Ucrania y Rusia ultiman los preparativos para sus primeras conversaciones directas en tres años
Más de tres años después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, rusos y ucranianos se disponen a mantener este jueves en Estambul las primeras conversaciones directas de alto nivel desde la primavera de 2022. La propuesta partió el pasado fin de semana de Vladímir Putin, después de que Washington y Bruselas amenazaran con redoblar las sanciones sobre Moscú si el Kremlin no acepta una tregua de 30 días, pero a solo unas horas de la esperada reunión, Moscú sigue sin confirmar si su líder participará en el cónclave. La presencia de Putin podría darle una envergadura muy distinta a la cumbre, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mostrado su predisposición a unirse a las conversaciones si su homólogo ruso acude finalmente a Estambul para sentarse cara a cara con el ucraniano Volodímir Zelenski.
Los titubeos del Kremlin han dado fuerza a las voces que sostienen que la iniciativa rusa no es otra cosa que una maniobra para atemperar la presión occidental y ganar tiempo. No en vano, en estos últimos dos meses Moscú no ha dejado de dar largas a las ofertas de tregua propuestas por la Administración Trump, con el argumento de que le serviría a Kiev para rearmarse en un momento en que las fuerzas rusas llevan la iniciativa en el campo de batalla. «Si estuvieran interesados en la paz, podrían dejar de atacar Ucrania ahora mismo», dijo el martes la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas. «Rusia está claramente jugando, tratando de ganar tiempo«. Este mismo miércoles la Unión Europea ha aprobado un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, el decimoséptimo desde el inicio de la agresión. En este caso contra la llamada «flota fantasma» rusa, los opacos petroleros que el país eslavo utiliza para circunvalar las sanciones a sus hidrocarburos.
Tregua o intercambio de prisioneros
Quien sí está listo para viajar a Estambul es Zelenski, quien logrará que Putin se retrate ante Trump si finalmente opta por no acudir a la reunión, lo que podría endurecer la postura estadounidense hacia el Kremlin, mucho más amistosa desde la llegada del republicano al poder. «Debemos entender cuál es el objetivo de mi reunión con Putin. Ni él ni yo podemos ponernos de acuerdo en todo ahora mismo. Es imposible. Pero debemos encontrar de algún modo un formato para acabar con la guerra», ha dicho el líder ucraniano en una entrevista con ‘Liberation’. Zelenski ha insistido en que quiere ver resultados concretos en Estambul. «Si me reúno con él, tenemos que salir de allí con una victoria política: un alto el fuego, una intercambio masivo de prisioneros o algo similar», añadió. Ambos líderes no se ven cara a cara desde 2019, tres años antes de que el Kremlin lanzara la invasión a gran escala de Ucrania.
Bastante menos pistas ha dado el Kremlin. Sus portavoces afirmaron este miércoles que no darán detalles sobre quién participará en la reunión hasta que reciban «las instrucciones pertinentes del presidente». Tampoco sobre los objetivos rusos en Estambul, aunque el número dos del Ministerio de Exteriores, Sergei Ryabkov, ha asegurado que se abordarán las conocidas reivindicaciones rusas, parte del decálogo maximalista que el Kremlin exige para poner fin a su guerra. Desde «la desnazificación del régimen de Kiev», el traje de arpillera con el que Moscú viste sus exigencias para exigir el relevo de Zelenski y su Gobierno, o «el reconocimiento de la realidad sobre el terreno» para que Ucrania renuncie a los territorios que Rusia ocupa actualmente en el país.
No es una buena señal para las negociaciones si realmente Moscú insiste en empezar la casa por el tejado. Lo habitual en estos casos, al menos cuando existe buena predisposición, es optar por gestos que generen confianza, como los intercambios de prisioneros o las treguas temporales. A las conversaciones entre las dos partes asistirá también el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, y el negociador especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, según ha confirmado la Administración Trump. Respecto al líder estadounidense, todo podría depender de lo que haga su homólogo ruso. «Esperemos que Putin aparezca también; si lo hace, Trump también acudirá», ha dicho Keith Kellogg, el enviado especial estadounidense para Ucrania, en una entrevista a Fox News.
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