La manifestación por Gaza en Barcelona avisa de que «el sufrimiento no ha terminado» pese al alto al fuego
La manifestación por Gaza en Barcelona ha celebrado el alto el fuego tras 15 meses de conflicto, pero ha advertido de que «el sufrimiento no ha terminado». «La gente en la Franja de Gaza solo está celebrando que están vivos, que pueden recuperar los cuerpos de sus familiares y que los niños pueden soñar con volver a la escuela», declaró Mazeed Khaililla, miembro de la Comunidad Palestina en Catalunya. «El fin del genocidio es un alivio para quienes vivían bajo las bombas, pero es necesario seguir luchando hasta el fin de la ocupación por parte del estado sionista de Israel», añadió Khaililla.
[–>[–>[–>[–>La marcha, que tuvo lugar este sábado en la capital catalana, también protestó contra el auge de la extrema derecha y la crisis climática. Barcelona fue una de las 28 ciudades europeas que se unieron a la movilización ‘The Surge’ «por la justicia climática, la liberación de Palestina y contra el fascismo». «Debemos dejar claro que la lucha contra la crisis ecológica, el genocidio en Palestina y el fascismo debe ser conjunta, ya que es consecuencia de la violencia del sistema capitalista, alimentada por las élites globales», señaló Virginia Soler, portavoz de La Embestida. «No se puede combatir el fascismo sin acabar con todas las guerras ni abordar el caos climático. Nos enfrentamos a una emergencia global que requiere una respuesta unificada», insistió Soler, criticando la «impunidad intolerable» de Israel con Palestina.
[–>Crisis climática
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«Entretanto, la crisis ecológica empeora cada día, y los fenómenos extremos afectan cada vez más a los más desfavorecidos y a la clase trabajadora», continuó Soler. «En medio de todo esto, se produce un auge de la extrema derecha y su discurso de odio contra las minorías, los inmigrantes y cualquiera que cuestione el privilegio del hombre blanco occidental», afirmó la portavoz. «El nuevo triunfo de Donald Trump en Estados Unidos es una especie de consumación de esta ola reaccionaria», advirtió Soler. La marcha de este fin de semana del 18-19 de enero recorrerá diversas ciudades del Estado como Valencia, Málaga, Sevilla, Zaragoza y Bilbao, así como ciudades europeas como Bruselas, Ámsterdam, Lisboa, Oslo, Londres y Bucarest.
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«Debemos unir fuerzas para combatir las raíces de las amenazas que nos rodean y construir un presente y un futuro dignos», reflexionó Soler, anticipando que el proyecto de La Embestida continuará en el futuro. «Esto no termina hoy, 18 de enero, y daremos continuidad a la lucha con una perspectiva más amplia», concluyó la portavoz. «No tenemos más tiempo, la justicia climática no puede esperar», añadió Sara Santana, de End Fossil, una de las quince entidades que se sumaron a la movilización en Barcelona. «El 2024 ha sido un año de colapso climático, con más de 2.000 muertes por calor, una DANA destructiva en Valencia y ahora incendios devastadores en Los Ángeles», enumeró Santana.
[–>[–>[–>[–>«Este 2024 también hemos superado el límite de 1,5 grados de calentamiento. No se trataba de un objetivo, sino de una barrera que no debíamos superar para salvar vidas», recordó la portavoz de End Fossil. «Todo esto nos recuerda que no estamos ante una crisis local, sino una crisis global provocada por un capitalismo depredador que arrasa pueblos, territorios y vidas», concluyó Santana.
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800 manifestantes
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La movilización en Barcelona comenzó en los Jardinets de Gràcia y recorrió el paseo de Gràcia hasta la plaza de Catalunya, con una asistencia de unas 800 personas, según la Guardia Urbana, y más de 5.000 según los organizadores. Se ondearon banderas de Palestina y se lanzaron proclamas contra el Estado de Israel y los gobiernos que lo apoyan. La marcha se detuvo frente a la sede de la Comisión Europea en Barcelona y se intentó desplegar sin éxito una pancarta a favor de Gaza en la fachada de la Casa Milà – La Pedrera, frenada por miembros de seguridad. También se realizaron breves paradas de protesta frente a una oficina del Banco Santander y la Bolsa de Barcelona, donde los Mossos d’Esquadra identificaron a un manifestante que se disponía a pegar adhesivos en un local comercial. Tras las protestas de los presentes, el joven fue liberado rápidamente.
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