Una cascada urbana de 30 metros de longitud atraviesa el pueblito diminuto más bonito de España para visitar en otoño



Los seres humanos sienten fascinación por las cascadas. El agua que cae es hipnótica y calmante. El murmullo de la caída apaga toda preocupación. Las cascadas también nos sorprenden porque son poco comunes, a menos que vivas en un pequeño pueblo de Canarias que ha creado una para adornar su calle principal.
Esta ciudad se llama Firgas y está situado en el norte de Gran Canaria. Es pequeña, pero está bendecida por el agua –se llama Villa del Agua– y, además de tener hermosas fuentes, sus habitantes no pensaron en otra cosa que construir en 1995 una cascada de 30 metros de largo, con varios escalones, que discurriría a lo largo del Paseo de Gran Canaria, que atraviesa la ciudad.
Casas encaladas, flores y azulejos.
A un lado de la cascada, adornada con flores, se eleva el casas tipicas tradicionales canarias encaladas, y al otro lado, una pared blanca con bancos de azulejos y pinturas que representan los escudos de los 21 municipios de la isla.
El paseo baja hasta la Avenida de la Constitución y continúa por el encantador Paseo de Canarias, cubierto en esta ocasión por siete grandes mosaicos y relieves dedicado a cada una de las islas del archipiélago. ¿Quién podría decir que estos vecinos no aman profundamente su tierra?
Plaza de San Roque y Molino de Firgas
Además de la cascada, no te pierdas la Plaza de San Roque, que alberga el ayuntamiento y conduce a un mirador al mar, aunque la costa está a pocos kilómetros; No en vano la ciudad también se llama «Balcón del Atlántico» a 465 metros sobre el nivel del mar. Además, si quieres nadar, a 20 minutos se encuentran Los Charcones, unas increíbles piscinas naturales formadas por rocas volcánicas.
Otro punto de interés es el Molino Firgas, Construido en 1512, está considerado bien de interés cultural y es sede del museo del Gofio, la comida canaria elaborada con harina de cereal tostada.


Un enclave de gran atractivo natural
Firgas está situada en lo que fue Selva de Doramas, que cubría el norte de la isla de Gran Canaria. Al recorrer los senderos estarás rodeado de una exuberante vegetación que se alimenta de las abundantes aguas de la región.
EL Reserva Natural Especial de Azuaje Aún conserva algunas hectáreas de laurisilva, un original bosque húmedo de grandes árboles siempre verdes donde se conservan especies en peligro de extinción, como la rejalgadera (Solanum vespertilio sp drama).


Terrazas de berros, la verdura que crece en el agua
Firgas es conocida en Gran Canaria por ser uno de los mejores lugares para cultivo de berros agua. En el propio Paseo de Canarias hay un gran mural dedicado a los berros y muchos restaurantes sirven diversos platos a base de esta verdura, como un delicioso guiso de berros o unas croquetas.
Puedes ver dónde crecen los berros visitando el piscinas hidropónicas donde se cultivan en terrazas, en el pueblo de San Antón, en el barranco de Guadalupe. Los lugareños llaman a estas pozas o tajos de manantial, que también se extienden por el cauce del barranco de Cuevas de Mato.
Visitar Firgas es como descubrir una pequeño paraíso escondido entre las montañas, donde el sonido del agua acompaña cada paso. Su mezcla de historia, naturaleza y dedicación a las tradiciones hace de este pueblo una joya única de Gran Canaria. Pasear por sus calles, detenerse frente a la cascada o degustar un guiso de berros recién preparado son experiencias sencillas que combinan placeres imprescindibles.
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