Un Mundial que mira al futuro
En Abu Dhabi había mucho más que tecnología y espectáculo. Él Campeonato Mundial de Ciclismo UCI Esports 2025 Este no fue sólo un evento con medallas en juego; Esta es la confirmación de que el ciclismo virtual ya forma parte del ecosistema competitivo global. Con 44 ciclistas de élite—22 hombres y 22 mujeres de 16 países— Reunido durante una final celebrada en directo, el escenario tenía todos los ingredientes de un gran campeonato: un público entregado, tensión real, dos campeones que confirman su jerarquía… y dos invitados ilustres que simbolizan el puente entre los mundos, Tadej Pogacar y Peter Sagan.
Lo mejor del Mundial de ciclismo MyWhoosh Esports en Abu Dabi
La organización presentó un formato de tres etapas que buscaba medir las capacidades de cada corredor con precisión quirúrgica. Una prueba de escalada, otra de pura explosividad y un resultado basado en la velocidad máxima. Todo ello en las zapatillas inteligentes Elite Justo 2, verificadas oficialmente por la UCI, para que cada esfuerzo sea tangible, comparable y transparente.
Osborne y McCarthy, líderes de la nueva frontera
Jason Osborne Una vez más ha hecho de la regularidad una virtud. El alemán, campeón olímpico de remo en Tokio y uno de los nombres más importantes del ciclismo virtual, dominó el campeonato de principio a fin para revalidar su título mundial. Nada en su actuación parecía baladí: controló los ataques en el segmento explosivo, gestionó como nadie la subida y reinó en la velocidad final ante rivales como el polaco. Michal Kaminski o el belga Lennert Teugels.
Sagan: “Ser una estrella de rock no me molestaba”
Entre las mujeres, Mary Kate McCarthy repitió la fórmula que la convirtió en el referente absoluto de esta disciplina. La neozelandesa ganó las dos primeras etapas y mantuvo la compostura cuando el oro ya no se medía sólo en vatios, sino también en plomo. Gabriella Guerra (Brasil) y Francesca Tommasi (Italia) Completan el podio tras un intenso duelo por la plata y el bronce.
Para los dos campeones, además del maillot arcoíris, hubo un importante premio: 15.000 dólares para cada uno, de un total de 60.000 dólares repartidos por la UCI y MyWhoosh.
Sagan y Pogacar, durante el acto.
Competencia real, controles reales
Uno de los elementos más notables de la Copa del Mundo fue la insistencia en replicar las exigencias de un evento físico. Antes de la competición se realizaron controles de dopaje in situ, pruebas de hidratación, controles biométricos y pruebas de rendimiento. Nada se dejó al azar y los equipos técnicos de la UCI y MyWhoosh trabajaron para evitar cualquier sombra de duda en un deporte que construye su legitimidad a través del rigor.
La imagen del lugar, con el público siguiendo las pantallas y los ciclistas compitiendo en un escenario iluminado como un gran televisor, demostró que la frontera entre lo virtual y lo real es cada vez más tenue. Para muchos de los presentes, la presencia de Pogacar y Sagan simbolizó esta convergencia: dos iconos del ciclismo tradicional que sostienen un formato en crecimiento, que atrae equipos y patrocinadores y que aspira a integrarse aún más en el calendario mundial.
Una ventana al futuro
La organización asegura que esta edición marca un antes y un después. La combinación de desarrollo tecnológico, nuevas historias, producción audiovisual y un público que ya no distingue entre la emoción sobre el asfalto y la proveniente de un entrenador doméstico inteligente genera su propio ecosistema.
El ciclismo virtual ya no es una experiencia. En Abu Dhabi, estaba claro que tenía sus propios nombres, audiencia, regulaciones, premios e historia en crecimiento. Y con personajes como Osborne y McCarthy liderando el podio, esta historia ya tiene sus campeones de la primera era.
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