de pensar. Me fui al ‘motorhome’, pero no me hice ilusiones. Y finalmente fue que no.
Se tuvo que quedar unos días en Arabia Saudí hasta volver a casa.
Intenté volver lo antes posible, porque allí no tenía nada que hacer. Si me llego a quedar fuera el décimo día, seguramente me hubiera quedado. Pero quedándome fuera así, era muy duro estar allí. No había vuelos de vuelta hasta 4 o 5 días después. Me puse y encontré un vuelo desde Yeda. Me llevó Gerini con el ‘motorhome’, porque no había manera de llegar y nos hicimos 600 km. Y me fui. El vuelo de vuelta fue uno de los más duros que he tenido a nivel mental.
¿Qué le pasó por a cabeza?
Es un momento en el que estás en bucle. Ahora ya he asumido que no puedo hacer nada. Por esos dos milímetros seguro que alguna vez me he salvado de accidentes graves en moto. No hay que darle vueltas.
Ya está preparando el Dakar 2026. ¿Cómo se encara después de esto?
Hay más ganas. Los primeros días sí que estaba un poco más desanimada, pero ahora tengo muchas ganas de ir bien y de buscar la manera de ir en condiciones. Quiero encontrar más medios. Este año no pude probar el coche antes. Hicimos un buen prólogo y creo que hubiéramos hecho un buen Dakar. Pero cuanto más preparado vas, mejor a nivel de proyecto. Quiero dar un paso adelante.
¿Da miedo que se le ponga en duda como piloto por lo de esta edición?
Tenía todo el derecho de quedarme fuera de un Dakar. Hay pilotos que tienen esa presión, que solo han terminado la mitad de los que han corrido. Pero si alguien me cuestiona por esto, es que tiene un problema. Con esto estoy muy tranquila. Obviamente, no ayuda que esto te pase para el siguiente proceso. Esto tenía que pasar tarde o temprano. Así que, insisto, si alguien piensa eso es que tiene un problema.
14 Dakars terminados de 15 disputados. Pocos pilotos tienen esos números.
Y los hemos acabado, y a buen nivel. Incluso en esta edición terminanos la etapa. Hay gente que habría volcado y se hubiera ido a casa. Nosotros terminamos. Obviamente, es culpa mía haberme comido la piedra y el polvo. Fue muy mala suerte. Pero aun así terminamos la etapa. Tengo la conciencia muy tranquila. Me merezco un crédito. Los he terminado todos. Ahora me hace valorarlo aún más. Ves lo fácil que es quedarse fuera de un Dakar.
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