Figaredo pide el vallado de las vías del tren para evitar nuevos atropellos mortales
El Adif procedió ayer a cerrar los accesos al tramo de vías que transcurre pegado a Figaredo y donde el pasado miércoles fue atropellado mortalmente por un tren un matrimonio de origen catalán que se había instalado recientemente en la localidad. Los vecinos consideran necesaria la medida, aunque afirman estar «atónitos» con el procedimiento adoptado por el administrador ferroviario, que ha colocado cintas de plástico y pequeñas cadenas «de juguete» para impedir el paso. La asociación de vecinos reclama un proyecto de vallado que incluya estructuras con verjas metálicas de al menos dos metros de altura.
«No tiene ningún sentido colocar cuatro cintas para impedir el paso en una zona ferroviaria que ha quedado demostrado que es muy peligrosa», señala muy preocupado Salvador Vázquez, presidente de la asociación de vecinos. La calle y la caja de la vía están separadas por un pequeño murete de apenas un metro de altura, que incluso ofrece varias aperturas para facilitar el tránsito peatonal. Estas entradas son las que el Adif ha «sellado» con cintas y cadenas de plástico. «No van a durar ni un día en su sitio», auguran los portavoces del barrio. Y es que este tramo del trazado ferroviario es cruzado a diario por muchos vecinos. En la otra margen de las vías está el parque de educación vial de Mieres, que cuenta con zonas deportivas y de juegos. «Los niños están pasando constantemente», advierte Vázquez. Convierten así un rodeo de unos 800 metros en un itinerario de apenas veinte pasos. También los adultos transitan por la zona: «Hay mucha gente que ataja por este lugar cuando va a comprar al centro comercial de Ujo, ya que en Figaredo solo hay comercio de barrio».
La conexión entre Figaredo y Ujo se realiza a través de un viaducto situado a unos 500 metros. «Mucha gente no quiere dar un rodeo, pese a que son solo 5 minutos», explican los responsables de la asociación de vecinos. Por este motivo, la zona abierta donde se produjo el miércoles el atropello mortal del matrimonio catalán lleva tiempo convertida prácticamente en un espacio vial más del barrio. El acceso desde las casas a las vías es totalmente libre y por el frente contrario, pese a existir una valla, se han abierto diversos pasos, con grandes orificios en la valla.
Los vecinos exigen al Adif un proyecto para cerrar el paso a la vía. «Hace un par de años ya atropelló el tren a un vecino mientras paseaba a su perro. Salvó la vida casi de milagro y tuvo que estar varia semanas en el hospital», recuerda Salvador Vázquez. Los portavoces de la comunidad sostienen que mientras el paso sea posible habrá personas que sigan accediendo a las vías, con el consecuente riesgo de accidentes. «Los niños son por naturaleza imprudentes y también hay personas mayores que pueden tropezar y caer». Los vecinos esperan que el Ayuntamiento medie con el Adif para lograr que se coloque un cierre metálico en la travesía ferroviaria de Figaredo.
En el caso concreto del accidente mortal del pasado miércoles, los vecinos no descargan de responsabilidad a las víctimas, pero también subrayan que es muy posible que se hubiera podido evitar si el acceso a las vías no les hubiera resultado tan sencillo. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer el siniestro. La hipótesis más plausible es que el matrimonio, ambos de unos 45 años, pudo haber cometido una imprudencia. El maquinista del tren afirma que no vio a la pareja en ningún momento y que simplemente sintió un fuerte golpe al arrollarlos. Murieron ambos en el acto. Este profesional del antiguo servicio de Feve pasó correctamente las pruebas de alcohol y drogas. Su desempeño parece totalmente correcto, sin que en principio se le pueda achacar ninguna responsabilidad por lo sucedido. Y es que todo indica que los fallecidos estaban, ya en plena noche, sentados junto a la vía. Si bien ya había oscurecido por completo (21.30 horas) y llovía ligeramente, el lugar del accidente se encuentra en medio de la amplia recta, bien iluminada y sin maleza, que recorre la barriada central de Figaredo. La visibilidad es buena y, por tanto, el testimonio de los vecinos que aseguran que vieron al malogrado matrimonio sentado junto a la vía y el del maquinista, que sostiene que no vio en ningún momento a nadie acercarse al trazado, concuerdan.
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí