El Gobierno amplía hasta diciembre de 2027 el plazo para salir de CaixaBank
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El Gobierno se da más tiempo para salir de CaixaBank con el objetivo de poder recuperar la mayor cantidad posible de los 24.069 millones de euros inyectados en el grupo BFA-Bankia por los Ejecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero y, sobre todo, Mariano Rajoy. El Consejo de Ministros, así, tiene previsto aprobar este martes la ampliación en dos años -hasta diciembre de 2027– del plazo legal para que el Estado venda su participación en la entidad, según ha podido confirmar EL PERIÓDICO. El público Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) es el segundo mayor accionista del banco catalán (con en torno al 18% del capital social), solo por detrás de la Fundación La Caixa (al rededor del 31%).
Se trata de la quinta prolongación del plazo. Tras el acuerdo firmado con la Unión Europea en el 2012 para el rescate del sector financiero español, el Gobierno de Rajoy fijó finales de 2017 como fecha para la privatización de Bankia. La persistente baja valoración en bolsa del banco nacionalizado debido al impacto de los tipos de interés negativos del Banco Central Europeo (BCE) obligaron a retrasarlo en 2016 y 2018 para evitar la pérdida de la mayor parte de las ayudas. En 2021, la inminente absorción de Bankia por parte de CaixaBank llevó a una nueva ampliación para dar tiempo a que los beneficios de dicha fusión se plasmasen en la cotización. Y en 2022, con el banco al alza en bolsa gracias a la absorción de su rival y a las subidas de tipos, el Gobierno aprobó la cuarta prolongación para aprovechar esa tendencia.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, dio pistas de sus planes el pasado jueves, al confirmar que el Estado va a mantener a Teresa Santero como su representante en el consejo de administración de CaixaBank. «Hemos propuesto darle continuidad por dar una señal positiva de aceptación y de apoyo al cambio, a la renovación, en la presidencia de CaixaBank (Tomás Muniesa sustituyó a José Ignacio Goirigolzarri en enero). Apostamos, como hemos hecho desde el principio de nuestra presencia en CaixaBank, por esa visión de largo plazo. Se ha demostrado que los resultados que ha ido obteniendo el banco en los últimos años han sido excelentes y están contribuyendo también a que aumente la valoración del Estado en CaixaBank y eso son retornos para los ciudadanos y para la economía española», argumentó.
Cuatro veces más
La absorción de Bankia por parte de CaixaBank, así, ha sido la gran apuesta del Gobierno para tratar de aumentar el porcentaje de ayudas que se podrá recuperar, un envite que no le ha dejado de dar buenas noticias desde que se consumó la fusión en la primavera de 2021. La participación del Estado en Bankia, así, valía en bolsa 1.965 millones justo antes de que se anunciaran los contactos para fusionarse entre Bankia y CaixaBank en septiembre de 2020, mientras que la participación en CaixaBank tiene un valor bursátil hoy día de unos 8.330 millones, más de cuatro veces superior.
Además, BFA -antigua matriz de Bankia a través de la que el FROB mantiene su participación en CaixaBank- ha cobrado unos 1.190 millones en dividendos del banco catalán desde 2021. Gracias a todo ello, en 2023 se produjo la primera devolución real de ayudas: BFA logró pagar su primer dividendo al FROB (334,8 millones, su beneficio del ejercicio). Y es más que probable que las cuentas de 2024 le hayan permitido hacer un segundo pago gracias a la revalorización bursátil del banco catalán.
Valor recuperable
Todo ello está elevando de forma notable la cifra considerada como «recuperable» de los 24.069 millones inyectados en BFA-Bankia. La normativa contable obliga a ir plasmando dicha cantidad cada año en las cuentas del FROB, que la calcula a partir del patrimonio neto individual de BFA más las plusvalías latentes de más fácil ejecución. Al cierre de agosto, dicha cantidad ascendía a 9.202 millones, 2.453 millones y un 36% más que al cierre de 2023, según reveló este diario. La mejora se debió principalmente a que CaixaBank subió en bolsa un 46,4% en los ocho primeros meses del año. Desde entonces, los títulos se han revalorizado un 18% adicional, con lo que la cifra recuperable será ahora aún más alta.
La factura final del rescate de Bankia, en cualquier caso, no se conocerá hasta que BFA se liquide, una vez vendida sus acciones de CaixaBank. La participación en la entidad catalana suponía el 61% del balance de BFA al cierre del año pasado, mientras que el resto lo constituían básicamente los 1.405,5 millones de euros de bonos que recibió de la Sareb como pago por los activos inmobiliarios tóxicos que le transfirió en 2013. El FROB, por su parte, tiene que hacer frente todavía al préstamo que recibió del Tesoro para canalizar los fondos del rescate europeo a la banca de 2012. Pero el hecho de que haya comenzado a recibir dividendos de BFA abre la puerta a que el ente público comience en algún momento a realizar pagos al Tesoro.
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