Las experiencias vitales son lo único que te asegurará plenitud en la madurez
Cuando somos jóvenes, generalmente pensamos que el éxito en la vida se logra mediante determinación, trabajo duro, sacrificio personal y promoción incesante. Estas estrategias funcionan bien en la primera mitad de nuestras vidas porque tenemos aumento de energía físicamás capacidad cognitiva fluida y un ambición competitiva. Características que representan la etapa de la adolescencia y los veinte años, donde los jóvenes son capaces de adaptarse rápidamente a nuevas situaciones y aprender de forma efectiva.
Hoy, a medida que envejecemos, estas tácticas se vuelven menos efectivas. Así lo capta Arturo C. Brooks, científico y profesor de la Universidad de Harvard, en su libro “De fuerza en fuerza: encontrar el éxito, la felicidad y un propósito profundo en la segunda mitad de la vida”. El autor destaca la importancia de aceptar y adaptarse a las nuevas habilidades que aparecen con la edad. Es entonces cuando los conceptos “inteligencia cristalizada» Y «inteligencia fluida» y cómo estos pueden influir en nuestra satisfacción y propósito en la segunda mitad de la vida.
CÓMO AFECTA LA EDAD EN NUESTRA INTELIGENCIA
“Cuando somos jóvenes tenemos pura inteligencia, cuando somos viejos tenemos sabiduría”, explica el profesor. En la juventud aprovechamos lo que llamamos inteligencia fluida. Es decir, la capacidad de razonar, pensar de forma flexible y resolver problemas de nuevas formas. Pero una vez pasada la primera etapa de la vida, estos factores disminuyen debido al deterioro de las estructuras neuronales.
A partir de este momento, el inteligencia cristalizada Esta se convierte en la mayor fuente de satisfacción para la segunda mitad de la vida. Esta es la capacidad de utilizar las experiencias y conocimientos acumulados a lo largo de los años. Con la edad, este tipo de inteligencia aumenta, alcanzando su punto máximo en la mediana edad. Los adultos mayores que actúan sabiamente dependen de la acumulación de información, habilidades y estrategias aprendidas.
Según Brooks, cuando la inteligencia fluida decae hay que saber aprovecharla inteligencia cristalizada enseñar, aconsejar y servir a los demás. Llega un momento en la vida en el que tienes que aceptar que tus capacidades cognitivas ya no son las mismas y es cuando tienes que confiar en tus conocimientos y experiencias. «La clave para una vida adulta plena es abandonar las estrategias de la primera mitad de la vida y adoptar un nuevo enfoque basado en la inteligencia cristalizada, el servicio a los demás y la aceptación del cambio», señala Arthur C. Brooks.
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Al compartir sus experiencias de vida en comunidad, muchas personas mayores descubren satisfacción personal. Según Brooks, utilizar la sabiduría y las experiencias acumuladas para impactar positivamente las vidas de los demás puede ayudar a fomentar un profundo sentido de conexión y realización en las personas.
CÓMO ADAPTARSE Y ACEPTAR LOS CAMBIOS DE EDAD
EL la maldición del luchador o cómo afrontar las dificultades de la segunda mitad de la vida. Muchas personas deciden redoblar sus esfuerzos para superar el deterioro y la debilidad física y cognitiva que acompañan a la edad, negando la necesidad de cambio. Esto sólo provoca ira, miedo y decepción. “El cambio en la vida es inevitable, pero el sufrimiento no”, explica el profesor.
Si queremos llegar a esta etapa de la vida con alegría, satisfacción y orgullo, es Es fundamental deshacerse de viejos hábitos y formar nuevas prácticas para la vida diaria. El autor del libro destaca tres estrategias para superar la maldición del luchador:
- Abandona los hábitos destructivos: No te obsesiones con el trabajo, el éxito y la autoobjetivación. Si bien son hábitos útiles en la primera etapa de la vida, a largo plazo sólo provocan insatisfacción y agotamiento.
- Meditar sobre la muerte: Ser consciente de la mortalidad te permite vivir más plenamente. Reflexionar sobre la finitud nos ayuda a reorientar nuestras metas y objetivos en la vida.
- Aceptar la debilidad: Transforma tu concepto de debilidad. En lugar de interpretarlo como un defecto, acéptalo como una oportunidad para crecer y superar ciertas limitaciones. Al integrar estas estrategias, tienes más posibilidades de encontrar satisfacción, así como un mayor equilibrio y un mayor bienestar personal.
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