Ya no será el Príncipe Andrés. será Andrew MountbattenWindsor secamente. Un príncipe destronado y sin título nobiliario se enfrenta al «severo» castigo que su hermano el rey tiene planeado para él: enviarle a vivir a un «humilde» palacio de Sandringham, a tres horas de Londres. Propiedad de la Familia Real desde hace más de 150 años, Alguna vez fue uno de los lugares favoritos de la Reina para pasar la Nochevieja y el Año Nuevo. Lejos de la Corte: una enorme residencia con decenas de militares con una habitación donde los vecinos te reciben con opiniones encontradas.

Algunos creen abiertamente que no les gustaría encontrarse con él, otros que no se trata de un castigo sino de un paso «de un palacio a otro» y otros creen que no fue juzgado ni declarado culpable de nada, y que es más bien un héroe de la Guerra de las Malvinas. El caso es que Andrés vive cada vez más escándalos.

Sandringham. el dulce exilio de andres

Ahora parece que continuó manteniendo correspondencia con el pedófilo Epstein después de su sentencia de prisión. Lo cual él siempre negó. También esto mostró el palacio de Buckingham a millonarios que se esconden de su madre la Reina, recolectando dinero. Empresario de criptomonedas visitó salones reales a cambio de pago de la ex de Andrés Sara Ferguson casi un millón y medio de libras. Carlos III, indignado, decidió limitar sus ingresos para controlar la vida derrochadora de Andrés. Sí, de hecho: un salario de seis cifras.

E Rey controlará su “salario” que será de seis cifras

Ese mismo domingo, el gobierno británico anunció que, de acuerdo con los designios del rey, a Andrés le sería retirado el título de vicealmirante, aunque no sus medallas militares porque «no se pueden negar sus méritos militares». Un duro exilio para Andrés. Aunque ya no es príncipe, castigo de la sangre azul.