Ver la alegría con la que un niño escribe su primera palabra espontáneamente es una de las cosas más emocionantes que puede vivir un maestro Montessori



Cuando la Dra. María Montessori Fue estudiante de antropología, realizó algunas visitas a escuelas primarias y escribió en su libro El método Montessori que lo que había visto la había horrorizado: clases con pupitres alineados y niños repitiendo regular y uniformemente lo que decía la maestra, acumular conocimientos inútiles y sin sentido.
Y si aprendizaje real ¿Aquello que es duradero y permite la creación de nuevas conexiones neuronales no estuvo ligado al esfuerzo o a la memorización? Y si fuera posible Me encanta aprender simplemente proporcionando un entorno que promueva aprendizaje independiente?
Aquí entrevista te acercamos a la experiencia de Pedro ValenzuelaMaestra Montessori y guía en la escuela. alma montessorisituado en Cartagena (Murcia), autor del libro “enséñame a leer» por Ed. RBA y profesora en nuestras clases Montessori Moberi del colegio Bodymente.
Puede registrarse para su conferencia en línea gratuita aquí: «Lectura y escritura en Montessori: Cómo guiar al niño para que aprenda a leer y escribir de forma independiente«el próximo martes 18 de noviembre a las 18:00 horas (hora española) y resuelve todas tus dudas en directo tras esta entrevista.
Un día en un aula Montessori
– ¿Qué es lo que más sorprende a un maestro que es nuevo en Montessori cuando entra a su salón de clases en un día determinado?
Lo que más les sorprende es el nivel de calma, orden y concentración que se respira.
– Es algo raro, sí…
En una clase Montessori, no vemos al maestro liderando desde el frente, sino a los niños trabajando de forma independiente. moverse librementecolabora, elige materiales según tu interés y tu ritmo. Hay una armonía muy natural, donde cada niño sabe qué hacer y se siente responsable de su propio aprendizaje. Es una energía muy diferente: tranquila, pero profundamente activa.
-¿Y cómo se hace para que ese estado se respire en la clase?
No existe una varita mágica para conseguirlo sin un trabajo previo… Esto se consigue creando y manteniendo rutinas en las que, con niños de tres años, empezamos a trabajar todo lo relacionado con ello. respeto por los demás y el medio ambiente; cómo comunicarse entre compañeros y adultos; cómo respetar el medio ambiente que todos compartimos, etc…
Es este primer trabajo el que asegura y establece unas bases de responsabilidad en los niños y que nos permite, con el tiempo, alcanzar ese nivel de calma, orden y concentración que tanto diferencia al resto de aulas y que sorprende.
– Cuéntanos un poco más sobre cómo el método Montessori fomenta que los niños trabajen de forma centrada e independiente…
El secreto está en cómo se prepara el entorno y respetando los procesos internos del niño. En Montessori todo está pensado para que el niño quiera aprender: los materiales son bonitos y autocorregibles; Invitan a la exploración independiente, sin necesidad de depender constantemente de los adultos.
Además, se respeta el ritmo e interés de cada persona, lo que hace que el la motivación es intrínsecano gravado. Cuando un niño trabaja en algo que realmente le interesa y que puede dominar por sí solo, entra en un estado de profunda concentración —lo que María Montessori llamó “el ciclo de trabajo”— y de ahí nace la verdadera autonomía.
Por eso, cuando nos invitan a los colegios a contar lo que hacemos en un ambiente Montessori, siempre les decimos que para conseguir estos niveles de concentración y autonomía en los niños, no empezamos el curso escolar e inmediatamente les damos a los niños las tradicionales hojas de trabajo, sino que trabajamos intensamente durante los primeros meses del año para explicarles y comunicarles. acciones que todos debemos tomar hacer de nuestro entorno un bonito lugar donde el respeto es lo primero.
Soy consciente de que este mensaje puede parecer un poco fantasioso, pero por mi experiencia lo comprobo desde hace varios años y os puedo asegurar que es cierto. Si trabajamos en esta dirección durante varios meses, los niños integran esas rutinas, con sus reglas y sus límites, para que una vez las hayan incorporado podamos pasar a otra cosa.
Nos gusta decir eso educamos “a fuego lento”con una dinámica lenta que acaba afectando a los niños pasado cierto tiempo, sin esperar resultados inmediatos… Los niños, como cualquier ser vivo, no se desarrollan de la noche a la mañana, sino que necesitan momentos donde vayan madurando poco a poco.
