Una marabunta de periodistas armados con cámaras, micrófonos y preguntas incómodas se hicieron agujeros entre los ciudadanos indignados que lloraron contra la antigua conciencia interior. «Asesino», «Hijos de puta» y «Bastor». Insultos y abucheos que se han repetido en la entrada del número anterior del «popular», Emilio Argüeso. Ambos declaran este viernes ante el juez de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, quien busca aclarar la responsabilidad de la desastrosa gestión del día de la Dana.

¿Por qué tomó hasta 20:11 para enviar la alerta? o por qué nadie hizo nada a pesar de los avisos de desbordamiento que vino del Barranco del Poyo? Estos son algunos de los problemas que aborda el magistrado en el procedimiento, pero cuyas respuestas aún requieren una sociedad valenciana indignada.

Preguntas que también restablecen a los periodistas y reporteros sin cesar, que también han tratado de avanzar lo que sucedería durante las declaraciones como acusado de Pradas y Argüeso. Ninguno de ellos aclara si declara o no su derecho a no declarar, pero tampoco tienen una conciencia tranquila o si continuarán defendiendo la gestión del Presidente aún de Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.

Ni las solicitudes desesperadas de los manifestantes para decir la verdad hasta ahora han servido para aclarar qué sucedió esa tarde catastrófica del 29 de octubre en la que una inundación dejó 228 víctimas fatales y un rastro de destrucción. Tarea llevada a cabo por el magistrado Ruiz Tobarra, quien después de tomar Declaración a las víctimas, afectadas y familiares de fallecidoEste viernes recolectará uno de los dos primeros acusados, Pradas y Argüeso.