laSexta

50 años sin respuestas y con el dolor todavía muy presente: la búsqueda interminable de los desaparecidos del franquismo

50 años sin respuestas y con el dolor todavía muy presente: la búsqueda interminable de los desaparecidos del franquismo
Avatar
  • Publishednoviembre 19, 2025



A 50 años de la muerte de Franco, todavía hay familias que no lo saben donde estan los tuyos. Fueron asesinados, desaparecieron y sus restos aún están perdidos. El dolor no desapareció con Franco; muchas heridas permanecen abiertas, vivas, sangrando.

Manuel García Caparrós Tenía 18 años cuando fue asesinado por la espalda en Málaga, en 1977, mientras se manifestaba por la autonomía andaluza. Casi medio siglo después, sus hermanas han logrado acceder a documentos del Congreso que podría contener el nombre del policía que lo mató. 50 años buscando justiciay finalmente una pista.

Pero hay más historias igual de desgarradoras. Marcelino, Mariano y Andrésun padre y sus dos hijos, fueron fusilados en septiembre de 1936 en Tierga, Zaragoza. Se creía que estaban enterrados en el cementerio del pueblo, pero al cavar… nada. Nadie sabe donde estan. Quizás los arrojaron al río cercano. La nieta de Marcelino, que tenía un año cuando mataron a su abuelo, ha dicho que quiere que sus cenizas sean esparcidas allí, para estar cerca de aquellos que nunca conoció.

El hermanos guerrero gonzálezde Nerva, Huelva, también desapareció. Miguel fusilado en 1936, Antonio en 1944, Ubaldo simplemente desapareció. Sus restos podrían estar en tumbas de Sevilla o Madrid… o podrían haberse perdido para siempre. Sólo las pruebas de ADN pueden ofrecer cierta certeza, pero el tiempo corre en nuestra contra.

Y Alfredo Ramosmaquis en Cáceres, luchó contra Franco hasta morir en combate. Se pensó que estaba enterrado en Torremenga… pero nada. Excavaciones vacías, silencio absoluto.

¿Por qué no aparecen? Porque no hay registros, porque los pocos que había se perdieron o se mintieron. Porque los cuerpos se movían, se escondían, se borraban. Porque durante décadas las familias guardaron silencio por miedo. Porque no era costumbre buscar los cadáveres… y ahora, con el paso del tiempo, encontrar la verdad es casi imposible.

Cincuenta años después, el dolor sigue vivo. Para muchas familias, la dictadura no terminó con Franco: sólo dejó interrogantes, desapariciones y un vacío imposible de llenar. Y mientras los restos aún no aparecen, la memoria y la justicia siguen siendo una lucha a la que nadie puede renunciar.

*Seguir laSexta en Google. Todas las novedades y el mejor contenido aquí.



Puedes consultar la fuente de este artículo aquí

Compartir esta noticia en: