Holaluz ha registrado unas pérdidas de 14,7 millones de euros entre enero y junio, lo que supone un 9% más que el obtenido en el mismo periodo del año anterior. La compañía liderada por Carlota Pi ha recortado sus ingresos un 29% en el primer semestre del año, hasta 68,2 millones y está reduciendo el número de instalaciones de autoconsumo para poder alcanzar el punto de equilibrio a finales de 2025.

La energética catalana completó así la reestructuración financiera en el primer semestre del año con la inyección de 22 millones del fondo Icosium a través de una ampliación de capital que la convirtió en el mayor accionista con un 30% del capital, así como el plan de reestructuración de deuda financiera.

Un plan que cubre el 100% de la deuda sin aplicar castigos a acreedores, extendiendo los vencimientos hasta 2028, y con aproximadamente el 70% respaldado por el ICO (Instituto de Crédito Oficial).

Sin embargo, Holaluz sigue luchando por devolver la rentabilidad a su negocio, habiendo culminado con éxito su reestructuración financiera, aunque sus cifras de negocio siguen presionadas por diferentes factores.

La compañía reconoce retrasos en la aplicación del plan, ya que su entrada en vigor se retrasó hasta finales de julio debido a la «plazos administrativos para la aprobación judicial, condicionando tanto la ejecución del préstamo convertible como el inicio del plan de negocio», previsto para enero.

Un retraso que, según Holaluz, impactó negativamente en los resultados del semestre. De esta forma, la información económica de la compañía remitida a BME Growth refleja un aumento de las pérdidas y un recorte de la facturación y del resultado bruto de explotación (ebitda).

La empresa registró un ebitda negativo de 6,6 millones de eurosUn 64% superior a los -4 millones del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, Holaluz precisa que el EBITDA normalizado, sin tener en cuenta «varios impactos extraordinarios», se situó en -2,1 millones, frente a los 3,9 millones del año pasado (-154%).

Estas partidas extraordinarias suponen fundamentalmente un ajuste puntual derivado del gas no consumido por los clientes durante el invierno 2022-2023, tras el cese ordenado de la actividad gasista en el cuarto trimestre de 2022.situación que llevó a la venta del stock restante a precios inferiores a los de adquisición.

Además, la energética destaca las indemnizaciones por despido que ha tenido que pagar a sus empleados y que registra como costas judiciales.

El margen bruto de Holaluz cae un 52%

El margen bruto consolidado de Holaluz se situó en 11,5 millones, frente a los 23,9 millones del primer semestre de 2024, lo que supone un descenso del 52%.

En el negocio de gestión y comercialización de energía, la compañía explica que «la limitación temporal para desplegar plenamente la estrategia energética «Generación de margen comercial» limitó la rentabilidad durante el primer semestre del año, aunque la situación ha comenzado a normalizarse en el segundo semestre tras la entrada en vigor del plan de reestructuración.

Por otro lado, la firma catalana destaca la mejora de 58% en el margen de representaciónresultado directo de la consolidación del centro de control desarrollado internamente por el equipo tecnológico de Holaluz, «pionero en España».

Se trata de una plataforma impulsada por tecnología avanzada e inteligencia artificial, que ha optimizado la gestión energética, reduciendo significativamente los desvíos y costes asociados para Holaluz.

«En conjunto, estos avances refuerzan el posicionamiento de Holaluz como una empresa de tecnología de energías verdes con una base operativa eficiente, preparada para escalar y captar las oportunidades de crecimiento que ofrece la nueva etapa del mercado energético.

De 600 instalaciones solares mensuales a 90 para alcanzar el punto de equilibrio

En cuanto al negocio solar y de almacenamiento en baterías, el margen bruto por instalación “se mantiene en niveles sólidos”, según Holaluz, alcanzando hasta junio los 4.413 euros por instalación, un 6% menos que en el primer semestre de 2024.

Cifras que reflejan «la estabilidad y eficiencia operativa alcanzadas en un entorno de mercado aún exigente». Por su parte, La penetración de las baterías ha alcanzado niveles récord, situándose en el 81% de las instalaciones en junio de 2025 (vs. 28% en junio de 2024).

“Esta evolución responde a la consolidación de las medidas de optimización de costes implementadas en la cadena de suministro y en los equipos de instalación desde 2024, así como al éxito del producto Tarifa Justa 0 € durante 5 años, que ha reforzado la propuesta de valor y la diferenciación de Holaluz”, afirma la compañía.

Sin embargo, la cotizada reconoce que el ritmo de instalaciones solares ha bajado considerablemente en los últimos años y, especialmente en los últimos meses, con el objetivo de alcanzar el equilibrio financiero a finales de añoes decir, los ingresos son iguales a sus costos.

En esta línea, afirma haber «gestionado el dimensionamiento de su actividad con rigor y visión estratégica», reduciendo progresivamente el número de instalaciones mensuales.

Así, ha pasado de unos 600 a finales de 2023 a 250 en 2024 y a 90-100 en 2025.destacando que es algo necesario «para llegar al punto de equilibrio (punto de equilibrio) operativa y consolidar una base rentable y escalable para los próximos años.

Capital de trabajo negativo de 71,5 millones

Con todo ello, Holaluz valora su negocio tras el apagón del 28 de abril de 2025, ya que el incidente «puso de manifiesto la creciente importancia de la autonomía energética y el almacenamiento distribuido en los hogares, reforzando el interés del mercado por soluciones de autoconsumo con baterías y validar la estrategia de Holaluz de situar el almacenamiento en el centro de su propuesta tecnológica«.

El contexto y evolución comercial que ha tenido la compañía hasta junio por el retraso en la entrada en vigor de su plan de reestructuración de deuda también ha propiciado un aumento de sus problemas de liquidez que generan incertidumbre.

Según la información financiera presentada, Al 30 de junio de 2025, el balance consolidado presenta un capital de trabajo negativo de 71,5 millónfrente a -56,4 millones de euros a finales de 2024).

Este indicador supone que las deudas a corto plazo de Holaluz son mayores que los activos corrientes de la empresa, lo que incrementa sus problemas de liquidez para cubrir sus obligaciones de pago a corto plazo.

Circunstancias que, como señala la propia Holaluz, «podría plantear dudas sobre la capacidad del Grupo para continuar como empresa en funcionamiento, aunque existen circunstancias atenuantes».

Estas atenuantes son la inyección de capital de Icosium y la reestructuración de deuda y la entrada en vigor del plan de reestructuración financiera con el que espera mantenerse a flote y volver a la rentabilidad.