un calendario lleno de identidad rural
El Colegio Rural Agrupado (CRA) Río Cibea, de Limés, da la bienvenida al 2026 con un precioso calendario en el que son protagonistas los escolares y los oficios y las explotaciones asentadas en el concejo de Cangas del Narcea al que pertenecen. La iniciativa se enmarca en el proyecto que el centro desarrolla este año y que lleva por título «Plantando Pensamientos». Su objetivo es claro: «Poner en valor nuestro patrimonio natural y fortalecer el vínculo entre el alumnado y su entorno rural, natural y cultural«.
[–>[–>[–>Por eso, los meses del año se ilustran con imágenes en las que los niños se convierten en madreñeros, en viticultores o en guías de la naturaleza. Cuenta la docente Sandra Flórez que detrás del calendario hay muchas horas de trabajo y, además, fuera del horario lectivo. El centro se puso en contacto con una serie de artesanos y profesionales diversos del concejo para proponerles el reto. Ellos debían explicar a los pequeños del Río Cibea en qué consiste su día a día y recibirlos para que ellos lo vivieran en primera persona.
[–> [–>[–>Mucho aprendizaje
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«La idea del calendario siempre es la misma. Lo hacemos relacionado con el proyecto del centro ese año», señala Flórez. Con «Plantando Pensamientos» se plantea que los alumnos exploren, según se explica en el propio calendario, «con admiración y respeto» los bosques y parques naturales del concejo. También, que aprendan «cómo se gestionan nuestros montes, comprendiendo la importancia de su cuidado y la responsabilidad que compartimos en su conservación». Por último, «nos adentraremos en los servicios ecosistémicos y en los oficios ligados a la naturaleza, trabajos que nos hablan de identidad, tradición, resistencia, paciencia y de una forma de vida en equilibrio con le territorio». Esta última parte es la que se plasma en el calendario.
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«Los diferentes profesionales nos abrieron las puertas y supuso mucho aprendizaje para los neninos porque conocieron los procesos de principio a fin», precisa Flórez, que explica que estas excursiones se realizaron siempre fuera del horario lectivo. Los docentes y las familias hicieron posible el traslado de los pequeños a cada uno de los espacios. Así, el calendario se abre con un enero dedicado al modelado del barro; en febrero los pequeños aprenden a hacer madreñas; en marzo son ganaderos por un día y en abril visitan una explotación de cerezos.
[–>[–>[–>A lo largo de los meses van pasando por casas rurales, talleres de cesteros o panderos. En septiembre se convierten en apicultores y en octubre, como no podía ser de otro modo, la vendimia es la protagonista. El equipo docente agradece el tiempo regalado por los diferentes profesionales: «Su generosidad y calidez hicieron de cada encuentro un momento verdaderamente especial».
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Oportunidades
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«El objetivo fundamental de este proyecto es plantar la semilla del amor, del orgullo y del respeto por el entorno; una semilla que inspire en nuestro alumnado la conciencia del valor de su tierra, de su cultura y de sus posibilidades. A través de vivencias y actividades significativas, buscamos que comprendan que Cangas del Narcea es un espacio de oportunidades, un lugar donde las raíces y el futuro pueden crecer juntos», explica el equipo docente, que comenzó el curso con un simbólico homenaje a las personas que lucharon para combatir el fuego que el pasado verano afectó a Genestoso.
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[–>El calendario no tiene carácter lucrativo, es un detalle que el centro tiene con las familias y las personas colaboradoras y también el regalo oficial del Río Cibea para todo aquel que aporte su granito de arena con la formación de los más pequeños.
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