Tu dinero no pierde valor por casualidad, el Estado lo hace cada vez menos valioso
La pérdida de poder adquisitivo de los españoles se ha convertido en una de las principales preocupaciones económicas en 2025, afectando especialmente a las familias con menor margen de ahorro. El aumento de los precios ha mantenido un tendencia creciente mes tras mes, alcanzando un incremento del 3% hasta noviembre, mientras que algunos alimentos básicos han registrado aumentos de dos dígitos. Productos como el café han experimentado un incremento del 17%, la carne vacuna se ha encarecido un 15,6% y otros productos como el cacao también se han disparado generando presión directa sobre el presupuesto de los hogares.
Aunque el salario medio ha experimentado un incremento del 9,19% entre 2020 y 2025, este crecimiento no ha sido suficiente para compensar la inflación, que ha aumentado un 23,1% en el mismo período. En concreto, en agosto de 2020 la retribución media se situaba en 25.165 euros anuales, mientras que actualmente alcanza los 27.480 euros en euros corrientes. Estos datos muestran el cambio abrupto en el coste de la vida y la falsa creencia de que los salarios han aumentado cuando, en la práctica, han disminuido considerablemente al no adaptarse a las nuevas necesidades.
Este desajuste entre salarios y precios refleja cómo la inflación erosiona el valor real del dinero, limitando la capacidad de las familias para ahorrar y planificar sus gastos a largo plazo. Además, los aumentos de productos esenciales afectan más intensamente a los consumidores. hogares de ingresos medios y bajos, profundizando desigualdades y generando preocupación sobre la sostenibilidad del consumo interno. En consecuencia, economistas y expertos advierten sobre la necesidad de medidas para recuperar el poder adquisitivo y equilibrar la presión inflacionaria sobre los ciudadanos.
Un experto explica por qué la inflación sube tanto
Daniel Lacalle, economista referente del sector que ha adquirido gran relevancia en las redes sociales acumulando millones de visualizaciones en sus publicaciones, expone en dos publicaciones en la red social «Tu dinero no pierde valor por casualidad, el Estado lo hace cada vez menos valioso gastar sin control y endeudarse», comienza explicando el experto. Según él, el motivo por el que la moneda se devalúa tan rápidamente está directamente relacionado con el gasto público que se realiza en España.
En este contexto, comienza a explicar su propia «tesis» sobre el funcionamiento de la inflación y el Estado de bienestar, y cómo ambos conceptos están unidos por un mismo punto. «Si quieres precios bajos, deja de pedirle al Estado cosas ‘gratis’ que tú y tus nietos pagamos en más inflación y más impuestos», afirma. Por tanto, el economista se atreve a definir este fenómeno económico negando y, a su vez, aclarando los efectos reales que tiene sobre los precios. «La inflación no es ‘la subida de precios’, es la pérdida de poder adquisitivo de la moneda«El aumento de precios es consecuencia de la inflación», indica.
«La ‘moneda’ es la deuda estatal, el Estado crea dinero fiduciario y tiene el incentivo de hacerlo menos valioso para ‘darle’ cosas sin nada. Los bancos comerciales y los bancos centrales no crean ningún dinero que el Estado no emita gastando y endeudándose», aclara. De esta manera, a su juicio, el uso de la moneda y los movimientos que se encuentran en su valor son una estrategia de control sobre el poder adquisitivo de la sociedad. «Los gobiernos intervencionistas aumentan la inflación gastando incontrolablemente para convertir a la sociedad en dependientes y diluyen sus compromisos, es un default implícito en cámara lenta«, analiza.
Las duras críticas de Lacalle al Gobierno de Sánchez
«La inflación refleja la pérdida gradual de solvencia del Estado. Por eso el dinero nunca es infinito», confirma el profesional de la economía. Finalmente, todo lo explicado se concentra en el funcionamiento del actual Gobierno de España y su visión respecto a la influencia del sector privado desde el punto de vista de la entidad pública. «Sánchez, además, lucra al negarse a deflactar los impuestos del IPCy con esto encarece toda la cadena. Luego desperdicia el dinero porque el agujero se lo pasa a otro y culpa a los supermercados».
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