Zelenski y Merz exploran en Berlín las costuras de un posible acuerdo para Ucrania
Berlín se convirtió este lunes en el epicentro de una de las rondas diplomáticas más delicadas desde el inicio de la guerra en Ucrania. Después de dos días de intensas reuniones en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenskioptó por un cauto optimismo al describir los contactos con Estados Unidos como «no fáciles, pero sí productivos». Una fórmula mesurada que refleja tanto el avance de las conversaciones como la fragilidad del momento. Nadie quiere sellar un acuerdo antes de tiempo, pero tampoco ocultar que algo se está moviendo.
Zelensky agradeció explícitamente al canciller Friedrich Merz por organizar las reuniones y subrayó el papel de Europa como bloque. La unidad europea, afirmó, «devuelve la justicia» al proceso y envía una señal política clara a Moscú. En un tono inusual, el presidente ucraniano también quiso resaltar el apoyo de la economía alemana, recordando que casi ninguna empresa alemana ha abandonado Ucrania a pesar de casi cuatro años de guerra. Un mensaje dirigido tanto a la opinión pública como a los despachos donde se toman las decisiones estratégicas.
Merz, por su parte, subió el tono político de la jornada y, en una comparecencia conjunta con Zelensky, aseguró que las garantías de seguridad propuestas por Estados Unidos en Berlín son de notable alcance, tanto jurídica como materialmente. No quiso entrar en detalles, pero dejó claro que este punto marca un avance sustancial respecto a propuestas anteriores. Para el Gobierno alemán la clave no sólo está en alcanzar un alto el fuego, sino también en evitar que Rusia vuelva a atacar tras una eventual tregua. Durante meses Kyiv insistió en la vía de la OTAN. Ahora, Zelensky admite públicamente que existen otras fórmulas posibles, siempre que ofrezcan una protección real.
Avances con la delegación americana
La presión sobre Moscú también estuvo presente. Merz pidió a los socios de la Unión Europea que dieran Luz verde para el uso de activos rusos congelados.. El objetivo, explicó, es transmitir al Kremlin que prolongar la guerra no tiene sentido y en un discurso lleno de emoción, la canciller calificó la agresión rusa como una «pesadilla diaria» para Ucrania y toda Europa y de ahí que atacara directamente a Vladimir Putin por lo que definió como un asalto criminal al orden internacional.
Alemania, insistió, asume su responsabilidad histórica y política en la búsqueda de la «verdadera paz». Por parte de la delegación ucraniana, el jefe negociador Rustem Umerov reforzó esta lectura positiva. Habló de avances reales y elogió el papel de los emisarios estadounidenses Steve Witkoff y Jared Kushnera quien calificó de sumamente constructivo. Rusia no participa formalmente en las reuniones, aunque en Berlín se supone que hay contactos indirectos con Washington.
El domingo, Zelensky y los representantes estadounidenses pasaron más de cinco horas reunidos en el Ministerio de Asuntos Exteriores, y el lunes las conversaciones continuaron hasta primeras horas de la tarde. La agenda de Zelensky en Berlín también incluía gestos políticos simbólicos. Por la mañana fue recibido por el presidente federal, Frank Walter Steinmeier, y por la presidenta del Bundestag, Julia Klöckner, quienes apreciaron su disposición a celebrar elecciones incluso en plena guerra, siempre que se garantice la seguridad. Para Alemania, esta disposición refuerza la imagen de Ucrania como un país decidido a preservar su orden democrático a pesar de la presión militar. La jornada culminó con una reunión de alto nivel con la esperada presencia de Emmanuel Macron y Keir Starmer, además de otra decena de líderes europeos y de la OTAN, y con una posible conexión de Donald Trump desde Washington.
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