Trump, Moody’s, ‘slowbalización’ y VUCA
Moody’s reduce la calificación crediticia de los Estados Unidos de «AAA» A «AA1»
Las agencias de calificación de riesgos no se fían de las erráticas políticas del presidente de EEUU, Donald Trump. Moody’s retiró esta semana por primera vez en su historia la calificación AAA a EEUU. En su análisis alude como justificación a elementos discutibles como el aumento de la deuda y el déficit anual de más de dos billones de dólares, pero también, y con más sentido, las dudas sobre las políticas fiscales previstas y el destino del gasto público. Según Moody’s, los pagos netos de intereses de EEUU han ascendido al 18% de los ingresos fiscales, muy por encima de los estándares históricos. Interpretan los expertos de la agencia de calificación Moody’s que la estrategia arancelaria y las prórrogas de las rebajas de impuestos anunciadas son señales de que ha llegado un nuevo periodo de austeridad.
Desequilibrios en EEUU y nuevo régimen fiscal
En 2011, S&P rebajó la calificación de EEUU después de que el Congreso aprobara recortes por dos billones de dólares. Los rendimientos de los bonos cayeron. Ahora, Moody’s detecta desequilibrios derivados de disparidades entre ingresos y gastos. En opinión de Lale Akoner, analista Global de Mercados de eToro, «los aranceles perjudican el crecimiento, pero benefician al Tesoro: una disyuntiva que el mercado parece comprender mejor que las agencias de calificación. Conclusión para el inversor: La rebaja refleja lo que los mercados ya saben: nos encontramos en un nuevo régimen fiscal definido por la austeridad mediante aranceles y topes, no por estímulos».
Control monetario
Pero el desbarajuste teórico que sirve de base a la política económica de Trump no implica una debacle mundial sin remedio. En los últimos años, la teoría monetaria moderna es la que mejor ha explicado los resortes que se pueden utilizar en momentos de alerta económica para que la situación no se desboque. EEUU tiene el control monetario y por tanto la herramienta adecuada para compensar cualquier desequilibrio sin que la desconfianza en Trump llegue a desembocar en la crisis total del dólar o de EEUU. No existe una alternativa al dólar, por más que los defensores de bitcóin tengan sueños de revalorizaciones rápidas.
‘Slowbalización’ y VUCA
Pero es cierto que los mercados de renta variable están expuestos a vaivenes poco predecibles. Suben ante estímulos esperanzadores, pero pueden sufrir ajustes relevantes tras largos periodos alcistas. La bolsa española lleva subiendo seis semanas consecutivas y los expertos no ven todavía grandes zonas de resistencia desde un punto de vista chartista. Pero estamos en momentos de ‘slowbalización’ o retroceso en la globalización, especialmente en el ámbito económico y comercial. Se recorta la interdependencia e integración entre países, lo que se manifiesta en un descenso del comercio internacional, la inversión extranjera directa y la movilidad de personas. Y eso no es bueno para la bolsa a priori. También estamos en momentos de entorno VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, en inglés). Hace ya años que se ha escrito mucho de este entorno, que ya no es predicción y sí sorpresa diaria. Los expertos pugnan por utilizar todos los recursos para aportar mecanismos anticipativos, para aprovechar la ola de las tendencias en beneficio empresarial. La conclusión es que el panorama sigue siendo complejo, estructuralmente alcista pero tácticamente volátil.
Oro y bitcóin
Atención al oro y a bitcóin, los grandes beneficiados en las últimas semanas. El activo refugio por excelencia, el oro, ya está por encima de los 3.300 dólares la onza. En los ‘compro oro’ españoles 10 gramos del amarillo metal se pueden vender a 800 euros, cuando hace una decena de años a duras penas se lograban 200. En el caso del bitcóin, ya está en los 106.000 dólares y oteando nuevos récords.
La mirada internacional
Si las guerras de Ucrania o en Oriente Próximo van a más, la situación económica y de los mercados empeorará. Si se alcanzan treguas y paces, nuevas cotas de ganancias y tranquilidad serían lógicas hasta las próximas elecciones estadounidenses.
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