Economia

El mercado único no existe

El mercado único no existe
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  • Publishedmayo 19, 2025



Treinta años después de su nacimiento oficial, el mercado único europeo, llamado, sigue siendo más eslogan que el sistema. El economista europeo europeo de los ciudadanos, Luis Garicano, lo ha explicado con precisión quirúrgica en un artículo reciente publicado en su blog. ‘Continente de silicio’, titulado con ironía devastadora ‘los mitos del mercado común’. En TI, se desmonta, con la ayuda del FMI y la experiencia práctica, la idea de que Europa es hoy un espacio para la libertad económica comparable a EE.UU. La verdad es que no lo es. Y cada vez es menos.

Según el FMI, el comercio dentro de la UE es equivalente, en términos de costos ocultos y barreras técnicas, para respaldar una tarifa del 45% para bienes y 110% para los servicios. Para ponerlo en contexto: más que Donald Trump impuso a China en medio de la guerra comercial. La metáfora es dura pero justa. Mientras que la historia oficial repite que las cuatro libertades, de bienes, servicios, capitales y personas son El corazón del proyecto europeoLa realidad dice algo más: cada país se reserva el derecho de poner peajes invisibles, requisitos adicionales y normas que limiten la competencia y frustran a quienes intentan operar en varios de sus estados. Garicano identifica a tres grandes responsables de este fiasco: el fracaso del reconocimiento mutuo, la fragmentación normativa permitida por las directivas y la pasividad cómplice de la Comisión Europea.

El ejemplo más gráfico es el de Cereales de Kellogg Prohibido en Dinamarca por su contenido de vitaminas, incluso si eran legales en otros países de la UE. Pero no es un caso aislado. En sectores como seguros, ingeniería, logística o bancos minoristas, las barreras nacionales no se han desmantelado, sino que han sofisticado.

Las consecuencias son visibles en los datos. El comercio entre regiones europeas es menos de la mitad de uno entre los estados que forman los Estados Unidos ‘Mercado Común’ Es una suma de compartimentos estancados. En lugar de crear campeones europeos, el sistema expulsa a las empresas a mercados más simples y menos regulados: Estados Unidos, Asia o América Latina.

Este fracaso tiene serias implicaciones. Si Europa no puede operar como un mercado interno coherente, no podrá competir en sectores donde la escala y la integración son clave: inteligencia artificial, industria farmacéutica, servicios financieros, tecnología verde y … defensa. Garicano tiene razón al recordar que el problema no es técnico, sino político. La UE no puede continuar declarando Campeón de libre comercio mientras tolera las prácticas proteccionistas en el interior. Si Bruselas quiere tomar en serio el mercado único, debe comenzar cumpliendo. Firmemente, sin telas calientes. De lo contrario, ese mercado continuará siendo lo que es hoy: un mito conveniente que sirve para fotos y discursos, pero que los empresarios europeos saben que no existe. jmuller@abc.es



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