El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de cerrar una operación para entrar en el negocio de la generación de energía nuclear. Pese a los conflictos de intereses en materia energética, el impulso para su empresa Trump Media ha servido para reactivar momentáneamente el sentimiento inversor. Sin embargo, no es suficiente para superar el año negativo que están viviendo sus acciones en Wall Street.

La empresa del reelegido presidente del país norteamericano ha anunciado una fusión con TAE Technologies, una empresa tecnológica especializada en generación de energía nuclear mediante fusión y respaldada por Google.

Se trata de una operación valorada en unos 6.000 millones de dólares y con posibles conflictos de intereses. Trump se sube así al carro nuclear, en un contexto marcado por previsiones de aumento de la demanda energética, impulsado por el desarrollo de los centros de datos al calor de la inteligencia artificial.

Estas instalaciones requieren un alto consumo energético las 24 horas del día, los siete días de la semana. Es uno de los negocios pujantes que mayor apetito inversor está despertando, siendo España uno de los principales países con atractivo para el capital.

De esta manera, la estrategia de Trump Media y TAE pasa por construir en 2026 La primera planta de energía de fusión a escala comercial del mundo, de 50 megavatios (MW), revelaron recientemente. Además, el acuerdo contempla la construcción de instalaciones adicionales de energía de fusión que se espera alcancen entre 350 y 500 MW.

Trump Media se desploma un 60% en 2025

Esta es la última operación de la familia Trump, pero su actividad tiene diferentes ramificaciones en negocios de todo tipo. Las criptomonedas, el sector inmobiliario, la telefonía móvil o su principal producto, la red social TruthSocial conforman su portfolio.

El anuncio de su entrada en el negocio nuclear provocó que Trump Media se revalorizara un 42% en un solo día y otro 8% al día siguiente. Sin embargo, las acciones han vuelto a la tendencia bajista en la que se han instalado a lo largo del año, corrigiendo más del 12% desde entonces.

En total, el valor de la empresa de Trump cae aproximadamente 60% en 2025 y afronta la recta final de un año que probablemente cerrará en pérdidas mercado de valores.

Algunos analistas señalan que su red social no está ganando toda la cuota de mercado en el sector que se esperaba en sus inicios, allá por 2022, cuando todavía estaba prohibida en la plataforma propiedad de Elon Musk, Twitter (ahora X). No sería hasta marzo de 2024 cuando TruthSocial debutaría en bolsa.

Asimismo, TruthSocial no está teniendo el desempeño económico esperado, ni siquiera con Donald Trump en la Casa Blanca y las potenciales ventajas económicas que pueda tener. Las ventas de la compañía en el tercer trimestre están estancadas y acumula una pérdida neta de 19 millones de dólares.

La ofensiva de Trump contra la eólica marina

Con todo, la nueva operación de la familia Trump supone un impulso para sus negocios, a pesar de los conflictos de intereses que puedan surgir. Y la política energética de su Gobierno está siendo especialmente relevante este año por la ofensiva contra la energía eólica que está llevando a cabo.

Hace apenas unos días, el Ejecutivo de Trump suspendió cinco parques eólicos diferentes empresas en la costa oeste de Estados Unidos alegando razones de “seguridad nacional”.

Entre las empresas afectadas se encuentran Iberdrola, el gigante danés Orsted, la noruega Equinor y la estadounidense Dominion Energy. Mientras la energética española asegura que el impacto es sólo del 20% de su proyecto Viñedo I, el resto ha mostrado preocupación y colaboración con los organismos correspondientes para poder retomar su actividad.

Desde Orsted incluso han anunciado que están estudiando procedimientos legales para poder volver a la normalidad. En cualquier caso, la estrategia energética de Trump ha establecido un enemigo claro en la energía eólica marina.

Todo esto mientras otras tecnologías como fracking extraer combustibles fósiles y ahora invierte sus propios activos en energía nuclear.