Tenía un brote de acné que no desaparecía hasta que probé este tratamiento que me dejó una piel luminosa y sin marcas de granos
El acné es una de las razones más comunes para consultar a un dermatólogo. En mi caso, esto nunca fue un problema, ni siquiera durante mi adolescencia. Pero sí, como resultado del uso de máscaras durante la pandemia, empezaron a aparecer en mi cara.
Brotes de acné en áreas localizadas como el mentón.. Y si algo he aprendido a lo largo de los años es que pincharse o reventar las espinillas es lo peor que puedes hacer en casa. De hecho, si este drenaje no lo realizan especialistas, la infección puede extenderse provocando la aparición de un mayor número de granos. Y también nos quedarán huellas. Por eso cuando tengo un nuevo brote de acné acudo inmediatamente a un centro de belleza donde realmente sé que cuidarán mi piel.
En esta búsqueda del tratamiento perfecto para obtener una piel sin marcas ni granos, encontré la mejor solución:
La oxigenación artesanal de Cristina Galmiche. Después de algunas semanas donde mi acné no desaparecía del área de mi mentón usando diferentes productos cosméticos, decidí probar este protocolo. Para mi gran sorpresa mi piel cambió en una semana gracias a este tratamiento que limpia y destapa los poros con extracción manual y 100% segura y cambia mi rutina de limpieza facial en tres pasos.
¿En qué consiste esta oxigenación y por qué no deja rastros en la piel?
“La técnica de Oxigenación Artesanal parte de unos pasos esenciales (diagnóstico, desmaquillado, masaje, electrodos de alta frecuencia, exposición al vapor de ozono y extracción manual); En la fase final del tratamiento, cada rostro recibe el cóctel de principios activos que mejor le conviene para lucir suave, luminoso y saludable. Podríamos decir que diseñamos una combinación a medida que se adapta a las necesidades de cada piel y que aporta los activos básicos para conseguir la belleza duradera del tejido y su bienestar dermatológico”, explica la facialista Cristina Galmiche.
“Lo que ofrecemos con esta oxigenación es una limpieza de por vida, pero prestando especial atención a la extracción manual, que se realiza drenando con cuidado cada poro, sin agredir ni dejar rastros. El carácter técnico de una profesión de este tipo es muy exigente y requiere una esteticista altamente cualificada”, continúa la experta.
¿Cuáles son los beneficios de esta oxigenación en la piel?
Los beneficios son obvios: drena puntos negros, microquistes y otras imperfecciones. Controla la infección del acné, regula gradualmente la generación de sebo, fortalece el pH de la piel y mejora la microcirculación sanguínea, favoreciendo la capacidad de regeneración de los tejidos y aportando luminosidad. Además, minimiza los poros y mejora la textura de la piel.
¿Por qué la limpieza manual sigue triunfando con todos los equipos disponibles en el mercado?
“Es cierto que hay muchas opciones en el mercado, pero si no se limpia rigurosamente la lona sobre la que vamos a trabajar como se hace con las manos de una esteticista profesional, el aparato no nos dará los resultados que el cliente solicitudes.
Además, mi experiencia me demuestra que nuestras manos nos conectan con la creación artesanal: un trabajo manual tradicional que requiere habilidad, destreza, disciplina y paciencia”, subraya Cristina Galmiche.
“Nos dedicamos a la oxigenación artesanal de la piel y si hay un momento donde se ponen a prueba todas estas artes es en la fase llamada “extracción”. Es aquí donde las manos de nuestros facialistas deben demostrar su capacidad y destreza para extraer perfectamente las impurezas, evitando que nada quede encapsulado y sin provocar lesiones o roces en la piel. Si la artesanía es la capacidad de hacer las cosas bien, oxigenar la piel es la capacidad de limpiar bien la piel. Incluso me atrevería a decir que el nuevo lujo está en el trabajo artesanal, también en el sector de la belleza”, concluye la facialista.
¿Por qué no se recomienda el agua del grifo para la limpieza facial?
Cristina señala que el agua del grifo suele contener sustancias como la cal, el cloro o el sodio, que atacan la salud de la piel y modifican su pH. Según nos explica, su uso seca los tejidos de la piel y reduce la humedad, uno de los principales problemas de una dermis reactiva, con sensibilidad o acné. Por eso siempre recomienda la limpieza tradicional con leche limpiadora y tónico, retirar la leche con un pañuelo y luego aplicar el tónico. Si prefieres lavarte la cara con agua, se recomienda utilizarlo con agua hervida o mineral. Evita los derivados del agua del grifo que pueden agravar los casos de acné.
Y lo mejor es que esta oxigenación no sólo está recomendada para pieles mixtas, acnéicas o con impurezas, sino que también es la antesala perfecta de las pieles sensibles, desvitalizadas y asfixiadas.
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