la forma correcta de limpiar la vitrocerámica

Ni estropajos ni agua en exceso. Esos son dos errores frecuentes que cometemos cuando limpiamos la vitrocerámica, un elemento fundamental en nuestra cocinas. Para mantenerla en condiciones óptimas y prolongar su vida útil, es crucial seguir un protocolo adecuado de limpieza. Aquí te explicamos paso a paso cómo hacerlo y qué hay que evitar para que la vitrocerámica brille como el primer día. Hay, además, un elemento que seguramente no emplees y que es fundamental para eliminar los excesos de humedad. ¿Quieres saber cuál es?
Antes de empezar
Es esencial asegurarse de que la vitrocerámica esté completamente fría. Limpiar una superficie caliente puede no solo ser peligroso, sino que también puede dificultar la eliminación de manchas, especialmente si se utilizan productos que no están diseñados para resistir el calor. Pero ojo: la acumulación de residuos de comida y líquidos puede convertirse en un problema si se permite que se sequen y se quemen sobre la superficie. Es mejor limpiar los derrames mientras la superficie aún está templada, utilizando un paño húmedo para evitar la formación de manchas difíciles de eliminar.
Herramientas y productos necesarios
Para una limpieza eficaz, necesitarás un rascador específico para vitrocerámicas, un producto de limpieza especializado, paños de microfibra y papel absorbente. La elección de un producto adecuado, libre de componentes abrasivos, es fundamental para evitar dañar el vidrio cerámico. Un error común en este sentido es usar objetos metálicos o estropajos de fibras duras para rascar restos de alimentos, que pueden rayar la superficie.
Procedimiento de limpieza
1. Eliminación de residuos sólidos
Utiliza un rascador para retirar con cuidado los residuos de alimentos o manchas que estén adheridos a la superficie. Es importante sujetar el rascador en un ángulo de 30 grados para no rayar la vitrocerámica.
2. Aplicación del producto de limpieza
A continuación, aplica un poco del producto especializado en la superficie. Generalmente, este tipo de limpiadores fomenta la descomposición de grasas y residuos quemados, facilitando su eliminación. Consulta las instrucciones del fabricante para determinar el tiempo de actuación más adecuado.
3. Limpieza y abrillantado
Con un paño de microfibra húmedo, distribuye el producto sobre la superficie, realizando movimientos circulares para recoger suciedad y residuos. Posteriormente, emplea papel absorbente para retirar cualquier exceso de humedad, evitando así la formación de marcas.
4. Inspección final
Finalmente, examina la superficie en busca de posibles restos no eliminados. Si es necesario, repite el proceso de ser indispensable. Un mantemiento regular previene la acumulación de residuos, facilitando las labores de limpieza posteriores.
Importancia de un mantenimiento adecuado
Una limpieza regular de la vitrocerámica no solo conserva su aspecto reluciente, sino que también garantiza un desempeño eficiente y seguro. Además, un cuidado adecuado previene daños en su superficie, extendiendo su durabilidad.
Uso del agua
Aplicar grandes cantidades de agua durante la limpieza puede ser igualmente perjudicial, ya que el agua puede filtrarse en los componentes eléctricos de la vitrocerámica, causando fallos técnicos. Se recomienda usar apenas la cantidad necesaria de agua para humedecer el paño, asegurándose de secar completamente la superficie después de limpiar.
¿Por qué utilizar productos específicos para vitrocerámicas?
El uso de productos de limpieza inapropiados, como aquellos que contienen sustancias abrasivas, puede generar microarañazos, afectando el brillo del vidrio cerámico. Los productos específicos están formulados para preservar la integridad del material, proporcionando una limpieza efectiva y segura.
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