«El regreso de Trump debe obligar a Europa a hacerse mayor»
-Cuando está al final de su mandato, ¿cuáles han sido los momentos más complicados?
Eso sí, a primera hora de la mañana me llamaron para avisarme de la invasión rusa a Ucrania, algo que temíamos pero de lo que no estábamos seguros. Logramos la unidad necesaria para tomar medidas sin precedentes, como la ayuda militar a un país en guerra, nada menos que con una potencia nuclear. Más recientemente ha sido frustrante no poder articular una posición europea más efectiva y contundente respecto al Estado de Israel y su incumplimiento del Derecho Internacional.
-Me gustaría saber qué pensó usted cuando se enteró de la invasión de Ucrania y cuáles cree que fueron los errores de Occidente en años anteriores. No sé si cree que esta guerra podría haberse evitado.
Pensé que teníamos una enorme responsabilidad al ayudar a Ucrania a resistir la agresión y que teníamos que hacer todo lo posible en su nombre. En ese momento no estaba seguro de que éramos capaces, pero afortunadamente lo éramos. Seguramente Occidente tardó en darse cuenta, o al menos subestimó, la evolución negativa de Putin tanto en su política interna (retroceso democrático) como en relación con sus vecinos. La respuesta a la primera agresión, en 2014, que desembocó en la anexión de Crimea violando todos los principios del Derecho Internacional, fue sin duda demasiado blanda.
-Siempre hablas de cómo la UE debe aprender a hablar el idioma del poder. ¿Cree que será capaz durante el segundo mandato de Donald Trump?
-Hablar el lenguaje del poder requiere unidad entre los estados miembros y una mayor integración política. Con Trump debemos hacer lo mismo que con el Brexit, actuar juntos y no dejarnos dividir. El enfoque de «Estados Unidos primero» de Trump es perjudicial para el mundo y también para Europa; pensemos en la promesa de aumentar los aranceles a las importaciones en general, pero también en cuestiones como el cambio climático o la solidaridad transatlántica en materia de seguridad. El regreso de Trump debería obligar a Europa a crecer de una vez por todas.
-¿Cree que será posible relanzar la industria armamentística europea? Algunos analistas señalan que para mantener a Estados Unidos dentro de la OTAN, los europeos tendrán que comprometerse a seguir comprando armas a Estados Unidos y renunciar al Made in Europe.
-Es posible que Trump impulse en esa dirección, dado su enfoque eminentemente «transaccional» en las relaciones internacionales. Dicho esto, considero fundamental impulsar el Made in Europe en materia armamentística.
-¿Cuál es su valoración sobre la implicación de Corea en la guerra de Ucrania? ¿Cree usted, como Zelensky, que esto podría conducir a una guerra mundial?
-Por supuesto que la participación de soldados norcoreanos, y aparentemente también yemeníes, supone una globalización de la guerra, pero no es una Guerra Mundial como las que ha sufrido Europa en el siglo XX. Sobre todo, muestra que Putin está agotando sus reservas de soldados al no recurrir a la movilización general, mientras que los problemas económicos de Rusia están empeorando, con alta inflación, depreciación del rublo y caída del crecimiento económico.
-¿Considera que la participación de Corea en el conflicto pone en peligro la estabilidad en el Indo-Pacífico? ¿Puede esto convencer a Trump de continuar apoyando a Ucrania?
-Sí, sin duda la participación de Corea del Norte en la guerra de Ucrania tiene implicaciones para la seguridad del Indo-Pacífico, zona de interés prioritario para los estadounidenses. Espero que Trump entienda esto.
-¿Podrán los europeos hacer frente solos a la ayuda a Ucrania?
-Sí. La riqueza económica combinada de los Estados miembros de la UE es mucho mayor que la de Rusia. Además, hemos congelado activos rusos por valor de 300 mil millones de euros. También podríamos emitir eurobonos para relanzar nuestra producción de armas y apoyar militarmente a Ucrania. Por tanto, mantener nuestra ayuda a Ucrania es más una cuestión de voluntad política que de capacidad, aunque Estados Unidos tenga capacidades tecnológicas y de inteligencia que no están a nuestro alcance.
-El alto el fuego en el Líbano es motivo de esperanza. ¿Cree que será posible en Gaza?
-Lograr un alto el fuego en Líbano es algo que hemos exigido incesantemente a la UE, y finalmente se ha conseguido. Pero parece que Netanyahu en cambio quiere mantener las operaciones militares en Gaza, donde también creemos que sería necesario un alto el fuego dada la catástrofe humanitaria en la Franja. Me temo que no será fácil lograrlo en el corto plazo.
-La impresión de muchos ciudadanos es que Occidente no tiene suficientes instrumentos para frenar el conflicto en Oriente Medio. ¿Falta de voluntad política o de herramientas?
-Sí tenemos instrumentos, desde dejar de vender armas hasta suspender el diálogo político, como he propuesto, e incluso aplicar sanciones. Pero los Estados miembros están claramente divididos y no ha sido posible ejercer presión sobre el gobierno de Netanyahu. Alemania tiene un problema con su pasado, pero eso no es culpa del pueblo palestino.
-¿Cree que los países europeos deberían reconocer a Edmundo González como presidente legítimamente electo antes del 10 de enero?
-Habéis contado con todo mi apoyo y simpatía durante este tiempo. Es un hombre valiente y seguramente es el ganador de las elecciones en Venezuela. El reconocimiento no ha estado sobre la mesa de la UE; Sin duda es algo que habrá que estudiar y evaluar de aquí al 10 de enero.
-Si el 10 de enero es detenido por el régimen de Maduro y no puede asumir el cargo, ¿cuál debería ser la respuesta europea?
Espero que eso no suceda. En esa hipótesis, estoy seguro de que la UE tomaría medidas decisivas, o al menos eso espero.
-¿Cómo ves tu futuro? ¿Qué consejo le das a tu sucesor?
-Espero leer despacio, caminar por la montaña, hacer ejercicio y dormir mejor… Le deseo lo mejor a mi sucesor en un trabajo muy difícil. Es una posición necesaria si queremos que Europa no caiga en la irrelevancia.
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