Economia

3.000 euros en papeleos y un 2,4% más de gastos al año

3.000 euros en papeleos y un 2,4% más de gastos al año
Avatar
  • Publisheddiciembre 28, 2025




Ser autónomo se ha convertido en una carrera de obstáculos en la que la presión fiscal, los costes laborales y los continuos cambios legislativos han levantado obstáculos que han colocado a miles de autónomos al borde de la desaparición, a pesar del número récord de afiliaciones al RETA. Según detalla la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), La carga burocrática que soportan los más de 3,4 millones de autónomos en España les obliga a invertir más de 200 horas anuales por trabajador y aumenta el coste económico para sus bolsillos en 10.000 millones de euros.. Un dato «contundente» que refleja que un trabajador autónomo dedica una media de casi cuatro horas semanales exclusivamente a realizar trámites ante las distintas administraciones y a cumplir con sus obligaciones fiscales, laborales y de Seguridad Social. «Esta dedicación no sólo supone una pérdida de tiempo productivo, sino que también tiene un impacto económico directo», denuncia el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Haciendo números con todos estos datos, el resultado que se obtiene es que teniendo en cuenta un coste medio de 15 euros la hora, esas 200 horas suponen un coste de 3.000 euros al año por cada autónomo. Por tanto, en una actividad donde la jornada media de un autónomo es de 47 horas semanales, el resultado de esas cuatro horas perdidas en la atención a su negocio o en el descanso para cumplir con la administración supone que los 3,4 millones de autónomos Pierden 650 millones de horas al año resolviendo obstáculos burocráticos, que no sólo se han disparado en los últimos cinco años, sino que suponen «un coste añadido que reduce drásticamente la capacidad de conciliación de este colectivo», afirma ATA.

El año pasado en España se publicaron 719 nuevas leyes y normas, un 5% más que el año anterior

Una situación que se agrava para el casi millón de autónomos que tienen a su cargo. Para ellos, el aumento de la carga administrativa es aún mayor, ya que a sus trámites personales como autónomos deben sumar todas las obligaciones y regulaciones laborales de los empleadores, cada vez más complejas y exigentes. «La burocracia está asfixiando al colectivo, ya que oímos hablar de simplificación administrativa y reducción de cargas, pero cada día hay más normas y más procedimientos que suponen más costes para los autónomos», se queja el presidente de ATA, Lorenzo Amor, quien insiste en que «no podemos permitir que la Administración se convierta en un obstáculo en lugar de un facilitador laboral».

De esta forma, ATA recuerda que Las horas dedicadas a la burocracia por todos los trabajadores por cuenta propia representan tanto como el trabajo semanal de 278.000 trabajadores por cuenta propia. «Llevamos años escuchando hablar de simplificación de carga, pero es algo que nunca llega. La realidad es que cada día hay más regulaciones y más trámites que suponen más costes para los autónomos. España no puede seguir a este ritmo. «Hace falta un cambio radical porque la burocracia está asfixiando y asfixiando a los autónomos», ha vuelto a subrayar, destacando que «cada día dedican más tiempo al papeleo y menos a generar riqueza». Y la consecuencia directa es que este contexto provoca que tengan «menos conciliación, menos descanso y un mayor coste económico».

Las horas dedicadas a la burocracia equivalen al trabajo semanal de 278.000 autónomos

Otro de los derivados provocados por este incremento regulatorio y el incremento de costes es la aumento de la economía sumergida entre los autónomos debido al entramado de leyes y normativas que no para de crecer, así como el aumento de la presión tributaria y la implementación de impuestos de diseño. «La informalidad está repuntando nuevamente en nuestro país. El problema es que a la gran cantidad de trabas y trámites, a la grasa administrativa que tenemos, se le suma el aumento de cotizaciones e impuestos, que ya se hacen a la vista, lo que complica mucho el trabajo de autónomos y pymes», reitera Amor, quien reconoce que tras la pandemia hubo una reducción de la economía sumergida en el ámbito empresarial, pero que «ahora este tipo de iniciativas están resurgiendo por la incesante presión fiscal y una sobrerregulación que nos asfixia».

Un ejemplo obvio es el régimen de hogar, en el que el Ministerio de Trabajo ha aumentado tanto los requisitos laborales y fiscales que el número de empleadas ha disminuido drásticamente. “Eso sólo tiene un significado y es que cada día son más informales por el exceso regulatorio y los traspiés que no cesan”.

