El jueves, un día antes de la juramentación presidencial en Venezuela, varios agentes chavistas fueron detenidos violentamente y en medio de disparos, María Corina Machado al finalizar la multitudinaria protesta que ella misma había convocado en el distrito de Chacao, en Caracas. Después de varias horas de incertidumbre, su equipo anunció que, «durante el secuestro», el líder opositor «La obligaron a grabar varios vídeos» antes de ser liberado. Unos momentos de confusión que el régimen de Nicolás Maduro aprovechó para llamarla «mentirosa».

Julio Borges (Caracas, 1969), expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y exiliado en España durante años, considera que este episodio forma parte de una estrategia del régimen desacreditar al movimiento de oposición. «Las dictaduras son expertas en aniquilar moralmente a las personas y deshumanizarlas», explica Borges en una entrevista con EL ESPAÑOL. «El ataque a María Corina Machado demuestra que Maduro el esta desesperado y nervioso«, considera.

En las últimas elecciones presidenciales del 28 de julio, la oposición proclamó ganador a su candidato, Edmundo Gonzálezrespaldado por más del 80% de las actas de votación verificadas también por observadores internacionales. Maduro, en cambio, sin aportar ninguna prueba, anunció su propia victoria. Hoy, 10 de enero de 2025, González ha prometido regresar a Venezuela para asumir como presidente electo. Mientras tanto, Maduro atrapado en la paranoia lo que le lleva a hablar de una supuesta invasión inminente y, rodeado de un vacío de apoyo internacional, se dispone a jurar otros seis años en el poder.

Sobre lo que pasó ayer y lo que está por pasar hoy, hablamos con Julio Borges. Un intervalo breve, pero que podría definir el futuro de Venezuela. El rival, en estrecho contacto con los equipos de María Corina Machado y Edmundo González, parece tenerlo claro: «Haga lo que haga Maduro hoy, será una derrota para él«.

¿Cómo valora lo ocurrido ayer en Venezuela?

Creo que hay tres puntos claves a analizar ayer. En primer lugar, es evidente que los esfuerzos del régimen por movilizar a la población a su favor fracasaron estrepitosamente. En segundo lugar, a pesar de que se inyectó una sobredosis de terror a la población, la gente salió de manera descentralizada: hubo manifestaciones y concentraciones en parroquias, municipios y regiones de todo el país. Esto es importante. Finalmente, el ataque a María Corina Machado es un claro reflejo de la desesperación, el nerviosismo y el miedo que siente Maduro. El régimen teme a María Corina Machado, y eso fue evidente.

¿Fue ese miedo lo que llevó al régimen a detenerla?

Debemos entender los mecanismos con los que actúan las dictaduras. Si se miran diferentes casos, como el de Europa del Este o América Latina, lo que termina derrotando a las dictaduras es el liderazgo moral, y ese es mucho más poderoso, mucho más fuerte y mucho más desafiante que cualquier otro tipo de poder. Hablo del poder del testimonio, de la verdad, del coraje. Eso es lo que está pasando ahora en Venezuela y eso tiene a Maduro completamente desesperado.

Habla de los mecanismos de las dictaduras. Para intentar arrojar un poco de luz sobre lo ocurrido ayer: ¿por qué el chavismo querría detener a María Corina Machado y obligarla a grabar unos videos para luego liberarla?

Las dictaduras son expertas en aniquilar moralmente a las personas, en capturarlas, en deshumanizarlas y quitarles la dignidad. Eso es lo que hizo ayer el régimen de Maduro: tratar de demostrar que está por encima de todo y de cualquier liderazgo opositor. Ahora bien, creo que estás equivocado: el efecto que han conseguido es completamente opuesto al que esperaban.

¿Cree que los momentos de confusión vividos ayer han afectado la credibilidad de la oposición?

En absoluto. Estamos en un momento en el que el país está tan comprometido con la lucha por la libertad que, a pesar del terror, la gente salió a las calles. Lo ocurrido ayer indigna, pero también motiva a la población a convertir ese enfado en movilización y ganas de seguir luchando.

Faltan pocas horas para la toma de posesión presidencial. Edmundo González prometió regresar a Venezuela para la investidura. ¿Crees que todavía está comprometido a regresar?

