Norman Foster, el hombre que redibujó Londres, diseñará el gran conjunto que recordará a Isabel II
Sir Norman Foster (Manchester, 1935), el arquitecto que ha esculpido la nueva silueta de la City de Londres y ha dejado por todo el mundo obras como el metro de Bilbao o la cúpula del Reichstag de Berlín, con 90 años cumplidos el 1 de junio, encara el gran encargo de su vida: el Gobierno del Reino Unido le ha encomendado diseñar el monumento oficial a la reina Isabel II, fallecida en 2022. Foster, premio Pritzer en 1999 y Príncipe de Asturias de las Artes en 2009 realizará un conjunto monumental en St. James Park, con jardines conmemorativos, un puente de cristal translúcido y una estatua de la reina junto a su marido, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. La propuesta fue seleccionada entre una lista de cinco finalistas y ha recibido elogiosos comentarios por su «impresionante diseño», al más puro estilo de la firma. El gobierno británico ha puesto en marcha esta iniciativa con la que pretenden transformar el parque de St. James’s en un lugar para el recuerdo de la monarca con varias esculturas y un puente inspirado en su tiara nupcial
El conjunto, a partir de la idea procedente del estudio de Foster, con el artista Yinka Shonibare, el arquitecto paisajista Michel Desvigne y el ecologista Nigel Dunnett, se inaugurará en abril de 2026. Incluye dos nuevas puertas y dos nuevos jardines, a ambos lados del lago del St. James, conectados por el Puente de la Unidad, con una balaustrada de vidrio fundido inspirada en la tiara con flecos de la reina María, la joya con 47 barras de diamantes, que llevó Isabel II en 1947 para su boda con el príncipe Felipe. «En el corazón de nuestro plan hay un puente que simboliza a Isabel II como fuerza unificadora, uniendo países en la Mancomunidad de Naciones, organizaciones benéficas y las Fuerzas Armadas», declaró Foster, que en 1990 fue nombrado sir por la reina, y en 1999 recibió el título de barón Foster de Thames Bank.
El puente de vidrio inspirado en la tiara nupcial de Isabel II. / Foster+Partners
Oportunidad para hacer las paces con Carlos III
Del estudio Foster+Partners, fundado en 1967, ha salido edificios mundialmente famosos como Canary Wharf Station o el 30 St. Mary Axe, conocido como «The Gherkin» (el pepinillo), inaugurado en 2004. La torre de oficinas, diseñada para Swiss Re, marcó un antes y un después en la arquitectura corporativa de la City. Foster también rediseñó el Great Court del Museo Británico, con una impactante cúpula de vidrio y acero que cubre el patio central. La obra, de 1999, es uno de los grandes ejemplos de intervención contemporánea en contextos históricos. Otro de sus logros más visibles es el Puente del Milenio, la pasarela peatonal que une la Catedral de San Pablo con la Tate Modern, abierto en 2000. Al principio fue criticado por su inestabilidad, hoy es un orgullo para los londinenses y uno de esos lugares que siempre pisan los visitantes
Es bien sabido que ni el Gherkin ni la sede del Ayuntamiento de Londres son del agrado del Rey Carlos III. En 2009 Foster cargó en público contra el entonces Príncipe de Gales, después de que trascendiera que había usado su “posición privilegiada” para influir la decisión sobre un proyecto arquitectónico en Chelsea. Tal vez el Monumento a la Reina Isabel conlleve un acercameneto entre ambos.
Lord & Lady Foster, dos vidas volcadas en el arte
En 1993 la psicóloga española Elena Ochoa, fascinó a Norman Foster en una cena en el castillo toledano de Miguel Oriol, a la que ella no tenía demasiadas ganas de ir. La sentaron al lado del arquitecto por ser capaz de mantener una conversación en inglés. La nieta del general Ochoa, investigadora, profesora, fenómeno televisivo en los noventa con Hablemos de sexo, vive hoy, al igual que su marido, volcada en el arte y a través de Ivorypress, con sedes en Londres y Madrid, organiza exposiciones y edita e inspira algunos de los libros más bellos del planeta. El matrimonio, uno de los más interesantes y enigmáticos de la jet set, mantiene en el barrio madrileño de Chamberí la sede de la Fundación Norman Foster, un espacio de investigación y educación arquitectónica, que refleja el compromiso de ambos con el arte y la arquitectura contemporánea. Residen en un exquisito penthouse a orillas del Támesis, en Londres, y también pasan tiempo en sus casas de Madrid, St. Moritz, la Costa Azul y Massachusetts. Sus dos hijos en común, Paola y Eduardo, de 26 y 23 años, han heredado esa pasión por la cultura y la belleza: Paola estudió Arquitectura en Harvard y Eduardo, Bienes Raíces y Planificación Urbana en el University College de London. Ambos están vinculados a actividades creativas y empresariales y colaboran con el estudio Foster + Partners.
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