Por ejemplo, un botón: el año pasado en España se publicaron 719 nuevas leyes y normas, un 5% más que el año anterior –que ya era un récord–, unas 3.500 páginas diarias, lo que serían unas 811 Biblias. «Cada día hay un nuevo procedimiento, un nuevo impuesto, un récord de jornada que ha costado trabajo a la gente para adaptarse y todavía no es suficiente. Ahora llegará Verifactu y la facturación electrónica”, apunta.

Con todas estas premisas, la precariedad laboral y social se ha extendido entre los autónomos. Cuatro de cada 10 trabajadores autónomos tienen ingresos inferiores al salario mínimo interprofesional (SMI)se sitúa en 1.381 euros brutos en 12 pagas, y el 61% se sitúa en o por debajo del salario medio, situado en 2.368 euros brutos mensuales. Así lo afirma Uatae en su último estudio, que constata que el salario medio de los trabajadores autónomos se situaba entre 1.700 y 1.850 euros netos al mes. En cuanto a los salarios, el 77% de los autónomos encuestados dice que les resulta indiferente la subida del SMI, el 6% que les afecta positivamente y sólo el 17% dice que les impacta negativamente.

El informe también destaca otro de los puntos que golpean el bolsillo del colectivo: la alquiler e hipoteca de su localoficina o domicilio profesional. De media pagan unos 760 euros y, entre 2023 y 2024, los alquileres de locales comerciales han subido de media 240 euros en dos años y, como era de esperar, seguirán creciendo. Así, un 43% dedica entre el 25% y el 50% de sus ingresos mensuales a pagar su local de trabajo y para un 47% de los autónomos el pago del local se ha convertido en el principal gasto de su actividad. Además, para el 73% pagar el alquiler o la hipoteca supone un lastre para la continuidad de su actividad económica y el 51% ha tenido problemas a la hora de alquilar una vivienda para uso personal por ser autónomos.

Por otro lado, alrededor del 60% considera que la última reforma del RETA, que introdujo un sistema de cotización por renta real para los autónomos, ha sido buena, pero el responsable del área jurídica de Uatae, Antonio García, ha afirmado que este nuevo sistema tiene peor percepción entre las rentas más bajas, a pesar de que ha reducido la cuota de autónomos que estaban por debajo del SMI, mientras que las rentas más altas no se oponen a él. «¿Por qué lo valoran más negativamente? Porque la reducción de la cuota ha sido insuficiente. Sigue siendo un esfuerzo enorme cobrar de más por esas rentas (las más bajas) y, además, los datos son muy claros. Mientras «Una persona que gana alrededor de 500 o 600 euros destina el 40% de sus ingresos a la cotización, es decir, aporta el 40% o más, una persona que gana 6.000 euros no llega ni al 10%».

Dentro de este marasmo regulatorio, el Consejo de Ministros se ha visto obligado a aprobar un real decreto que incluye la ampliación hasta 2026 de los límites para la aplicación del método de estimación objetiva (módulos) del IRPF para los autónomos. Esta medida se aplicará también en los ámbitos de la agricultura, la ganadería y la pesca, ampliando los límites de aplicación del régimen simplificado.

Más de un millón de autónomos no ganan ni el salario mínimo

Más de un millón de trabajadores autónomos, correspondientes a más de 20% de los afiliados al Régimen de Trabajadores por Cuenta Propia (RETA), Declaran rendimientos inferiores a los 900 euros mensuales y, de ellos, casi 800.000 «apenas sobreviven» con ingresos iguales o inferiores a 670 euros mensuales. En concreto, los que declaran menos de esos 670 euros suman 795.413 autónomos y entre 670 y 900 euros, otros 270.784, de un total de 3,7 millones de autónomos. Estos datos oficiales de la Agencia Tributaria «confirman el profundo y estructural deterioro del trabajo por cuenta propia en España», denuncia el presidente de UPTA, Eduardo Abad, quien subraya que estas cifras reflejan «una realidad incontestable. La burbuja empresarial ha estallado y está condenando a la precariedad y la pobreza laboral a cientos de miles de autónomos, empujados al sistema sin un proyecto empresarial viable ni ingresos suficientes para vivir dignamente».

Denuncia también que 460.980 -integrados en grupos de colaboradores, socios de empresas o personas que no desarrollan actividad económica real- no declaran ningún ingreso pese a cotizar al sistema. Para Abad, una parte importante de estas personas «no deberían integrarse en el RETA», por lo que ve necesario articular fórmulas alternativas, como convenios especiales con la Seguridad Social, como ya existe en otros colectivos. «El sistema no puede seguir funcionando como un cajón de sastre donde todo cabe».



Puedes consultar la fuente de este artículo aquí

Compartir esta noticia en: