Los heridos del bus siniestrado en Francia, en apuros a la espera de indemnizaciones
Casi dos meses después del accidente de autocar en Francia que se cobró la vida de tres mujeres, los pasajeros que resultaron heridos de diferente consideración aguardan a percibir las primeras compensaciones por las lesiones, las secuelas y los perjuicios ocasionados por el malogrado viaje de retorno a Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat después de una excursión de un día a Andorra. La espera en recibir los adelantos de parte de las indemnizaciones está suponiendo un calvario para los afectados, advierte el equipo de abogados que asiste a un buen número de ellos. Alerta que son personas de extracción humilde, que están pasando por aprietos mientras no ingresan un anticipo del importe que los repare y que las condiciones de por sí desfavorecidas con las que capean se han visto acentuadas por los daños del siniestro y sus consecuencias.
“La situación de nuestros clientes es muy precaria y vulnerable”, avisa Ignacio González Gugel, letrado y responsable del departamento jurídico del despacho Indemnización por accidente. El bufete representa a 17 lesionados en la tragedia del 1 de diciembre y las familias de las tres víctimas mortales, dos de ellas colombianas -fallecidas el mismo día de la colisión al fallar el freno del vehículo- y una paraguaya, que murió casi un mes después en el hospital de Perpiñán. El chófer, Alejandro C. R., dio positivo por consumo de cocaína tras el percance fatal e ingresó en prisión provisional en Francia, acusado por la Fiscalía de Marsella por los presuntos delitos de homicidio involuntario y lesiones agravadas.
Los abogados aseguran que un número no menor de los damnificados se hallan en circunstancias tan desvalidas que están subsistiendo sin ingresos. “La mayoría de ellos no está cobrando prestaciones suficientes para cubrir sus salarios, algunos otros no tenían formalizadas sus relaciones laborales e, incluso, carecen de cobertura”, desgrana González.
Gran parte de los 49 pasajeros que iban a bordo del autocar son colombianos que residen en Barcelona y varias localidades del área metropolitana. En ciertos casos, Indemnización por accidente ha tenido que mediar con los propietarios de las viviendas en que los perjudicados viven como inquilinos, al acumular ya dos meses consecutivos sin poder sufragar el alquiler.
A las dificultades para atender obligaciones básicas, se suman los efectos que los accidentados arrastran a causa del choque del bus contra un muro en una carretera secundaria de los Pirineos franceses. Todos siguen bajo tratamiento por traumatismos de diverso alcance, a lo que se suman diagnósticos de estrés postraumático. Por añadidura, documentos y pertenencias personales siguen en posesión de la Gendarmería por cuestiones burocráticas, sostiene el despacho Indemnización por accidente, que trata de recuperarlos con ayuda de unos colegas galos.
Acelerar transferencias
Ante los apuros de los supervivientes, los letrados enfatizan que es necesario que no se demoren más los pagos a cuenta de la indemnización para aliviar las penurias de sus clientes. “Los lesionados están sufriendo durante un período en el que no pueden desarrollar su vida con normalidad”, remarca González.
Los abonos debe efectuarlos Allianz, la compañía en la que figura asegurado el autobús que quedó maltrecho por el impacto en la localidad occitana de Porté-Puymorens. La empresa arruinada que cubrió el trayecto y administraba el conductor investigado, Chavi Tours, no era propietaria del vehículo, sino que otra firma de transporte, Hispa Travi, se lo confiaba en arrendamiento desde hacía cuatro años.
“Estamos a la espera de que Allianz realice pagos a cuenta de las lesiones”, señala González. Previene que, si la aseguradora no empieza pronto a transferir los ingresos, “la situación se agravará” para los heridos. Por ahora, no se han tasado las cuantías para resarcir a los lesionados. “Hay mucha diferencia entre lesiones y muchas de ellas aún no se han estabilizado”, evalúa el abogado.
Pendientes del atestado
Por su parte, Allianz responde a EL PERIÓDICO que “asumirá los pagos que correspondan una vez que reciba el atestado por parte de la autoridad judicial”. En este caso, la causa se instruye en Francia. La compañía subraya que “la ley establece un plazo de tres meses para recopilar toda la información sobre el accidente y realizar una evaluación médica provisional” para cuantificar una oferta de indemnización. En el supuesto del bus accidentado al regresar de Andorra, el término se cumple el 1 de marzo.
Indemnización por accidente admite que la normativa concede ese margen de 90 días. En todo caso, apela a que las estrecheces que comenta que oprimen a los damnificados exigen un ejercicio de empatía y acortar los plazos para avanzar las compensaciones. “El problema a corto plazo es que estos asuntos son muy burocráticos y eso entorpece la gestión”, opina González. “Si la aseguradora se anima a colaborar, hará pagos a cuenta, a los que está obligada -recalca-. Pero si no lo hace, el cliente estará un buen tiempo hasta que reciba alguna cantidad”.
Por su parte, Allianz afirma que “proporcionó, desde el primer momento, asistencia médica a los accidentados para valorar su estado y proceder a realizar todas las gestiones necesarias para su correcta atención en centros hospitalarios”. Apostilla que “viene haciéndose cargo de todos los desembolsos que los afectados han tenido que realizar por conceptos de gastos sanitarios u otros gastos generados a raíz de sus lesiones, tales como transportes sanitarios o ambulancias”.
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