propuestas de los partidos en inmigración, economía y política exterior

Los alemanes acudirán este domingo a unas elecciones federales anticipadas en las que escogerán al próximo canciller tras una campaña electoral exprés. En poco más de un mes, los partidos han tenido que condensar sus propuestas en torno a los temas que más preocupan en la nación germana.
El nuevo Gobierno que se forme en Berlín enfrentará desafíos clave, como el creciente rechazo a la inmigración, la recesión económica y la pérdida de influencia de Alemania tanto en la Unión Europea como en el escenario global. La CDU de Friedrich Merz, los socialdemócratas de Olaf Scholz (SPD), la ultraderechista AfD de Alice Weidel y Los Verdes de Robert Habeck han entrado en la recta final con sus soluciones sobre cada uno de estos puntos.
Endurecer las políticas migratorias
La política migratoria se ha convertido en una campo de batalla donde hablar cara a cara con Alternativa para Alemania (AfD) resulta inevitable, sobre todo para la Unión Cristianodemócrata (CDU) con quien si no totalmente en forma, coinciden en fondo. La AfD defiende poner fin a lo que se refiere como una «inmigración descontrolada» con medidas como la «remigración», un término usado para referirse a la deportación masiva o el «retorno» forzado de personas con antecedentes migratorios.
Otra de las medidas antiinmigración que propone Weidel y comparte con Merz es la de establecer controles fronterizos permanentes, un plan que choca frontalmente con las bases de la libre circulación en el espacio Shengen. Merz, quien pide en su programa «un cambio fundamental en la política migratoria», hizo más evidente sus políticas con la cooperación con la ultraderecha para aprobar una moción ante el Bundestag (Parlamento alemán) que proponía limitar severamente la migración en Alemania, endurecer de los controles en fronteras e incrementar las deportaciones.
Por contra, los socialdemócratas apuestan por una aplicación más eficiente de las leyes migratorias existentes. El SPD, liderado por el canciller Olaf Scholz, promete acelerar los procesos de asilo y establecer acuerdos con otros países para la readmisión de sus nacionales una vez deportados de Alemania. No obstante, en una entrevista en el medio alemán ‘Der Spiegel’, el actual canciller aseguró que Alemana debe «finalmente deportar a gran escala a aquellos que no tienen derecho a permanecer en Alemania». Por su parte, Los Verdes defienden el derecho fundamental al asilo y se oponen a las deportaciones en contextos de guerra y crisis, rechazando la externalización de los procedimientos de asilo a terceros países.
Atajar una economía en recesión
El partido favorito en las encuestas, la CDU, apuesta por remediar el descenso del crecimiento de la economía alemana mediante una bajada de impuestos generalizada, tanto para las personas físicas como para las empresas. El partido cristianodemócrata también promete no recortar pensiones y pretende incentivar la jubilación más allá de los 67 años. Sin embargo, todas estas ideas suponen una disminución significativa de los ingresos públicos, lo que, de no flexibilizarse el «freno de la deuda», haría casi inviable su implementación.
Los socialdemócratas (SPD), al igual que Los Verdes, están dispuestos a flexibilizar las normas del techo de gasto público para poder realizar inversiones que consideran urgentes. En ese sentido, el partido de Sholz propone crear un impuesto que grave el patrimonio de los superricos, aumentar el salario mínimo, mantener la edad de jubilación y garantizar las pensiones a largo plazo. Además, propone crear incentivos fiscales a empresas para aumentar la inversión. Por otro lado, el partido ecologista se centra en subvencionar los coches eléctricos, gravar las grandes fortunas y crear un fondo ciudadano para garantizar las pensiones.
Las propuestas económicas de la AfD no son su prioridad principal, pero entre las más destacadas figuran la salida del euro, la adopción de una divisa nacional, la desregulación del bitcoin y el apoyo a la energía nuclear, el carbón y el gas, que consideran la solución al aumento de precios.
Recuperar el liderazgo en política exterior
En materia de política exterior, los principales partidos encuentran puntos en común. Tanto la CDU, como el SPD y Los Verdes abogan por aumentar el gasto en defensa hasta llegar al 2% del PIB, siguiendo las demandas de Donald Trump. Asimismo, estos partidos defienden el apoyo militar a Ucrania y ven, en mayor o menor medida, a Estados Unidos como un importante aliado y a China como un potencial socio, competidor y rival.
Sin embargo, la diferencia en la perspectiva se hace evidente en torno a priorizar el papel del país germano en la OTAN o en la Unión Europea. En ese sentido, la CDU quiere que Alemania asuma más responsabilidades en la Alianza y lo prioriza frente a su participación en el bloque de los Veintisiete. Por contra, los socialdemócratas y Los Verdes apoyan una Unión Europea que dependa menos de terceros estados y que cuente con más soberanía en materia de defensa, comercial y tecnológica.
La AfD es una ‘rara avis’ en las cuestiones que tienen que ver con el tablero global. La formación de Weidel ha llegado a plantear la posibilidad de un «Dexit», es decir, la salida de Alemania de la Unión y asegura que el país debería acercarse a Rusia y China, unirse a sus estructuras políticas y económicas de cooperación y abandonar la UE y la OTAN.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí