GRANADA 3 de noviembre (EUROPA PRESS) –

Agentes de la Policía Nacional de la Brigada Provincial de Inmigración y Fronteras han detenido a dos mujeres, de 34 y 20 años, por la presunta comisión de delitos de prostitución y corrupción de menores, al considerar que tenían a una joven que aún no había cumplido la mayoría de edad trabajando activamente y publicitando en páginas de contacto. La víctima, de 17 años, era hija y hermanastra de los detenidos.

Mientras que la hermanastra, hija adoptiva de la madrastra, también habría ejercido y compartido publicidad con la víctima, la madre de ambas habría actuado como prostituta y se habría beneficiado económicamente de su trabajo, según informó la Policía Nacional en un comunicado.

Esta mujer de 34 años también habría hecho alarde de su alto estatus económico en las redes sociales. Ambos detenidos ya han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, que también ha escuchado la declaración de la víctima para su protección.

La investigación se inició a finales del pasado mes de agosto, por parte de la Brigada de Inmigración y Fronteras de la Comisaría Provincial de Granada, en el marco de la operación Tocorón, después de que se detectaran anuncios en una web de contactos con fotografías de una niña, cuyo aspecto físico demostraba que era muy joven, incluso que podría ser menor de edad.

Las investigaciones localizaron varios apartamentos turísticos donde se comprobó que existía una red liderada por una mujer de nacionalidad venezolana, 34 años, que tenía varias hijas e hijastras, dos de las cuales se dedicaban a «ofrecer servicios sexuales a cambio de una remuneración económica».

Su hija adoptiva, de 20 años, tenía anuncios publicados en dicho sitio web sobre dichos servicios en solitario, mientras que en otros anuncios aparecía en las fotografías junto a una joven que siempre tenía el rostro pixelado. Los agentes centraron su investigación en esa segunda niña, descubriendo que tenía 17 años y aparentemente estaba «siendo obligada a realizar servicios sexuales».

Los beneficios obtenidos por el trabajo de ambas jóvenes fueron destinados a la madre, quien supuestamente ejercía el rol de prostituta para las dos y para una tercera joven de nacionalidad colombiana y 29 años de edad.

La responsable de la organización también hizo un despliegue visible en las redes sociales sobre los beneficios obtenidos en la actividad de sus tres «trabajadoras sexuales», ha detallado la Policía Nacional.