RIADAS ESTADOS UNIDOS | Trump visita la zona devastada por las inundaciones en Texas conforme crece el escrutinio a la respuesta federal
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania, han visitado este viernes la zona del centro de Texas devastada por las inundaciones que provocó una semana antes el desbordamiento del Río Guadalupe por fuertes lluvias. La catástrofe es una de las peores de la historia del estado y ha dejado al menos 121 muertos, incluyendo decenas de menores, entre ellas niñas que participaban en un campamento cristiano.
Entre el dolor y los esfuerzos por localizar a las más de 170 personas que para este viernes seguían sin haber sido localizadas, se intensifica el escrutinio de la respuesta federal al desastre. Y crecen los interrogantes sobre el impacto que han podido tener acciones del Gobierno de Trump, especialmente por recortes de personal y otras limitaciones de funcionamiento de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) o de otros departamentos relacionados con la prevención y la alerta.
Retrasos
Informaciones de CNN y de ‘The Washington Post’ han vuelto los focos sobre acciones que tomó Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional (el departamento del que depende FEMA), que impuso que cualquier contrato o acción de la agencia cuyo coste superara los 100.000 dólares debía ser previamente autorizado por ella.
Ese paso, según denuncias de algunas fuentes de los medios, provocó retrasos de impacto en Texas. Aunque el gobernador Greg Abbott hizo la petición de emergencia el sábado y Trump firmó el domingo una orden de asistencia federal, hasta el lunes no llegó la autorización de Noem para trabajos de equipos de búsqueda y rescate, que no se pudieron desplegar hasta el martes, haciendo perder horas decisivas. La secretaria firmó el jueves varios contratos, según documentos que ha visto el ‘Post’, incluyendo para establecer un centro de atención telefónica para afectados y para inspecciones de viviendas impactadas, que luego sirven para hacer reclamaciones.
Politización y recortes
Trump, que como candidato politizó y atacó la respuesta de FEMA a desastres naturales bajo el gobierno de Joe Biden, y que incluso desde el inicio de su segunda presidencia ha hablado de abolir la agencia, dar más responsabilidad a los estados y gastar menos dinero federal, ha defendido a Noem y la respuesta de su gobierno. Su argumento es que lo sucedido en Texas ha sido un “acto inevitable de la naturaleza” y una catástrofe que no se había visto en 100 años (el jueves en una entrevista en NBC elevó la imagen hasta los dos siglos).
En el punto de mira, no obstante, están recortes de personal en FEMA, que ha perdido un cuarto de su personal desde que él llegó a la Casa Blanca. Los recortes también han afectado a otros organismos relacionados con la preparación ante desastres, como el Servicio Meteorológico Nacional, que emite las alertas. Y los medios estadounidenses han publicado que hay empleados federales que no han completado entrenamientos y ejercicios de preparación que habitualmente se hacían antes de que empezara la temporada en que se incrementan los riesgos de desastres naturales como inundaciones o huracanes.
Antes de que Trump emprendiera el viaje a Texas Russ Vought, el arquitecto de Project 2025 al frente ahora de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, ha declarado a la prensa que el presidente ya no quiere abolir la agencia pero sí que sigue aspirando a “reorganizarla” para, ha dicho, “que funcione bien”. “Queremos que sea reformada. El presidente va a seguir haciendo preguntas difíciles de todos nosotros, nada distinto a cualquier otro oportunidad de tener un gobierno mejor”, ha dicho Vought, uno de los ideólogos de los recortes profundos en el gobierno y que ha ganado peso en ese empeño desde que Elon Musk dejó de trabajar con Trump.
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