Un etiquetado digital que controla toda la red logística
Los códigos QR (Quick Response o respuesta rápida) vieron la luz en el año 1994 de la mano del ingeniero japonés Masahiro Hara y fueron desarrollados por Denso Corporation, una subsidiaria de Toyota. Se componen de una serie de contrastes de color que permiten agilizar la trazabilidad de las piezas en las fábricas y el almacenamiento de información accesible con la utilización del software adecuado. Este sistema, desarrollado con el objetivo de mejorar al clásico código de barras -más lento en comparación-, no tardó en convertirse en el más popular dentro del país nipón y, posteriormente, en el resto del mundo.
Sin embargo, el nuevo avance técnico que utiliza Bleecker Technologies, una ‘spin-off’ de la Universidad de Murcia (UMU) integrada en el programa Caetra para las tecnologías duales del Instituto de Fomento de la Región de Murcia (Info), con sus clientes ha dejado al ‘QR’ obsoleto en el ámbito de la industria. Se trata de una combinación de líneas blancas y negras dibujadas con curvas, parecidas a la piel de una cebra, que codifican números identificadores, pero a la vez permiten que los algoritmos los reconozcan y lean a la perfección, incluso si se encuentran en movimiento.
Actualmente trabajan con empresas civiles, pero consideran que el Ejército necesita esta tecnología para sus almacenes
[–>
El Cofundador y CEO de la compañía, Félix Jesús García Clemente, explica que la aplicación principal de este avance es el control de la mercancía durante toda la cadena de suministro. «De un palé, por ejemplo, podemos controlar varios bultos, sus movimientos, la identificación y el seguimiento en general a través de estas ‘etiquetas’», añade.
El fundador señala que los ‘QR’ no se pueden leer en movimiento con cámaras tradicionales y sus sistemas sí. «Con las de videovigilancia se pueden interpretar perfectamente», ejemplifica. Aunque informa que «sí que es indispensable que la cámara vea el patrón identificador; ahora bien, si se ve un poco borroso, no pasa nada, lo captará igualmente».
Generalmente las líneas representan un número de 18 dígitos, es decir, «una sistematización muy amplia». Se trata del estándar en logística, también conocido como SSCC (Serial Shipping Container Code).
Ámbito militar
[–>
Hasta ahora, han trabajado principalmente con entidades civiles. No obstante, sus tecnologías tienen un claro carácter dual, ya que de la misma manera que vigilan las mercancías de las empresas privadas, pueden hacerlo con los equipos militares. Los ejércitos tienen que mover el material entre los distintos almacenes y necesitan mantener el máximo orden posible sobre los mismos. Con todo esto, indica, «conseguimos que no se pierdan recursos».
La visión artificial y los códigos ‘bleecker’ permiten mejorar la eficiencia y el rendimiento de las empresas
[–>
«Eficiencia y rendimiento» son los dos factores que, tal y como indica el CEO, se impulsan principalmente con su trabajo porque «hacemos que los procesos logísticos sean más rápidos».
García Clemente dice que tienen su sistema funcionando en grandes multinacionales logísticas como Supply Chain Management (GXO) -la más grande de Estados Unidos que hay en España– y otros almacenes, algunos «con más de 50 muelles». «Todo esto lo podemos trasladar al mundo de la defensa», concluye.
Inteligencia Artificial
[–>
Sus ‘marcadores’ utilizan la visión artificial para interpretar las imágenes. Se trata de un sistema que, en resumidas cuentas, utiliza una IA para el análisis de los archivos multimedia. «Nosotros cogemos las imágenes de las cámaras, las procesamos y les aplicamos algoritmos en primer lugar para leer los identificadores bleecker y, luego, interpretar el producto», explica el CEO de la firma murciana.
Con este sistema pueden calcular la altura, el ancho y, en general, las dimensiones de los materiales: «Nada más identificar el código, podemos detectar todo el espacio que ocupa». Además, se puede apreciar cómo se mueve.
El software es capaz de identificar varios marcadores y elementos a la vez, explica el profesor universitario; y detecta objetos que se encuentren cerca: «Se puede ver la carretilla que lo está transportando o incluso a la persona». Aunque su innovación sea capaz de identificar cierta parte del entorno que lo rodea, explica que lo más adecuado es poner una etiqueta a cada elemento para tener una «identificación unívoca».
‘Spin-off’
[–>
Bleecker Technologies es una de las marcas que pertenecen al selecto club de las ‘spin-off’ de la UMU. Se trata de una tecnológica que surge a partir de una investigación que se hace en el centro de educación superior, promovida por profesores de la propia institución. En este caso, tres docentes de la Facultad de Informática: Félix Jesús García Clemente, Alberto Ruiz y Pedro Enrique López de Teruel.
El CEO explica que el apoyo que les ofreció la Universidad en los primeros años fue esencial para salir adelante: «Nos ayudaron con todos los costes en las distintas fases de la patente». Además, tuvieron asesoramiento sobre cómo sacar a flote una empresa emergente de este tipo. Con respecto a la financiación, la UMU solo intervino con el pago de la licencia.
El otro gran soporte que han tenido es el Info del que afirman que «tienen las mejores ayudas». En este caso, sí que han recibido fondos desde el primer año. Además, han sido invitados a iniciativas de aceleración como ‘Defense Tech’, de Caetra, donde están siendo asesorados para llegar a formalizar contratos con las Fuerzas Armadas de España.
Proyección internacional
[–>
Uno de los objetivos que se plantean desde la firma con sede en el Campus de Espinardo es dar el salto al mercado internacional. De momento, indican que solo han hecho en el exterior algunas pruebas de concepto, concretamente en Italia y algunos países sudamericanos como Chile, Argentina o Colombia. «Estamos teniendo éxito», señalan, con algunos grupos en España como DHL, GXO o ID Logística que tienen almacenes por toda Europa y ya tienen planes para empezar a trabajar con algunos de estos grupos en sus instalaciones fuera de España.
Además de colaborar con sociedades privadas en el extranjero, Bleecker podría elaborar sus tecnologías para los militares de otros países o incluso de la OTAN. Sin embargo, García Clemente afirma que su principal objetivo actualmente es hacerlo con el Ministerio de Defensa de España. «Ahora mismo me vienen otras Fuerzas Armadas y, sinceramente, les diría que no», afirma, «queremos ser útiles al ejército de España y que sean ellos los que saquen partido a nuestra tecnología».
Reconocimiento
[–>
A pesar de tener tan solo 6 años de vida, esta tecnológica ya ha recibido numerosos premios, sobre todo por ofrecer un producto inédito. Recibieron, de parte de la Asociación Nacional de CEEIs Españoles (ANCES), el sello de ‘Empresa Innovadora de Base Tecnológica’ que supone un elemento diferenciador porque aporta garantías ante agentes inversores y clientes.
Fueron uno de los tres ganadores de la categoría ‘CEL Start-Up’ de las distinciones organizadas en 2022 por el Centro Español de la Logística. Sin embargo, el que más destaca el CEO de la compañía es el galardón al Emprendedor del Año en 2021, concedido por el Info porque «nos reconocía el haber tenido éxito con la ‘start-up’ totalmente nueva y con un desarrollo innovador».
Félix Jesús García Clemente, cofundador y CEO de Bleecker Technologies: «Las empresas proactivas están por delante de las reactivas»
[–>[–>
Bleecker Technologies se fundó en el año 2019, justo antes de la pandemia. Aunque 2020 haya sido un año oscuro para todos, la compañía murciana se vio beneficiada, en cierto modo, porque les permitió madurar el sistema, obtener su primer caso de éxito y su primer cliente, la agrícola Dulze Growers SL. La instalación de sus códigos sirvió para solucionar los problemas que tenía la empresa dedicada al cultivo y envasado de verduras, hortalizas frescas y saludables de pérdidas de mercancías durante los procesos de carga y descarga de productos. El cambio de la tecnología RFID (Identificación por Radiofrecuencia), que utilizaban hasta ese momento, por las técnicas de la joven sociedad, ayudaron significativamente. Este es el objetivo que tienen desde la entidad, mejorar y optimizar la productividad de sus clientes.
¿Son conscientes las empresas españolas de la importancia de digitalizarse y adaptarse a las nuevas técnicas?
Cada vez más, pero algunas llegan tarde. Algunas son más reactivas que proactivas. El primer caso se da, por ejemplo, cuando se produce un ciberataque, que no es hasta que este hace daños cuando se preocupan por tener una buena protección informática. Por ejemplificar con nuestro caso, hasta que una firma no tiene un problema grave de logística no decide utilizar la visión artificial para mejorar la cadena de suministro. Las que abogan por una intervención activa son las que realmente están por delante.
Hemos accedido al sector de la Defensa por la divulgación que ha hecho Caetra
[–>
¿Podría funcionar una compañía que no esté digitalizada?
Todavía hay algunas tradicionales que trabajan sin estar metidas en el mundo digital, pero si no lo hacen se van a quedar sin futuro. Una que no lo esté o no se encuentre en proceso, no tiene porvenir. Llevar tu actividad a la nube implica reducción de costes, mejora de procesos y de la eficiencia. Es imposible competir sin estar dentro del mundo cibernético.
¿Por qué es su producto dual?
Empezamos a verlo en eventos a los que asistimos y en los que se daba a conocer la posibilidad de trabajar con Defensa. A partir de ahí tuvimos un poco de conocimiento sobre el mundo militar y vimos que nuestra tecnología podía ser dual y que no teníamos que cambiarla o crear una nueva, sino simplemente adaptarla; darle una aplicación distinta a la que se le dio al principio. En parte fue gracias a las tareas de divulgación que se han hecho desde el propio programa Caetra.
¿Qué proyecto u objetivo tienen de cara al futuro?
En primer lugar, queremos seguir consolidándonos a nivel nacional y seguir convenciendo a las grandes logísticas de nuestra solución. Además, queremos dar el salto internacional; es nuestro gran objetivo para el próximo año. Por otro lado, no paramos nunca de desarrollar el producto, nuestros clientes son muy proactivos. Cuando ven nuestros sistemas funcionando, nos dicen qué les gustaría añadir o nos preguntan si podemos hacer ‘x’ cosa. Pero si tenemos que plantearnos un objetivo por encima de todos, ese es dar el salto internacional.
¿Cómo ha sido la experiencia de emprender?
En nuestro caso hemos tenido suerte, aunque más bien ha sido causa de que creamos una patente que sabíamos que iba a ser algo único en el mercado. Suerte en el sentido en que hemos conseguido a los clientes prácticamente desde el nacimiento del grupo y eso nos ha permitido estar bien financieramente. Tuvimos el apoyo, por ejemplo, de Dulze Growers, que nos sirvió como caso de éxito, lo que da pie a llegar a nuevos usuarios. Por todo esto, no hemos tenido que ir a inversores y, de hecho, tenemos una facturación buena que nos permite seguir creciendo en el mundo civil.
¿Es mejor para ustedes ser una pyme?
Ser un equipo pequeño nos otorga mucha flexibilidad y permite que nos adaptemos al cliente, a proyectos que nos surgen o a ideas que vemos y plantean los consumidores.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí