una planta pionera que fabricará biocombustible para la gran industria
El Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa), que la semana pasada inició los trabajados para la reconstrucción de su planta de tratamiento de basura bruta –afectada por un incendio el pasado mes de abril– tiene en cartera otro importante proyecto. El consorcio pretende instalar en el complejo de Serín una nueva planta industrial para la producción de biocombustible para la industria asturiana a partir de lodos de depuración de aguas residuales. La planta, pionera en Europa por su tamaño, ya tiene reservados 7,14 millones de euros del Fondo de Transición Justa.
El Ministerio de Economía enviará a la Comisión Europea una primera reprogramación de las inversiones previstas con cargo a los casi 263 millones que le corresponden a Asturias del Fondo de Transición Justa para paliar los efectos de la descarbonización. Una parte de esos cambios en el programa está motivada por la posibilidad que se ha abierto de incluir en el listado proyectos vinculados la nueva Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP), aprobada por la UE para apoyar a la industria europea y fomentar la inversión en tecnologías esenciales para la competitividad y la soberanía técnica. Dentro se ese marco, el Principado ha incluido en el listado de los Fondos de Transición Justa –con una dotación de 7.142.857 euros– la construcción en las instalaciones de Cogersa de una planta industrial para la producción de biocombustible a partir del tratamiento de los lodos generados en las depuradoras de aguas residuales urbanas de Asturias.
Cogersa ya cuenta en sus instalaciones de Serín con una planta en la que se aprovechan los lodos de depuradora para fabricar abono. Ahora se pretende dar un paso más en el uso de esos residuos y fabricar biocombustible industrial. La nueva planta utilizará una tecnología novedosa, la carbonización hidrotermal (HTC por su acrónimo inglés), que permitirá mediante un proceso termoquímico –más suave que la pirólisis o la torrefacción– convertir la materia orgánica contenida en los lodos de depuradora en un biocombustible que puede ser utilizado en industrias de los sectores del acero, químico y cementero. Compañías como Cementos Tudela Veguín prevén incrementar el uso de residuos en sus procesos para reducir emisiones. El biocombustible sustituirá al carbón fósil tanto en procesos de combustión como para la reducción en hornos, evitando emisiones de CO2 y promoviendo la economía circular. Será un combustible de transición mientras se desarrollan otros vectores energéticos sin emisiones como al hidrógeno verde, cuyo coste de producción aún no es competitivo.
Recorte de emisiones
Según los promotores de la planta de biocombustible, el proyecto, por un lado, evita la fermentación o el compostaje del lodo y, con ello, las emisiones de CO2 relacionadas con estos procesos; y, por otro lado, reduce las emisiones de CO2 asociadas al uso de carbón fósil en la industria, a su extracción en las minas y a su transporte. En el proyecto se estima que, con una capacidad para tratar 20.000 toneladas anuales de lodos de depuradora, la planta logrará evitar –sumando emisiones directas e indirectas– del orden de 9.000 toneladas anuales de gases de efecto invernadero.
Con la puesta en marcha de este proyecto se prevé crear entre cinco y diez puestos de trabajo directos. «Al tratarse de instalaciones industriales de vanguardia tecnológica y un alto grado de automatización, los puestos de trabajo que se requieren son de operarios de alta cualificación, tratándose de empleos estables y de larga duración, pudiendo acceder a ellos personal de la Bolsa de Trabajo de Minería y Centrales Térmicas, dada la similitud del sector», señalan los promotores para destacar el encaje de este proyecto dentro del Fondo de Transición Justa lanzado por la Unión Europea para paliar los efectos del cierre de instalaciones industriales por el proceso de descarbonización en regiones como Asturias.
Actividad inducida
Además de empleo directo, se espera que la puesta en funcionamiento de la planta de biocombustible impulse también el sector de la fabricación de equipos de nuevas tecnologías, del mantenimiento y de la comercialización de bioproductos. Del proyecto se beneficiarán hasta 15 empresas, según sus promotores.
La planta será «pionera en Europa» por sus dimensiones, un factor que aporta un elemento innovador con potencial económico. «Dado que el tratamiento y valorización de lodos generados por la depuración de aguas residuales urbanas es una necesidad común a toda la UE, la apuesta decidida por el desarrollo de la tecnología HTC permitirá avances en su eficiencia transferibles a otros proyectos en territorio europeo que se beneficiarán de la innovación técnica lograda por Cogersa en su proceso de optimizar la carbonización hidrotermal de estos lodos. Además, es una tecnología que aún está en evolución, debiendo adaptarse los reactores HTC a las necesidades de procesamiento y producción de cada planta», señala el documento de justificación del proyecto que se ha incluido en el informe para reprogramar el Fondo de Transición Justa.
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Se espera que el nuevo tratamiento alternativo para los lodos de depuradoras de Asturias aporte valor añadido desde el punto de vista ambiental, económico y social, y refuerce la cadena de suministro de materias primas, en la que la UE es muy dependiente de terceros países.
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