Sí, creo que sigue comprometido. Está reunido con varios expresidentes en República Dominicana deliberando sobre los próximos pasos, y estamos esperando lo que anuncien en unas horas. Pero ayer, Edmundo publicó un mensaje claro: «La verdad no tiene miedo».

¿Confía en que podrá llegar a Caracas? Parece que la frontera con Colombia está cerrada y todo el país muy militarizado…

Lo intentará, eso seguro. Tiene la determinación de hacerlo, y en cualquier escenario el que pierde es Maduro. Si el régimen actúa contra él o contra los ex presidentes, será una gran derrota. Si les impide entrar al país, también será una derrota, porque quedará aún más expuesto como dictador. Maduro se encuentra en una situación sumamente comprometida; Cualquier movimiento que haga será una derrota.

Maduro ha prometido que no permitirá que nadie le impida llevar la banda presidencial en el pecho. Todo indica que lo hará. ¿Cómo cree que reaccionará el pueblo venezolano si ocurre esa escena?

La gente sabe que el régimen está en una etapa final y creo que Maduro, como tantos otros dictadores, ha estirado tanto la realidad que se le va a romper en la mano. Todo el proceso venezolano está en una cuenta regresiva para un cambio.

¿Por qué crees que hoy, 10 de enero, por fin habrá cambios?

Creo que el cambio ya se dio en Venezuela. El 28 de julio se produjo un cambio verdaderamente heroico y milagroso. Nuestra lucha ahora es terminar de materializar ese cambio. Estamos en un proceso que ya, si Dios quiere, está en sus últimos pasos. Si Maduro prevalece hoy, sólo estará dando un paso más para cavar su propia tumba.

Conocíamos el apoyo de Joe Biden a la oposición, pero tTras la detención de María Corina Machado, fue Donald Trump quien publicó un mensaje exigiendo su seguridad. ¿Qué opinas de esta reacción?

Creo que Donald Trump tiene una idea clara sobre cómo apoyar el cambio en Venezuela. Durante su primer mandato, la situación venezolana fue uno de los temas más importantes de su política internacional. Todo su equipo actual muestra una gran sensibilidad hacia los temas venezolanos y cubanos. Es una buena noticia que esta causa siga contando con el apoyo de demócratas y republicanos, manteniendo una posición bipartidista en Estados Unidos. Lamentablemente hay excepciones muy tristes, como México, Colombia y Brasil, cuyos gobiernos han tomado posiciones inexplicables. También está el caso de España, de la que esperamos mucho más de lo que está haciendo el gobierno de Sánchez.

Menciona a Colombia. Hace unas horas, Gustavo Petro dijo que no asistiría a la toma de posesión de Maduro. ¿Crees que esto representa un cambio?

No creo que haya un cambio real. Hace poco lo critiqué en Twitter y él respondió. Le señalé que su posición no era coherente. Si leemos atentamente la declaración de Petro, hay inconsistencias. Por ejemplo, el embajador de Colombia asistirá a la demostración de falsedad de Maduro. Además, Petro insiste en dialogar sólo con grupos progresistas de Venezuela, lo cual es excluyente. Luego dice que las elecciones tuvieron enormes problemas, debido a la injerencia internacional. En nuestra opinión, sigue analizando la situación desde un prisma ideológico. Pero la cuestión venezolana no tiene nada que ver con ideología, sino con derechos humanos, dignidad, democracia y libertad. Este error de enfoque, que también comparte el presidente de México y posiblemente Lula, es un error histórico que creo que les terminará costando caro.

Y el Gobierno de España. Ayer no estuvo presente en la manifestación convocada en la Puerta del Sol, pero sí emitió un comunicado tras la detención de María Corina Machado.

El Gobierno de España no está ejerciendo su responsabilidad. Digo esto porque España ha sido tradicionalmente el marcador de posiciones dentro de la Unión Europea respecto a los retos de América Latina. Si tienes un gobierno tibio, eso infecta al resto de Europa. Hay países europeos sin la misma conexión con Venezuela que han adoptado posiciones más principistas que España. Esperamos que tras esta falsa juramentación de Maduro, el Gobierno español asuma la posición fundamental y deje de navegar por aguas grises que están conectadas con intereses políticos, económicos y con personalidades como Zapatero. Al final parece sólo una decisión política, pero tiene un daño real para millones de personas de carne y hueso cuyas vidas están siendo destruidas.