tropas europeas, un ejército local fuerte y apoyo aéreo de EEUU
El insólito desembarco europeo en Washington para respaldar al presidente ucraniano en su visita a la Casa Blanca ha dejado un aparente regusto de satisfacción entre los participantes. Donald Trump no se limitó esta vez a hacer de ventrílocuo de Vladímir Putin ni humilló a sus aliados continentales. El estadounidense puso sobre la mesa una posible reunión entre el autócrata ruso y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y, por primera vez, se comprometió a aportar algún tipo de garantías de seguridad a Ucrania ante un eventual acuerdo para detener la guerra. Era lo que querían los europeos, sentados finalmente en la mesa de los mayores. Pero la clave está en la letra pequeña. ¿Que garantías se contemplan para impedir en el futuro una nueva invasion rusa? Trump ha dicho este martes que en ningún caso enviará a tropas de Estados Unidos para mantener la paz armada que se contempla si las mil piezas del puzzle acaban un día encajando.
En la Casa Blanca todo fueron vagas declaraciones de intenciones. Y poco más ha trascendido desde entonces. «Nadie sabe de qué se trata exactamente», asegura a este diario Keir Giles, analista británico de la Chatham House y autor del libro ‘¿Quién defenderá a Europa?’. «Todas las especulaciones sobre unas garantías equivalentes a la defensa colectiva de la OTAN resultaron ser un nuevo malentendido de Steve Witkoff [el negociador de la Casa Blanca]Entonces no fueron tratados durante las reuniones. Todo lo que sabemos es que existe un vaga acuerdo con Rusia para permitir aliados a algún tipo de garantías a Ucrania. «
De eso se hablado este martes en las distintas reuniones virtuales mantenidas por los líderes europeos. «Son esenciales, un punto de partida para acabar con la guerra», ha dicho Zelenski, antes de añadir que podrían concretarse «en la próxima semana o 10 días». Como parte del pretendido acuerdo, Ucrania comprará a EEUU armas por valor de 90.000 millones de dólares, que pagarán sus aliados europeos, según ha anunciado el presidente ucraniano. También Trump ha dejado claro que, del grueso de la empresa, tendrán que encargarse los europeos, bajo la «coordinación» de Washington. «En lo que respecta a la seguridad, ellos están dispuestos a poner gente sobre el terreno. Nosotros estamos dispuestos a ayudar, especialmente desde el aire«, ha dicho el republicano en una entrevista a Fox News. Un escenario que, traducido, implicaría tropas europeas en la Ucrania posbélica con respaldo aéreo estadounidense.
Capacidad militar europea
Esa arquitectura no es muy distinta a la que proporciona la OTAN, todo un anatema para Rusia. Y no es el único problema. «¿Tiene Europa realmente la capacidad militar para disuadir a Rusia? Lo dudo. No hablamos de unas cuantas tropas en misión de paz, sino de una fuerza creíble sobre el terreno con sistemas de defensa aérea, misiles, artillería, vigilancia satelital…», afirma Anthony King, profesor de Estudios Bélicos de la Universidad de Warwick. «¿Y está Europa dispuesta a comprometer a sus tropas si se produce una nueva agresión rusa?», añade.
Durante la jornada, el presidente francés, Emmanuel Macron, explicó que las garantías de seguridad en las que se trabaja se apoyan en dos pilares. Por un lado, «un Ejército ucraniano fuerte, compuesto por varios centenares de miles de soldados bien armados, con sistemas de defensa y elevados estándares». Un contingente local que estaría respaldado por «fuerzas de reaseguramiento británicas, alemanas, francesas o turcas». Todas ellas dispuestas a operar sobre el terreno, «no en la línea del frente ni de forma provocadora, pero en operaciones de aseguramiento desde el aire, el mar o por tierra», añadió el dirigente francés.
Moscú se cierra en banda
Para llegar ahí faltan muchas pantallas. Rusia no deja de atacar a Ucrania y sus portavoces han vuelto a descartar este martes que el Kremlin esté dispuesto a permitir la presencia de tropas de la OTAN en la Ucrania posbélica. «Nos negamos a cualquier escenario que contemple el despliegue de un contingente militar en Ucrania con la participación de miembros de la OTAN», ha dicho Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso.
En lo que parece haber impuesto su criterio el Kremlin es en la aparente inevitabilidad de los intercambios de territorio. O para ser más exactos, en la cesión ucraniana de parte de los territorios conquistados a sangre y fuego por el Kremlin. «Ese punto se ha incrustado, con ayuda de Trump, en todas las conversaciones como la base para alcanzar un potencial acuerdo de paz. Es un punto de partida engañoso, una victoria de las operaciones de influencia rusa», opina Giles desde Chatham House.
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