Si tienes tiempo, te explico qué es la amaxofobia
Imagínese sentado en el asiento del conductor y de repente sentir que algo cambia dentro de usted. No es una cuestión de nerviosismo por el retraso, ni de la tensión habitual del tráfico en hora punta. Sientes que el corazón se te va a salir del pecho y una voz en tu cabeza grita que si empiezas algo terrible sucederá. Es un ataque de amafofobia, un miedo irracional a conducir que puede afectar a cualquiera.
¿Por qué le pasa esto a alguien que antes conducía bien? ¿Es este un problema específico o algo más serio? Román, psicólogo experto en diversos trastornos, nos explica este síndrome para ayudarnos a entender qué ocurre en el cerebro.
Amaxofobia, más que un simple miedo
La amaxofobia no es una simple inseguridad al volante. La palabra proviene del griego «amaxos» (carro) y «phobos» (miedo), y define un miedo irracional e intenso guía. La clave es la palabra irracional.
A nivel lógico, Todos sabemos que conducir es una actividad diaria. que millones de personas hacen cada día sin problemas. Sin embargo, la amaxofobia hace que el cuerpo y la mente reaccionen como si estuvieran ante un león hambriento. Estas no son las precauciones que todos deberíamos tomar al viajar, sino más bien una ansiedad abrumadora que le incapacite o le haga sufrir excesivamente mientras conduce.
Este trastorno de ansiedad se manifiesta mucho antes enciende el auto. A veces, días antes de un viaje, la idea de tener que ponerse al volante ya incomoda.
Roman lo comenta Un porcentaje importante de conductores sufre este problema. en distintos grados, desde quienes sólo sienten ansiedad en carreteras rápidas o bajo la lluvia, hasta quienes dejan de conducir por completo y tienen el coche acumulando polvo en el garaje.
entenderlo Se trata de una fobia específica y no de una falta de habilidades personales. Es el primer paso para dejar de sentirte culpable por no poder hacer algo que a los demás les parece tan sencillo.
¿Cómo saber si sufres de amaxofobia?


Es esencial que aprendas a hacer esto. Identifica las señales que te envía tu cuerpoporque la amaxofobia ataca en tres frentes diferentes y simultáneos.
Román explica que lo primero que notarás síntomas físicos, cuáles son los más obvios y molestos. Seguramente lo habrás notado tus manos sudan demasiado tan pronto como agarras el volante o escuchas un rigidez muscular en el cuello y la espalda lo cual no es normal. También es común escuchar taquicardia, sensación de asfixia, mareos o incluso malestar estomacal. Tu cuerpo se prepara para huir de una amenaza que tu cerebro percibe como mortal.
Pero la batalla no termina físicamente. El segundo frente es el cognitivo.qué opinas. Si sufres amafofobia, tu mente se convierte en una fábrica de pensamientos catastróficos. Todo el tiempo te imaginas tener un accidente, perder el control del coche, atropellar a alguien o que otros conductores te griten. Román señala que existe una anticipación negativa constante donde siempre te pones en el peor escenario posible, ignorando las posibilidades reales de que esto suceda.
Finalmente, está el comportamiento observableque es evitación. Empiezas evitando conducir de noche, luego evitas las autopistas, luego dejas de conducir bajo la lluvia y finalmente… terminas dependiendo de los demás moverse, reduciendo drásticamente su libertad y autonomía.
¿Por qué aparece la amaxofobia?


Román nos explica que rara vez existe una única causa para la amaxofobia, sino que un conjunto de factores o un desencadenante específico. La causa más directa es haberlo sufrido o presenciado un accidente traumático. En estos casos es consecuencia del estrés postraumático. Tu cerebro ha asociado el coche con el dolor y el peligro de muerte, y cada vez que te subes a uno, suenan las alarmas de supervivencia para evitar que usted reviva esto. es un mecanismo de defensa que se volvió contra ti.
Sin embargo, no es necesario haber sufrido un accidente grave para desarrollar amaxofobia. Román lo subraya estrés y ansiedad generalizados En otras áreas de tu vida se pueden canalizar hacia la conducción. Si estás pasando por un periodo de mucho estrés en el trabajo, problemas familiares o depresión, este es el momento. más vulnerable al desarrollo de miedos. De repente, un día tienes un ataque de pánico mientras conduces, quizá por un simple mareo o por un pequeño susto, y a partir de ese momento aparece el miedo al miedo. empiezas a hacerlo miedo de que te vuelva a golpear ese ataque de ansiedad al conducir y perder el control, creando un círculo vicioso del que es difícil salir sin ayuda.
Además están ahí Circunstancias específicas que actúan como desencadenantes. del miedo. Conducir por autovías o autovías suele ser lo más temido debido a la alta velocidadya que se amplifica la sensación de que un error podría ser fatal. También fuertemente influenciado por condiciones climáticas adversas o falta de visibilidad. Conducir de noche, con lluvia intensa o con niebla reduce la sensación de control sobre el entorno y recordemos que la necesidad de control es una característica central de la amaxofobia. También es frecuente miedo a conducir en lugares desconocidosdonde no sabes qué carril tomar ni dónde está la salida, lo que aumenta la presión y la ansiedad de cometer errores delante de los demás.
¿La amaxofobia tiene solución?


Para concluir con una nota de realidad positiva, Román asegura que es amaxofobia se supera, pero no desaparece por arte de magia ni por la fuerza Conduce para quitarte el miedo. Esto suele ser contraproducente y puede conducir a una experiencia aún más traumática. La solución pasa por un proceso de Reestructuración cognitiva y desensibilización sistemática.. En pocas palabras, hay que aprender a cambiar esos pensamientos catastróficos por pensamientos más realistas y exponerse a la máquina poco a poco, de una forma muy paulatina y controlada.
Comprender la fuente de tu miedo es la base. Saber que no eres torpe, sino que tienes un trastorno de ansiedad asociado a un estímulo concreto, te quita un peso de encima. no es necesario Resígnate a ser copiloto de por vida. Su cerebro ha aprendido a tener miedo y, con las herramientas y la paciencia adecuadas, puede aprender a sentirse seguro nuevamente.
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