Pasión por la lectura y la escritura.
– ¿A los niños de tu escuela les gusta leer y escribir?
Sí, absolutamente. He estado comprobando esto durante más de diez años. Pero lo mejor es que Lo hacen por placer y no por obligación.. En Montessori la lectura y la escritura no se enseñan de forma forzosa ni según un horario externo. Los niños abordan el lenguaje con curiosidad, a través del juego, el movimiento y el descubrimiento. Primero experimentan con sonidos, letras sobre papel de lija, palabras en movimiento… y un día, casi con naturalidad, empiezan a leer y escribir. Es un proceso que surge desde dentro y por eso lo aprecian tanto.
Ver el alegría con la que un niño escribe espontáneamente su primera palabra Esta es una de las cosas más emocionantes que puede experimentar un guía Montessori. Así entiendo que los adultos debemos abordar este proceso de aprender a leer, ya sea en el contexto familiar o escolar. Necesitamos disfrutar el proceso, no comparar ni obligar a un niño a aprender algo si su cerebro aún no está maduro para ello.
– Es una idea muy interesante… Tenemos muy poco en cuenta las necesidades del cerebro de cada niño.
Tenemos la obligación de conocer unos mínimos respecto al desarrollo cerebral de los niños, ya seamos familiares o profesores, porque de esta manera podemos Corresponden al ritmo y desarrollo de la vida. respetar la vida, y eso es lo más digno que podemos hacer como adultos por los niños.
En mi último libro “Enséñame a leer” (Ed. RBA), recojo de una manera fácil, sencilla y muy accesible lo que ha sido mi recorrido en el desarrollo de la lectura infantil para que familiares y profesores puedan ponerlo en práctica desde el primer momento y todos puedan disfrutar del proceso.
También lo comparto en los cursos online de Alfabetización o Matemáticas del Método Montessori MOBERI, del cual soy una de las profesoras. Allí, a través de lecciones en video, podrán encontrar paso a paso instrucciones sobre cómo apoyar a los niños en su aprendizaje, siguiendo sus intereses y respetando sus verdaderas necesidades de desarrollo.
– ¿Qué le dirías a un profesor o a alguien que aún no está familiarizado con el método Montessori? ¿Qué lo hace tan especial para ti?
Yo diría que te permitas observar un aula Montessori con la mente abierta. Que mire a los niños: su nivel de independencia, su respeto mutuo, su alegría de aprender.
Para mí, la particularidad del método es que restablece el papel natural del niño como protagonista del aprendizaje y el papel del adulto como compañero y no controlador. montessori No es sólo pedagogíaes una forma de mirar a los seres humanos con respeto y confianza. Y cuando lo experimentamos, no podemos enseñar de otra manera…
También les diría que se cuestionen todo lo que han aprendido o aprendido hasta ahora, porque lo que hoy conocemos como institución educativa tiene orígenes y objetivos que poco o nada tienen que ver con respetar el desarrollo y la dignidad de las niñas y los niños por encima de todo.
Por eso María Montessori y otros importantes educadores de principios del siglo XX, como Freinet, Pestalozzi o Steiner, vinieron a enviar al mundo el mensaje de que Cualquier proceso educativo debe tener el desarrollo infantil como epicentro de lo mismo, y este desafío es algo que aún está por descubrir. Cuando lo logremos, se producirá la tan ansiada transformación social que nos llevará a un contexto comunitario donde prevalezca, por encima de todo, el respeto a cada ser humano de este planeta.
– Mucha gente aún no sabe que es un método avalado por la neurociencia más actual y que traslada el método científico a la educación. Una gran mujer que unió educación y ciencia lo creó…
Exactamente. María Montessori fue una visionaria. No creó un método basado en teorías abstractas, sino en la observación rigurosa del niño, tal como lo haría un científico en su laboratorio. Hoy, más de un siglo después, la neurociencia confirma lo que ya sospechaba: que el aprendizaje significativo ocurre cuando hay libertad, movimiento, curiosidad y emoción; que la atención sostenida no se imponga, sino que se cultive; eso El cerebro se desarrolla mejor en ambientes preparados y respetuosos. Montessori vinculó la educación con la ciencia y, al hacerlo, anticipó muchos de los hallazgos de las investigaciones actuales sobre el desarrollo infantil. Su legado sigue siendo más relevante que nunca.
-¡Muchas gracias Pedro! ¡Nos vemos el próximo martes 18 de noviembre!
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