DALAI LAMA TIBET | ¿Quién sucederá al dalái lama? ¿Qué pasará en el Tíbet? 5 claves
El anuncio del dalái lama de que la «autoridad exclusiva» para reconocer a su reencarnación corresponde a Gaden Phodrang Trust, la fundación que gestiona su autoridad y su patrimonio, busca proteger el Tíbet de la interferencia del Gobierno chino, que en 1950 inició un conflicto al invadir militarmente este territorio. El ministerio chino de Exteriores ha respondido que la reencarnación del dalái lama «debe respetar el procedimiento del sorteo de la urna dorada» y las leyes del país, además de asegurar que la sinización de la religión «no supone una restricción a la libertad religiosa».
¿Pero qué significa esta fundación? La respuesta no está en un documento moderno, sino en casi cuatro siglos de historia tibetana.
Gaden Phodrang no es solo el nombre del círculo íntimo de monje espiritual tibetano; era el nombre del gobierno que rigió un Tíbet soberano durante más de 300 años. En su forma moderna, es la oficina y fundación personal del dalái lama, administrada por su círculo de más íntima confianza, un consejo de asesores que incluye a figuras de la máxima autoridad, como el exprimer ministro del gobierno en el exilio Samdhong Rinpoche y varios de los secretarios de largo recorrido.
Gaden Phodrang fue el nombre del Gobierno del Tíbet, establecido por el 5º dalái lama en 1642. Durante casi 320 años, hasta la huida a la India en 1959, fue el nombre del Estado tibetano. Invocar este nombre es invocar la autoridad de su gobierno histórico.
El proceso de sucesión tiene un validador crucial: el panchen lama, la segunda figura espiritual más importante del Tíbet. Ambos lamas tienen la responsabilidad mutua de reconocer y legitimar sus respectivas reencarnaciones. Pero este sistema se rompió en 1995, cuando China secuestró a Gedhun Choekyi Nyima, el niño de seis años reconocido por el dalái lama como el actual panchen lama. Al eliminarlo, Pekín creó un vacío en el proceso tradicional que ahora pretende llenar con su propia autoridad.
Pekín insiste en que el único proceso legítimo es el «sorteo de la urna dorada«, un ritual establecido en 1792 por el Emperador Qianlong de la Dinastía Qing, en el que los nombres de los niños candidatos se escriben en tablillas y se extrae uno al azar de una urna de oro. China lo presenta como una tradición para evitar el fraude y, crucialmente, para afirmar la soberanía del gobierno central sobre la elección.
El liderazgo tibetano considera la urna dorada una herramienta de control político impuesta por una potencia extranjera. Al designar al Gaden Phodrang Trust, el dalái lama contrapone la legitimidad de su propio gobierno histórico a la del ritual defendido por Pekín, creando un mecanismo que no necesita someterse a la urna.
Según la hoja de ruta del dalái lama, la misión del Trust será consultar a los jefes de las diferentes tradiciones del budismo tibetano y a los oráculos protectores para llevar a cabo la búsqueda del 15º dalái lama. Su función será ejecutar el proceso «de acuerdo con la tradición pasada», pero bajo una nueva estructura que lo blinda de la interferencia de Pekín.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí