Un vigués pierde la custodia de su hija por instarla a llamar «mamá» a su actual mujer
Llamar mamá a su suegra no la hacía sentir cómoda. Tanto es así que la menor expresó su malestar por ello y la Audiencia Provincial de Pontevedra lo tuvo en cuenta.
Éste es uno de los motivos reflejados en la sentencia por la que los jueces rechazó la solicitud de custodia compartida presentada por un padre vigués, confirmando la custodia exclusiva a la madre biológica.
No son sólo los jueces o la madre del menor quienes dicen esto; Así lo refleja un informe de la oficina psicosocial, de octubre de 2025, que, tras entrevistar a la niña, confirmó que la situación no la hacía sentir bien. El tribunal afirma en sus escritos que esta circunstancia «afecta a la estabilidad emocional del menor en la correcta diferenciación de roles» entre su madre y la actual pareja de su padre.
La menor se sintió presionada por su entorno paterno
Dos datos a tener en cuenta a lo largo de este proceso son, por un lado, la mala relación entre los padres y, por otro, los episodios de ansiedad vividos por la pequeña con anterioridad. De hecho, la sala valora negativamente la actitud del padre durante estos episodios. La decisión especifica que, cuando La niña muestra síntomas de angustia, El padre opta por dejarla al cuidado de su madre biológica, incluso en los días en que sería su responsabilidad brindarle la custodia. Y aquí se señala otro dato relevante: el propio padre admitió que prefería que la madre fuera la encargada de cuidar el estado psicológico de la niña. Algo que, para el Tribunal, demuestra la relación de confianza y bienestar entre ambos, sabiendo que él mismo la considera la mejor opción para su hija.
Esta sentencia pone fin a un largo conflicto jurídico entre los dos padres que empeoró la situación de la joven a medida que crecía. De hecho, un informe psicosocial elaborado este año concluyó que el alto nivel de conflictividad y falta de comunicación entre los padres desalienta la custodia compartida, porque les resulta muy difícil, dada la situación en la que se encuentran, poder ponerse de acuerdo en cuestiones relativas a la custodia de su hija.
El conflicto complica la posibilidad de la custodia compartida
Una situación que se prolonga desde hace mucho tiempo, entre otras cosas por las denuncias presentadas ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que finalmente fueron archivadas. Quejas, en cualquier caso, de gran gravedad, subraya la sentencia, con acusaciones mutuas de malos tratos, lesiones y abusos sexuales que, aunque no han prosperado judicialmente, explican la situación de enfrentamiento permanente que supone que cualquier modelo de custodia compartida no es viable.
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