lucha contra el cáncer, la «admiración» de los británicos y desafíos familiares
Este jueves 14 de noviembre El rey Carlos III cumple 76 años. No es una cifra redonda, pero se da en circunstancias trascendentales, ya que 2024 está siendo especialmente convulso para la monarca y los Windsor. Ha sido un periodo marcado por cáncer y el desgracias familiarespero contra todo pronóstico, al menos en términos real-, el soberano ha salido fortalecido.
«Él está luchando contra el cáncer que le diagnosticaron en febrero y Hay admiración general por la forma en que lo ha manejado.«, le explica LOS ESPAÑOLES Richard Fitzwilliams, experto en la Casa Real británica, sobre la valoración que ha recibido el monarca en los últimos meses. «Ha seguido desempeñando sus funciones principales y ha ido retomando paulatinamente sus compromisos públicos», añade el comentarista para resaltar la figura monárquica que ha asumido Carlos III.
«Alrededor dos tercios de la población británica tienen una opinión favorable del rey Carlos, según una encuesta de YouGov realizada en agosto», afirma Richard Fitzwilliams del Reino Unido. «Su visita a Australia y Samoa, donde asistió a la reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth, fue un gran éxito. «Ha contado con el capaz apoyo de la reina Camila y su matrimonio es claramente una unión sincera», añade el experto en su conversación con este diario.
Carlos III llega a los 76 años en medio de un tratamiento para el cáncer, cuyo tipo se desconoce. Fitzwilliams lo recuerda en su charla con este medio y aprovecha para resaltar que el Rey habla abiertamente de su diagnóstico, tal y como ha hecho su nuera. Kate Middleton (42), que padece la misma enfermedad.
«Aunque se desconoce el tipo de cáncer que padece, ha sido abierto con el diagnóstico«Como lo ha hecho la Princesa de Gales en un año que el Príncipe Guillermo ha calificado de ‘brutal'», recuerda en su análisis el experto en la Casa Real británica.
Fue el pasado 5 de febrero cuando Buckingham anunció que al soberano le diagnosticaron cáncer y, a raíz de ello, tuvo que reestructurar su agenda y someterse a un tratamiento. La noticia llegó pocas semanas después de que la monarca fuera operada de un agrandamiento de la próstata.
Las primeras semanas tras el diagnóstico, Carlos III se mantuvo alejado de cualquier compromiso público y se apoyó en su séquito. Pero tan pronto como sus médicos se lo permitieron, comenzó a retomar gradualmente su agenda. Un gesto aplaudido que no ha hecho más que confirmar que, tal y como hizo su madre, Isabel II, antepone la corona ante cualquier circunstancia adversa.
Al respecto, Richard Fitzwilliams dice: «El rey Carlos ha demostrado que entiende su papello que le ha permitido continuar su trabajo por el medio ambiente y el entendimiento interreligioso, evitando la política partidista. Convoca reuniones y tiene gran prestigio. Es una figura invaluable para el Gobierno, ya que la Familia Real demuestra muy bien su poder. Le gusta volver y proyectar una imagen reflexiva y de buen humor«.
Al margen de esto, Carlos III debe seguir abordando determinadas cuestiones que suponen un reto, tanto a nivel personal como institucional. Dejando a un lado la enfermedad, el Rey se centra en dos situaciones complejas que forman parte de su entorno familiar: la residencia de su hermano Andrés (64) y la distancia con su hijo Acosar (40), ambos separados de la primera línea de la Corona.
«No ha podido sacar al príncipe Andrés de su mansión Royal Lodge. [después de que el príncipe de York consiguiera 30 millones de dólares para mantenerla, según publicó The Times] y todavía existe una profunda brecha entre la Familia Real y los Sussex«, concluye el experto en la Corona británica consultado por este periódico en el 76 cumpleaños de Carlos III.
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